Informática musical

Native Instruments Vokator a prueba

Cuando Native Instruments comunicó hace unos meses que en Frankfurt Music Messe iba a presentar nuevos productos hubo un montón de especulaciones al respecto, que si Battery 2, que si un nuevo sinte de emulación clásica... pero nadie contaba con un vocoder. Y sobre todo ahora que los vocoders se han pasado de moda a medida que el mercado comercial se ha ido saturando con su sonido desde que comenzó la década. De modo que no podía resultar más curioso el comprobar como se las arreglaría NI para esquivar este inconveniente y salir airoso presentando un nuevo giro de tuerca sobre otro concepto tradicional, algo a lo que nos tiene acostumbrados en su ya crecidita línea de instrumentos y efectos.

Especialmente relevante resulta, en este último sentido, la preocupación de NI por anunciarlo como "mucho mas que un vocoder". Y efectivamente esto da bastantes pistas sobre lo que ofrece.

Vokator y los vocoders

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¿Pero que es Vokator, un sintetizador o un procesador de efectos? ¿Y si es un plugin, de que tipo es? Esto es lo que muchos se han preguntado desde que se puso a la venta hace escasos días. Y sí, es un sinte, y un efecto vocoder y diez o doce cosas mas. Como plugin se presenta en las ya tradicionales 2 versiones VST: como instrumento o como efecto. Esto quiere decir que podemos usarlo para procesar audio o para tocar con él. O las dos cosas a la vez. O combinaciones de éstas (procesar audio con audio, etc.). Para comprender todo este lío -que al final no lo es tanto- es necesario conocer la arquitectura que se ha empleado para construir un complejo instrumento/fx como éste.

De muchos será conocido el mecanismo de los clásicos vocoders, que emplean una señal portadora (generalmente algún tipo de sinte analógico sustractivo sencillo) que es modulada -modificada- por una señal de audio externa (la voz humana) a través de un micro, pasando ésta por una batería de filtros paso-banda, que le otorgarían ese carácter robótico, tan esencial en el electro y el synth-pop de los años 70 y 80. De la cantidad de filtros disponibles (bandas de frecuencia filtradas) dependía la inteligibilidad de la voz codificada. Menos conocido es el origen de esta tecnología, usado durante la II Guerra Mundial para codificar las comunicaciones por voz, en las que cada receptor disponía del algoritmo de filtros inverso. Vokator es, evidentemente, capaz de emular este comportamiento, pero además añade muchas otras tecnologías modernas que lo hacen totalmente único.

Arquitectura

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El núcleo de la arquitectura de Vokator se basa en dos conceptos. Por una parte tenemos la estructura organizada en dos canales de generación de sonidos, de manera que un canal será portador y otro modulador. Ambas señales se procesan a través de un motor FFT que las divide en una serie de bandas de frecuencia cuyas características son analizadas por separado, una técnica ya usada en Spektral Delay para el análisis del audio. Se trata pues de un algoritmo que se encarga de procesar el contenido espectral de las muestras que va almacenando en un buffer de memoria. Esto es lo que provoca un pequeño retraso en el procesado de la señal, de manera que cuantas mas bandas haya para analizar (las cuales se pueden configuran en valores de 128, 256, 512 o un máximo de 1024) mayor será la latencia generada. Según las bandas en que dividamos obtendremos también distintas características tímbricas, siendo la división de 1024 bandas la de un sonido mas lleno y redondo, por ser mas fiel a la muestra original, aunque a costa de generar la mayor latencia, indicada bajo la configuración de bandas y a la que habrá que sumar la propia introducida por la tarjeta de sonido. Para solucionar este problema hay un botón "Live" que reduce la calidad final de la señal y consume mas recursos, pero reduce casi por completo la latencia. Un valor de 512 bandas sin emplear el modo Live puede ser suficiente para tocar el vocoder sin notarla demasiado.

Existen cuatro modos de funcionamiento en Vokator según combinemos las señales de entrada de los dos canales disponibles, A y B. El canal A podrá ser configurado en los modos: "Live" para usar audio externo (ya sea un micro o cualquier cosa que conectemos a la entrada de audio A, según lo configurado en las preferencias, o una pista de audio del secuenciador) y "File Player" para procesar un archivo de audio que carguemos en el módulo Tape, el cual puede dispararse en modo loop, vía MIDI. Por su parte, el canal B permite ser configurado en modo Live también o en los modos Wave synth y Osc synth, los cuales introducirán un sinte de modelado analógico o un sampler granular de los que hablaremos mas tarde.

Teniendo en cuenta todo esto podemos configurar los cuatro modos de funcionamiento:

· A*B: El canal A es modulado por la envolvente del B. Si ambos son live podríamos "vocodizar" por ejemplo una trompeta con una guitarra, ambas en directo. Si A es Live y B es Wave synth u Osc synth podremos hacer un vocoding tradicional, tocando vía MIDI uno de estos dos dispositivos a elegir.

· B*A: Funciona al revés de la configuración anterior, es decir, se modula el canal B con la envolvente de A. Nótese que no hay posibilidad de usar un File Player en el canal B.

· A+B: No realiza modulacíón de un canal sobre otro y pasa las dos señales a través del FFT de manera independiente, haciendo un bypass sobre el vocoder. Esto puede ser idóneo para tocar el Wave/Osc synth de manera individual sin procesado adicional.

· Mix: Un modo totalmente único que permite combinar A*B, B*A, y las señales en seco de forma simultánea, permitiendo la mezcla de sus niveles y su panoramización independiente, generando resultados sonoros espectaculares.

Una vez escogido el modo en que vamos a trabajar podemos optar por emular o no la forma tradicional de vocoding, enlazando las bandas FFT en grupos menores de 4,8, 16, 20, 24 y 32 mediante el botón Group. El resultado es el ya familiar sonido de vocoder, pudiendo además controlar el ancho y desplazamiento de las bandas. Como vemos esta es sólo una pequeña parte de lo que Vokator puede hacer con su amplia y flexible estructura.

Vokator en la práctica

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El plugin se presenta en diferentes formatos: VST2, DXII, RTAS y próximamente Audio Unit. Asimismo disponemos de la versión Stand Alone a la que NI nos tiene acostumbrados.


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El interface se muestra como un panel en el que vamos desplegando las partes activadas que vamos necesitando, en una especie de estructura semi-modular semejante a la de Kontakt. Es importante contar con altas resoluciones de pantalla para trabajar cómodamente, si puede ser superiores a 1024x768. De todos modos, podremos esconder el panel de salida o el panel Mix por ejemplo si no los vamos a usar en ese momento, algo que encontramos mas cómodo que la barra de desplazamiento vertical de Kontakt. El aspecto de los módulos es muy estético, pero hubiéramos preferido una mayor diferenciación visual de las distintas partes y su relación, usando códigos de colores por ejemplo, para su comprensión inmediata. De todas formas se nos muestra una pantalla principal superior que nos dice en todo momento los módulos usados, cuales se ven y cuales no y su jerarquía. En ella activamos la visualización de cada uno según lo vayamos necesitando. Native Instruments ha hecho un esfuerzo por aclarar el interfaz de un sistema tan complejo como éste, pero no se pueden hacer milagros.


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Veamos un recorrido por cada uno de los módulos. En primer lugar estan Mix (disponible en modo Mix) y Out. En Mix realizamos, como comentábamos antes, la mezcla y pan de las señales en este modo. En Out controlamos los niveles de salida mediante un compresor y un ecualizador multibanda colocados en este orden. Imprescindibles para que la cosa no se desmadre provocando graves distorsiones.

Si activamos el modo Group podemos configurarlo en el panel correspondiente, pudiendo agrupar las bandas como antes comentábamos. Además nos permite desplazarlas unas respecto a otras y suavizar sus niveles y solapamiento. El resultado puede ser un vocoding mas robótico y severo o uno mas suave y texturizado.

Después tenemos los parámetros de las entradas A y B, dependiendo de cómo las hayamos configurado. En ambas podremos ver una representación gráfica de su contenido espectral a tiempo real y en ambas disponemos de una completa y esotérica sección de efectos que incluyen los habituales delay y enfatizador/puerta de ruido y los no tan habituales "Jello Mold" o "Sponge" y hasta 15 bizarros algoritmos de procesamiento anteriormente usados en Spektral Delay. Explicar lo que hace cada uno de éstos podría llevarnos otro artículo entero aunque, en general, diremos que pueden hacer cosas como trocear el audio y desordenarlo o variar la fase de los trozos etc. El resultado puede acabar en un precioso loop de drones atmosféricos o en una masilla sónica infumable, dependiendo del tiempo que se le dedique a su entendimiento.

Mientras en el canal A solo podemos cargar el reproductor de audio Tape a mayores de la entrada Live, en el canal B podemos optar por el Wave synth o por el Osc synth. Este último es un sinte de modelado analógico relativamente sencillo que consta de dos osciladores, un filtro, una envolvente ADSR y un LFO asignable a varios parámetros simultáneos, además de ser aderezado con un chorus. Muy curiosa y efectiva resulta la acertada disposición de los faders alrededor de la gráfica, cuyas formas van variando según movemos los parámetros. Los controles de simetría de onda, FM o armónicos de los osciladores aseguran polivalencia y flexibilidad. Un modulador en anillo y un waveshaper se encargan de dar el toque agresivo. A través del módulo Morph/Arpegiador manejamos también los presets del sinte. El morph, evidentemente, realiza transiciones entre hasta 5 presets mientras vemos como cambian los parámetros de uno a otro. El arpegiador, por su parte, es sencillo y efectivo, aunque sorprende no ver un control sobre el rango de octavas que abarca, así que nos tendremos que conformar con una. Si tocamos algún parámetro del sinte, el botón Lock del morph se activará, ya que si hacemos morphing por error perderemos el preset que estábamos creando. Bien pensado.

Probando el sinte en seco, en modo mix y sin pasar por FFT, es donde apreciamos sus cualidades: agresivo y punzante, con unos filtros gordos y soberbios, con algo de aliasing, aunque tampoco somos muy integristas en este sentido.

Existe además una simpática sección keyboard que memoriza acordes o los reproduce mediante un pequeño secuenciador por pasos. En combinación con el morph y el arpegiador es un instrumento de expresividad y divertimento imbatibles.


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Si pensabas que la cosa acababa aquí estas muy equivocado porque Vokator todavía guarda tres o cuatro ases en la manga: en vez del Osc synth podemos optar por el Wave synth, que es un sampler granular similar al que podemos encontrar en Reaktor por ejemplo. Esto quiere decir que divide el audio en pequeñas porciones para alterar su tono y su tempo de forma independiente (¿se ha oido por ahí la palabra variphrasing?) aunque no esperes una calidad excepcional, que tampoco es el objetivo. Aunque también se puede emplear para tocar samples cromáticos mas bien se trata de disparar loops de todo tipo y jugar con ellos variando el punto de comienzo y su longitud, o su velocidad de reproducción por ejemplo. Encontramos diversos modos de loop, así como la envolvente, filtro y LFO disponibles en el Osc synth. Y por supuesto el keyboard, el morph (ahora veremos aquí los presets del sampler) y el arpegiador. Combinado todo resulta una verdadera bomba creativa, con campo suficiente para experimentar durante mucho tiempo.

Modulación y MIDI

Comunes a los canales A y B que hemos visto de forma pormenorizada, tenemos la sección de modulación. Esta se divide en las secciones LFO, envolventes y secuenciadores.


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Los 4 LFO disponen de una selección de 6 formas de onda y tienen una curiosa pero efectiva representación gráfica. Los 2 seguidores de envolvente son ajustables en sensibilidad y profundidad, mientras que los 2 generadores voiced/unvoiced emulan el funcionamiento de sus homólogos analógicos. Mediante éstos es fácil conseguir efectos auto-wah por ejemplo. Los 2 secuenciadores por pasos disponibles pueden ir de 2 a 32 pasos y, como los LFO, son sincronizables y redisparables por MIDI.

Toda esta extensa sección de modulación es absolutamente libre en cuanto a su asignación. Y suscribimos lo de libre porque pueden modular hasta el parámetro mas peregrino de Vokator: desde el punto de comienzo de bucle hasta cualquier parámetro de la sección de efectos, por ejemplo. Cuando un parámetro sea modulado aparecerá una barra naranja indicando la cantidad y mostará la animación de su gráfica siguiendo la variación (precioso). Asimismo cualquier parámetro puede ser asignado al controlador MIDI que queramos de forma automática (excepto el morphing, fijado en la rueda de modulación) mediante el imprescindible MIDI learn.

Todas estas apabullantes opciones de modulación y control hacen de Vokator una bestia de los sonidos orgánicos y mutantes.

Conclusiones

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Es preciso señalar que Vokator incluye unos 300 Mb en mas de 400 samples para experimentar y destrozar a tu antojo, cortesía de ZeroG. También viene con una librería de mas de 400 presets, entre los globales, los del sampler y los del sinte. Todos ellos dan buena cuenta de hasta donde puede llegar este monstruoso procesador. Y puede ser éste también uno de los puntos que eche atrás a mas de uno: la complejidad. Evidentemente si necesitas que las cosas sean simples puedes usar las funciones de vocoding más tradicionales y apoyarte en la vasta librería, pero estarías perdiéndote un 80% de la diversión del instrumento, así que puede sobrepasar las necesidades más escuetas.

Por otra parte Vokator (como Absynth o Reaktor) es el paraíso del diseñador sonoro y del experimentador nato, un plugin realizado sin concesiones a la flexibilidad y un campo infinito de exploración de texturas y timbres. Su compendio de tecnologías conocidas aplicadas y ajustadas al concepto de vocoder está realmente logrado. Es uno de los procesadores mas complejos que existen y como tal cuesta un poco aprender a manejarlo y además el conciso manual, aunque explique un poco de la teoría FFT, no ayuda demasiado (asignatura pendiente en los manuales de NI, no suelen traer ejemplos prácticos), aunque los resultados recompensan esta inversión de tiempo y dinero. Porque tampoco es que sea precisamente barato, y mucha gente puede pensar que es caro para ser sólo un efecto, pero lo que te llevas a cambio es mucho mas que esto, así que bien lo vale.

[ Native Instruments ]

Por Autoy & Xavier Blanco

Jesús Gallego
EL AUTOR

Soy entusiasta de la tecnología musical, iOS y Mac OS X. Produzco música bajo el nombre de Autoy. Podéis escuchar mi trabajo en https://soundcloud.com/autoy.

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