B.C.Rich Draco

Opiniones de usuario (1)

  • Gabriel Gómez
    4
    Opinión de Gabriel Gómez el 29/12/2019

    Lo mejor: Estética, sonido high gain

    Lo peor: Comodidad, accesorios

    Fue mi segunda guitarra y la verdad que fue un salto de calidad enorme, ya que la primera era una stratocaster de pack. La tuve durante unos 4-5 años aproximadamente hasta que comencé a explorar otros estilos y me cansé de la estética metalera. Sin embargo recuerdo cosas bastante buenas de esta guitarra.

    A pesar de la estética tan recargada, posiblemente de las más extremas de B.C. Rich, era una guitarra que resultaba bastánte cómoda para tocar de pie, o para tocar sentado en una posición clásica con una pierna entre las dos alas. Colocara encima de las piernas era un poco más incómodo por los salientes y porque se resbalaba. El tacto del mástil se me antojaba al de una Les Paul ya que es gordísimo. No la recuerdo muy pesada aunque sí bastante voluminosa, lo que requería comprar un estuche exclusivo que me costó bastante encontrar (y la verdad que me parece bastante tacaño que por entonces no la vendieran con un case). Las clavijas mini Grover afinaban bastante bien y era una guitarra que mantenía la afinación bastante guay.

    El sonido de la Rockfield me parecía bastante agradable, predominan bastante los graves por la madera de caoba a pesar de tener un cuerpo fino, y también influye el tener las cuerdas a través del cuerpo. También es rico en agudos (un poco chillona si la comparo con otras guitarras que tengo ahora). La TwinRail me parecía super melosa y muy buena para sonidos limpios o solos. Un detalle que por entonces me gustaba bastante era la simplicidad de la electrónica, con un potenciómetro push-pull que conmuta de una pastilla a otra. Hoy en día me resultaría bastante limitado ya que suelo aprovechar las posiciones intermedias y jugar con el tono, pero por entonces que tocaba bastante rock/metal no me hacía falta. Una cosa que descubrí bastante tarde y poco antes de venderla era que sonaba realmente bien en afinaciones graves, ya que siempre había tocado en Mi estandar y me parece un punto a destacar.

    Al final una de las cosas que más disfruté de la guitarra fué la estética, ya que por entonces era un adolescente y me encantaba hacerme el chulo con ella en un escenario. Pero con el tiempo me compré una les paul y descubrí la comodidad de llevar la guitarra en una funda blanda/mochila, que contrastaba con todo el peso/volúmen de llevar la guitarra en un estuche. También comencé a explorar otros estilos y recuerdo haciendo un directo a dos guitarras de una cover de Pereza con esta guitarra, me veía totalmente fuera de sitio. De hecho esa estética y la de muchas guitarras es la que hoy en día me echa para atrás en pos de otras guitarras más cómodas (como las stratocaster o les paul) y por esa "versatilidad" de poder tocar en cualquier contexto.

    También puedo asegurar que por entonces el mercado ha cambiado bastante, y marcas como B.C. Rich se han mantenido con los diseños clásicos cuando otras marcas competidoras como Ibanez, ESP o Schecter se han ido renovando en los últimos años fabricando instrumentos acordes a muchas de las necesidades actuales de los guitarristas. Por lo tanto muchos de los instrumentos de esta marca metalera se me han quedado como una reliquia para nostálgicos más que como una marca que pudiera recomendar a cualquier compañero o amigo que le guste el metal.