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Fender Newporter

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Opiniones de usuario (1)

  • Raul Cabezali
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    Opinión de Raul Cabezali el 04/09/2017

    Lo mejor: La pala Fender. Mástil cómodo.

    Lo peor: Maderas laminadas

    De nuevo el abuelo cebolleta con sus historias: compré esta guitarra de segunda mano en Musical Ortiz de Sevilla, cuando aún se encontraba en la calle Sánchez Arjona. Estamos hablando del año 89 o 90.
    Antonio la acababa de colgar en la pared y aún no tenía ni cuerdas puestas. Lo primero que me llamó la atención fue la pala de tipo Fender, y lo segundo el color oscuro de la caoba, similar al de la guitarra de mi profe de entonces (Carlos Cepeda, que tenía una Guild acústica que quitaba el sentío). Vamos que fue "amor a primera vista" y me se antojó completamente. Por entonces yo era un jovenzuelo imberbe y sin ingresos, así que tuve que convencer a la familia para que me la sufragase. No me acuerdo qué mentira dije para que me dejasen el dinero, pero evidentemente no devolví un pavo. Me costó 17.000 pesetas.
    Cuando volví con la pasta, me puse a probar la guitarra y trasteaba en el traste 14 o 15. El mástil hacía una especie de "S", más abultado por los trastes 12 o 13 que por el resto del mástil, así que Antonio dijo (no se me olvida): "habrá que pasarle la limich (sic.)", o sea que le limó un poco los trastes problemáticos y hala pallá. No me disuadió para nada de la compra, así que solté los jurdeles, y hasta hoy. Casi 30 años nos contemplan.

    No es una gran guitarra. Está hecha en Corea. Por sus maderas laminadas no ofrece ni buenos graves, ni agudos acariciadores, ni nada especial, pero sí se mueve bien en la gama de medios y corta bien en la mezcla - se mete por los terrenos donde otras guitarras acústicas no pueden y sobresale cuando se tocan solos -.
    El mástil es bastante estrecho en cuanto a diapasón y a perfil, muy parecido al de cualquier guitarra eléctrica, así que es bastante fácil de tocar con calibres típicos de acústica.
    El clavijero es de ínfima calidad, pero aguanta bien la afinación y en todos estos años no me ha defraudado - ni ha fallado, ni se ha roto, y las clavijas siguen igual de suaves que el primer día.

    En resumen, una guitarra bonita y fácil de tocar. Ni más, ni menos.