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DRC, una cortadora de vinilo doméstica en Kickstarter

09/12/2014 por Teo Tormo

Machina.pro es una empresa australiana que ha estado desarrollando el prototipo de lo que ellos llaman DRC, siglas que corresponden a Desktop Record Cutter, o dicho en castellano, cortadora de discos de escritorio. El aparato tiene la finalidad de permitir al usuario crear –en el argot cortar, dada la mecánica del proceso– en su propia casa o estudio discos de vinilo con cualquier grabación sonora. A diferencia del proceso industrial de fabricación en serie en el que se crean “moldes” para cada cara del disco, y con ellos se va estampando vinilo caliente, esta máquina corta directamente el surco en un vinilo “en blanco” mientras recibe la señal sonora. Obviamente un aparato así es el sueño de todo amante de los vinilos, y especialmente de los discjockeys que siguen pinchando exclusivamente con vinilos, ya que les permite pinchar en su formato preferido cualquier cosa que no haya sido editada antes en vinilo. O mejor aún, pinchar en vinilo sus propias canciones o remixes sin tener que recurrir a realizar una pequeña –aunque costosa– tirada industrial de vinilos.

Ahora Machina.pro necesita fondos para comenzar a fabricar el DRC, y para ello han recurrido a Kickstarter. La recaudación servirá para financiar la fabricación de las primeras unidades, mejorar las características actuales de la máquina y reducir su coste final. Las aportaciones tienen como recompensa aparecer en su web como persona que ha respaldado el proyecto –con diferentes categorías–, pegatinas, grabaciones en vinilo, sudaderas… El que aporte unos 4.550€, tendrá el honor de recibir la primera DRC que fabriquen para comercialización (en el momento de escribir esto parece que alguien ya se ha adelantado) y los tres que aporten unos 4.730€ recibirán las tres siguientes máquinas. Cuando las máquinas comiencen a comercializarse, algo estimado a partir de Mayo de 2015, tendrán un precio final de 5.230€ aproximadamente, ya que Machina.pro da todos los precios en dólares australianos. Además, aseguran que cuanto más recauden, más pueden reducir el precio final de venta del DRC.

Pero, ¿esto no podía hacerse ya?

DRC no es la primera máquina que se desarrolla con la finalidad de cortar vinilos de manera doméstica. La máquina hasta el momento más popular ha sido la T560 Vinyl Recorder, cuyo coste básico era de 3.200€, a los que había que añadir el coste de un tocadiscos profesional (el aparato se monta sobre el tocadiscos), un mixer, un amplificador de 250W, un vúmetro, una aspiradora… la cosa se planta finalmente en unos 4.700€ y es un dispositivo bastante complejo de montar correctamente y de utilizar, quienes lo usan aseguran que necesita una buena cantidad de tiempo de aprendizaje y de vinilos tirados a la basura. Muchos servicios de corte de vinilo por encargo actualmente están realizados con la T560.

El Vinylium Dubcuter ha sido otro dispositivo con algo de popularidad. No es exactamente lo mismo, ya que se trata de una cortadora de dubplates, discos hechos de acetato cuya degradación es mucho más rápida que la del vinilo al reproducirlo. Pero su tamaño es radicalmente mucho menor comparado las clásicas cortadoras Neumann que se han empleado para cortar dubplates, y que tenían casi el tamaño de un mueble de dormitorio. El coste del Dubcuter es de unos 7.500€ y debe montarse sobre un Technics SL-1200MK2.

No podemos dejar de mencionar el Vestax VRX-2000, el intento hasta el momento más ambicioso de comercializar a gran escala una cortadora que fuera sencilla de utilizar y con un aspecto que no hiciera creer que necesitabas un título de ingeniería para usarla. Lamentablemente la VRX-2000 comenzó fallando en su precio, unos 8.000€, aunque por suerte el dispositivo no necesitaba ser instalado sobre un giradiscos adicional, lo llevaba incorporado. Por otra parte, empleaba discos en “blanco” similares al acetato que sólo comercializaba Vestax y que no daban muy buen resultado sonoro. Las cabezas de zafiro que empleaba el aparato también debían ser compradas a Vestax.

Machina.pro pretende ofrecer con el DRC un producto de alta precisión más sencillo de manejar y de mantener que todo lo que se ha visto hasta ahora, y que pueda ser empleado por gente sin experiencia, pero que también pueda ser mejorado y modificado por ingenieros expertos. No necesita montarse sobre un giradiscos –los primeros prototipos sí–, cuenta con un control remoto y además es algo más barato.

Más información en la web de Machina.pro y en Kickstarter.

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