En las últimas semanas, el debate sobre la economía del streaming se ha avivado. El motivo ha sido la decisión de Taylor Swift de no ofrecer su disco en Spotify, algo que ha provocado una polémica entre el creador de la compañía sueca, Daniel Ek, y el entorno del artista. Dos bandos que se han cruzado declaraciones en los medios, a los que se han ido adhiriendo diferentes voces del negocio de la música y la tecnología.
Pero ese ambiente tan polarizado contrasta con algunas perspectivas más ponderadas que demuestran que en este ecosistema existen muchos matices. No todo es blanco o negro. Los últimos que han venido a recordarlo son la Country Music Association, organismo que ha realizado un trabajo cuyos resultados ponen de manifiesto que servicios tipo Spotify o YouTube son más importantes que la radio tradicional para dinamizar las ventas de música.
Esta conclusión sale de un estudio realizado entre personas mayores de 18 años en Estados Unidos, a las que se les preguntaba sobre las canciones que habían descubierto en la última semana y qué habían hecho después de escucharlas. Un 25 % de los encuestados que habían utilizado una plataforma de música a la carta afirmaba que la habían comprado, mientras que únicamente el 8% de los oyentes de radio dijo que la había adquirido.
Más información | Billboard
Me dedico al periodismo, vivo en Galicia y lo que más me interesa es hablar de las nuevas formas de pagar, manipular y relacionarse con la música que han traído Internet y las facilidades para acceder a cierta tecnología.
