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Yamaha Pacifica 112J

Reportajes

  • 25 años de Yamaha Pacifica partner

    En 2015 se han cumplido 25 años desde que vieran la luz las primeras guitarras Yamaha Pacifica, uno de los mayores éxitos comerciales de la empresa nipona. Damos un repaso a su historia, empezando desde el principio.

    el 23/10/2015

Opiniones de usuario (1)

  • IG
    4
    Opinión de IG el 26/12/2019

    Lo mejor: Excelente precio para lo que ofrece. Estética clásica. Buena ergonomía.

    Lo peor: Las pastillas. Los ajustes de volumen y tono.

    Adquirí esta guitarra tras leer opiniones de diversos foros, donde siempre ha tenido buena fama, a pesar de que en los últimos años otras marcas han sacado guitarras bastante parecidas en esta gama de precios.

    Recordemos un poco su historia: Yamaha creó los modelos Pacifica a comienzos de los años 90 como una gama de guitarras tipo superstrat, con especificaciones como un mástil más cómodo y fino, combinaciones de pastillas diferentes a la típica de tres sencillas de los modelos clásicos de tipo Strat, y diferentes gamas según los bolsillos de los guitarristas.
    La Pacifica 112J es un modelo económico, aunque mejor que la Yamaha Pacifica 012, que es el modelo más barato de la gama y que suele acompañar a los pack de guitarra + amplificador.

    Las características, desde que salió, sorprendieron por su precio: cuerpo sólido de aliso (como las Fender Stratocaster), dos pastillas sencillas y una humbucker (todas cerámicas) y un golpeador blanco que le da una estética clásica, mástil más plano que la Fender (más cómodo para guitarristas solitas) y un contorno de cuerpo menos "plano" que la Fender, lo que le da una ergonomía extra a quien toca sentado sobretodo.

    Pero como no todo son cosas técnicas, hablemos de las sensaciones. El sonido de las pastillas es más genérico del que cabría esperar, dando lugar a un sonido bueno en limpio, en especial las pastillas sencillas, que se acercan mucho a las Stratocaster, pero falto de carácter al darle ganancia, lo que es, sin duda, su punto más débil: una guitarra de rock con un sonido algo plano si se va a hacer un sonido lead. Aunque en rítmicas cumple sobradamente, especialmente la pastilla humbucker doble tiene mejor ganancia. Además, los controles de volumen y tono son muy simples pero permiten menos ajuste del deseable, sobretodo para las pastillas sencillas.

    Es el único punto negro que desmerece a una guitarra que, en el resto de aspectos, cumple sobradamente e incluso supera a guitarras más caras, como la estabilidad de la afinación, la comodidad a la hora de tocar o su versatilidad, ya que deja tocar blues, ska, punk, reggae... incluso hard rock o géneros que se resisten a otras guitarras, gracias a la ganancia de su pastilla humbucker, que es potente.

    Sin duda alguna, una guitarra que aún en 2019 recomendaría a un novato, porque sus virtudes superan sobradamente su carencia principal. Y no da los problemas de otras guitarras de su gama, como trasteos o desafinación, que pueden desesperar a un principiante, al mismo tiempo que cumple con su versatilidad para muchos estilos musicales.