Grabación

Review de IK Multimedia iLoud Micro Monitor: monitores para salir de paseo

Veredicto
Es difícil acertar con los graves puesto que, lógicamente, estos altavoces no los reproducen ni con la profundidad ni con la definición necesarias. Pero la imagen estéreo es muy buena, el peso es magnífico y el precio está contenido.

Pros

  • Agradables a la escucha
  • Imagen estéreo sorprendente, incluso comparándolos con altavoces que duplican su precio
  • Muy transportables y bien construidos
  • Buen amplificador incorporado

Contras

  • El diseño del bass reflex está mal ejecutado y genera turbulencias a la frecuencia de corte del filtro del DSP (50 Hz)
  • Los graves son deficientes para las tareas de mezcla, aunque los agudos tampoco están siempre a la altura
  • Los ajustes de EQ no son demasiado útiles, especialmente lo de los graves que dependen del volumen de reproducción del monitor
  • El amplificador se queda sin margen dinámico muy pronto

Precio

En un mercado tan establecido y competitivo como los monitores de estudio, cuando aparece un nuevo participante siempre hay la sensación de familiaridad. Varias marcas han intentado hacerse su hueco en los últimos años, siendo el caso paradigmático de Focal o Amphion como las que más éxito han tenido de entre esa nueva hornada. También el rango de precios marca mucho a quién va dirigido el producto y hay opciones de unas pocas decenas de euros, hasta gigantes muebles de varias decenas de miles de euros.

El monitor que traigo en esta ocasión es el iLoud Micro Monitor del popular fabricante IK Multimedia, que promete una calidad de estudio y portabilidad sin precedentes, y todo ello por un precio inferior a 300 €. Como siempre, he hecho una prueba a fondo, con uso real del producto en distintas circunstancias durante semanas para ver su utilidad real.

La pareja de monitores que he recibido son una versión demo, que llegan de directamente del distribuidor español. Venían en una bolsa de burbujas y con los cables justos para poder hacerlos funcionar. Según veo en fotos, la presentación es mucho más elegante y trae algún accesorio, pero no he podido verificarlo. Abierta la bolsa, la primera impresión fue sin duda de sorpresa, primero por el tamaño de la bolsa, llegando a pensar que se habían dejado un altavoz por el camino.

Características técnicas

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El fabricante declara las siguientes especificaciones:

  • Tipo: monitor bi-amplificado de dos vías.
  • Respuesta en frecuencia (-3dB): 55Hz - 20kHz
  • Respuesta en frecuencia (-10dB): 45Hz - 22kHz
  • Frecuencia de corte: 3kHz
  • Agudos: 3/4" silk dome, neodymium magnet
  • Graves: 3" high-rigidity custom composite material
  • SPL máximos @ 50cm (with two speakers playing, averaged sinewave from 100 Hz to 10 kHz): 107dB
  • Amplficadores: 4
  • Amplificador: Clase D
  • Potencia total (ambos altavoces): 70W (pico) - 50W RMS
  • Opciones de ecualización: high shelf (0dB or -3dB from 4kHz up); low shelf (0dB or -3dB from 250Hz down); desktop (+3.5dB between 1kHz and 10kHz and -1dB below 400Hz)
  • Latencia por analógico: 1.02 ms
  • Latencia por Bluetooth: 155 ms (dependiente del emisor)
  • Diseño Bass-Reflex port
  • Controlado por DSP
  • Conectores: 2 x RCA input (cable included); TRS 1/8" stereo input; 4-pin speaker connector (cable included)
  • Bluetooth®: A2DP
  • Tamaño: 180mm/7.09" x 135mm/5.31" x 90mm/3.54"
  • Peso: 920g (altavoz izquierdo), 800g (altavoz derecho), 1,720g (ambos)

Descripción

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Parte de atrás (fuente IK Multimedia)

Con un tacto muy bueno y sólido y un peso muy ligero, el diseño es el clásico con dos vías (graves y agudos) y un puerto bass reflex delantero. Eso no tiene porqué ser un problema, pero en mi experiencia en monitores pequeños suele complicar la vida más que ayuda. Uno de los monitores contiene el amplificador y los controles, mientras que el otro es pasivo. Las opciones de entrada son mediante conectores RCA y minijack, aunque también es posible el uso de BlueTooth, lo que facilita las cosas para usarlos con un dispositivo móvil. Los controles incluidos son el clásico de volumen y tres opciones de EQ correctora.

Prueba

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Para calentar motores decidí hacer la prueba obvia: iPhone+Spotify por Bluetooth. El monitor se pareó a la primera y llegó la segunda sorpresa: el volumen y definición de reproducción eran sencillamente desproporcionados para el tamaño de lo que tenía delante. Tras disfrutar un largo playlist y con un buen sabor de boca, planeo sacarlos de paseo a ver qué tal responden en un uso real.

Dado que siempre ando de viaje produciendo en los lugares más inverosímiles (esto daría para otro artículo), consideré que podría ser una buena oportunidad para probar si es verdad lo que el fabricante asegura, que ha diseñado el monitor pensando en las refracciones, en el productor más limitado en espacios y recursos y para su uso en cualquier circunstancia. La potencia desde luego parecía suficiente, así que la oportunidad es ideal. Además, los monitores están diseñados tanto para ponerlos sobre la mesa como sobre soportes de micrófono, todo un detalle.

Cuando viajo, en mi pesada maleta llena de equipo, los iLoud Micro Monitors envueltos en muchas burbujas ocupan muy poco espacio y encajan perfectamente, sobrando espacio. De hecho, son ligeramente más voluminosos que los Sennheiser HD-600 que siempre me acompañan. En esta ocasión, los trabajos a realizar son la producción de un single para la cantante española Merche para su disco “De otra manera” (single que acabé también produciendo más tarde ya en Madrid) y algunas correcciones para la banda sonora de la exitosa y recién estrenada (en la fecha de publicación de este artículo) película “Toc Toc”, de Vicente Villanueva.

El DSP incorporado se supone una buena solución para atajar los problemas de diseñar un monitor de ese tamaño y de esas características, a la vez que efectúa el corte del crossover y alinea en el tiempo las señales de los dos altavoces. El control digital está sustituyendo paulatinamente a la electrónica analógica en monitores de todas las gamas, aunque cada fabricante incorpora las opciones que considera oportunas a medida del costo del equipo. En este caso, no van más allá de las funciones básicas de ecualización, alineación, fase y crossover y he echado en falta que, dado que la propia marca lo vende, incorpore por DSP el software de corrección de espacios (ARC). La latencia del DSP es buena, algo más de un ms, cuando lo usamos por analógico, siendo por BlueTooth realmente incómoda para trabajar. Los controles de ecualización son útiles pero se me antojan limitados y en las primeras pruebas no pude compensar del todo las carencias de los monitores: los graves son borrosos y noto los agudos realmente poco pronunciados. Los ajustes arreglan algo la suciedad de los graves, a cambio de sacrificarlos en gran parte. No encontré realmente mucha utilidad en la opción “Desk” de la EQ, pronunciando los medios en mis pruebas. Además, la efectividad de los ajustes en los graves parecen depender del volumen al que uses el sistema. Como monitores de trabajo, diseñados para producir (con todo lo que implica), en mis pruebas siempre he notado que la presión sonora va un poco justa y ha sido realmente fácil sobrecargar el amplificador incorporado, esperando un headroom más propio de altavoces diseñados para la reproducción recreativa. Parte del problema es que la primera habitación donde me instalé es un salón muy grande y con techos altos, por lo que está fuera de las especificaciones que indica el fabricante en su web como apropiadas para el desarrollo de los altavoces, que precisa ser apropiados para salas de alrededor de 12 m2, por lo que decidí trasladar todo el set al dormitorio, de un tamaño más adecuado. En estas nuevas circunstancias, los altavoces se comportaron de una manera más relajada, no llegando a necesitar tanto volumen, pero aún siguen siendo notables las limitaciones en el rango dinámico y las carencias de graves y agudos, e incluso una incómoda vibración cuando reproducen frecuencias por debajo de 70 Hz.

Gráfico de la respuesta en frecuencia, ofrecido por el fabricante

La producción de la canción para Merche en la que estaba trabajando es Pop contemporáneo (Alicia Keys, Charlie Puth, etc), por lo que las frecuencias graves son muy importante. Como parte que es de mi rutina de trabajo, decidí aprovechar para medir (con ciertas limitaciones) los monitores y, posteriormente, calibrarlos usando Sonarworks 3 y un micro de medida, sistema que uso constantemente cuando viajo para calibrar los estudios donde acabo los trabajos.

A pesar, insisto, de la precariedad de las mediciones, arrojó resultados muy interesantes: en primer lugar determiné que la fea vibración del puerto bass reflex es a 50 Hz y con la peor de las soluciones posible, taparlo, con el consiguiente efecto para la respuesta en frecuencia de graves, de por sí ya muy limitada. Ciertamente está por debajo del rango de uso del fabricante, pero es un contenido espectral común en casi todos los estilos musicales. Lo siguiente observable es una caída ligera de agudos a 16 Khz, con su posterior corte y que la frecuencia del crossover está por debajo de las especifiaciones, más cerca de 2,8 Khz que de los 3 Khz que anuncia el fabricante. No es algo que deba preocupar, pero me parece desde luego curioso. También veo que la respuesta en frecuencia está limitada digitalmente a 50 Hz y pude comprobar mi teoría de que el control de EQ de graves es inútil a cierto volumen, puesto que el DSP compensa la respuesta en frecuencia de los altavoces para así conseguir más volumen. Esto ya pone en duda su utilidad como referencias de mezcla, salvo que los mantengas con un nivel fijo y ajustes la ganancia digitalmente.

En mis pruebas, el ajuste con Sonarworks mejora ciertos puntos, pero las limitaciones físicas del sistema y de la sala son demasiado importantes como para poder revertirlas completamente.

Conclusiones

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Son realmente pequeños

La pregunta de oro es cómo trasladan la mezcla estos altavoces a otro entorno. Mi experiencia con la canción del ejemplo ha sido que es muy difícil acertar con los graves puesto que, lógicamente, los altavoces no los reproducen ni con la profundidad ni con la definición necesarias. Pero la imagen estéreo es muy buena, el peso es magnífico y el precio está contenido. Aunque siempre el secreto de cualquier estudio está en conocer al milímetro los altavoces y la sala y compensar sus limitaciones, pudiendo ser perfectos para cierto tipo de cliente, en mi opinión solo los consideraría como una opción económica y transportable para escuchar música con cierta calidad o para producir o componer cualquier género musical donde los subgraves no sean fundamentales. El hecho de el ajuste de ecualización de los graves varíe dinámicamente con referencia al volumen del sistema, está lejos de entusiasmarme y limita más su uso.

Para este tamaño un diseño de radiador pasivo hubiera sido una mejor opción (me vienen a la cabeza los altavoces de Bose), pero encarecería el producto y requeriría algo más de espacio.

Dentro de la gama de altavoces transportables hay varias marcas pujando, entre los que he probado Yamaha, Genelec, Adam y Amphion. Amphion son los más definidos de mi lista, aunque su concepto de movilidad implique cajas de casi tres veces el tamaño de las iLoud y el uso de amplficadores externos, factor que compensan metiendo todo el conjunto en un nada ligero pero bonito maletín. Adam y Genelec tienen el sonido característico de sus marcas, especialmente estos últimos, que se me hacen mediosos y difícil de entender, pero que posiblemente sea una buena opción si eres fan de los más grandes. Ninguno de ellos tiene el tamaño pequeño tamaño de los iLoud y conservan las mismas limitaciones en la reproducción de los graves, aunque los Amphion sí tienen una definición e imagen estéreo mejor (a costa de multiplicar el peso y el precio varias veces) y los Adam una respuesta en agudos destacable.

Por precio, tenemos muchísimas opciones, desde los Behringer (grandes y muy poco detallados) hasta la la gama de Yamaha HS, donde su modelo más pequeño son “transportables”, aún siendo el doble de grandes que los iLoud. Conservan su aspecto clásico, a lo NS10m, pero son mucho menos detallados, algo ruidosos (su amplificador es realmente mediocre) y su sonido es poco detallado. En cualquier caso, su precio sin sorpresas ha ganado el corazón de gran número de estudios.

Por lo tanto, el iLoud se presenta como un monitor único, con un diseño muy parecido a los infames PC Speakers, pero con unos materiales y componentes que lo mantienen como una opción adecuada para un tipo concreto de usuario que prima la portabilidad y el tamaño sobre otras consideraciones.

Web del fabricante: iLoud Micro Monitor

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