Poniendo la aclaración inicial; me voy a estar refiriendo siempre a la rama de sonido que tiene que ver con la creación, producción e ingeniería de temas de artistas (dígase, no publicidad que es un mundo aparte).
El trabajo en sonido convive entre otras cosas, con el arte y el entretenimiento (que aunque parezca lo mismo no lo es), dentro de estas existen lineamientos técnicos que tenemos que respetar, es parte del oficio o la profesión; pero ¿Qué sucede con las reglas que no “tenemos que” pero lo hacemos porque “nos conviene”?
¿Cómo es esto?
Veamos, todo ser humano debería contribuir con el bienestar y crecimiento de su familia, de sí mismo y de la humanidad en general (ok suena un toque fumado, pero juro que no he tomado ni café); entonces, bajo estas reglas ético/morales que se supone aprendemos desde los tiempos de la escuela y la crianza de nuestros padres, sabemos por ejemplo que por más que un niño nos pida todos los días una bolsa de caramelos para desayunar, almorzar y cenar. No debemos dárselo porque sencillamente no es bueno para él (ni para sus dientes).
Pasemos ahora a la vida adulta y profesional, las leyes del mercado dicen que hay que adecuarse a lo que el público pide, pero ¿qué sucede cuando lo que pide el público no sirve para mejorar nada la cultura de ellos mismos?
No hablo de música que no me guste o que me guste, es decir no hablo de un Justin vs Radiohead, hablo de música que simplemente bajo ningún pretexto alguno puedes encontrarle contenido sustancioso, sin embargo es consumible.
Si yo, por dinero acepto trabar en un tema donde la base de la letra dice:
Estaré contribuyendo con la objetivización de la mujer, mujer como lo es mi hermana, mi esposa, mi novia y mi madre. Estoy contribuyendo con que ese niño al que no le di dulces para no podrir sus dientes, tenga un cerebro podrido al tener acceso a esta música en todos lados. ¿Y por qué? Porque hay dinero, porque es lo que el mercado me pide, porque el ganar dinero es lo único que importa, y mientras más vendo, mejor persona soy, mejor profesional soy… ¿ah?
¿No nos debe regir una ética profesional y moral para esto?
El trabajo en sonido convive entre otras cosas, con el arte y el entretenimiento (que aunque parezca lo mismo no lo es), dentro de estas existen lineamientos técnicos que tenemos que respetar, es parte del oficio o la profesión; pero ¿Qué sucede con las reglas que no “tenemos que” pero lo hacemos porque “nos conviene”?
¿Cómo es esto?
Veamos, todo ser humano debería contribuir con el bienestar y crecimiento de su familia, de sí mismo y de la humanidad en general (ok suena un toque fumado, pero juro que no he tomado ni café); entonces, bajo estas reglas ético/morales que se supone aprendemos desde los tiempos de la escuela y la crianza de nuestros padres, sabemos por ejemplo que por más que un niño nos pida todos los días una bolsa de caramelos para desayunar, almorzar y cenar. No debemos dárselo porque sencillamente no es bueno para él (ni para sus dientes).
Pasemos ahora a la vida adulta y profesional, las leyes del mercado dicen que hay que adecuarse a lo que el público pide, pero ¿qué sucede cuando lo que pide el público no sirve para mejorar nada la cultura de ellos mismos?
No hablo de música que no me guste o que me guste, es decir no hablo de un Justin vs Radiohead, hablo de música que simplemente bajo ningún pretexto alguno puedes encontrarle contenido sustancioso, sin embargo es consumible.
Si yo, por dinero acepto trabar en un tema donde la base de la letra dice:
Alguien escribió:“Es que esta noche tu estas bien dura mami, chula, tu cuenta y jura sentirás to'a mi calentura soy un perro en la noche oscura te vo'a dar la melaza pura”
Estaré contribuyendo con la objetivización de la mujer, mujer como lo es mi hermana, mi esposa, mi novia y mi madre. Estoy contribuyendo con que ese niño al que no le di dulces para no podrir sus dientes, tenga un cerebro podrido al tener acceso a esta música en todos lados. ¿Y por qué? Porque hay dinero, porque es lo que el mercado me pide, porque el ganar dinero es lo único que importa, y mientras más vendo, mejor persona soy, mejor profesional soy… ¿ah?
¿No nos debe regir una ética profesional y moral para esto?
