Roland TR-1000: un monstruo de los ritmos que tiene (casi) de todo y cuesta 2699€

Me pongo en modo Napoleón y os digo: "Tras esos knobs, más de cuatro décadas nos contemplan". Porque la nueva Roland TR-1000 no es solo una caja de ritmos, sino una antología de todo lo que la marca japonesa ha desarrollado en materia de percusión electrónica desde los años 80. Desde los circuitos analógicos de la TR-808 y la TR-909, hasta las tecnologías digitales de síntesis más recientes, además de un sistema de sampling heredado del SP-404MKII, esta máquina lo tiene todo. Bueno, o casi.

Para empezar, detengámonos un instante en todas las opciones de creación sonora que integra la TR-1000, ya que creo que es uno de los puntos que más interés puede despertar en muchos de vosotros.

• Motor analógico: 16 circuitos recreados de la TR-808 y TR-909, diseñados desde cero con componentes modernos y parámetros ampliados. No es emulación, es síntesis analógica real.
• ACB (Analog Circuit Behavior): 21 modelos circuit-bent basados en la 808 y la 909, con controles ampliados y acceso rápido para modelado en tiempo real.
• FM: percusión por síntesis de modulación de frecuencia, ideal para timbres metálicos, campanas y texturas agresivas.
• PCM: una amplia colección de sonidos digitales, desde bombos y cajas hasta efectos y texturas.
• Sampling: 64 GB de memoria interna (46 GB libres) que permiten importar, grabar, editar y resamplear audio estéreo, con funciones de time-stretching, slicing no destructivo y sincronización BPM.

La arquitectura de pistas incluye diez canales, los cuatro primeros con capacidad de layering (dos capas) entre motores analógicos y digitales. Cada pista cuenta con su propio generador de sonido, compresor, filtro multimodo, EQ de cuatro bandas, control de envolvente y amplificador. Además, se pueden aplicar efectos por pista, usar sidechain interno, enrutar salidas y asignar hasta tres destinos de LFO por canal.

El secuenciador, aunque basado en el clásico sistema TR clásico de 16 pasos, ha sido ampliado con funciones de edición avanzada, cuantización flexible y control de feel. Y los cuatro primeros canales, esos que dan la opción de combinar dos capas de sonido, pueden secuenciarse de forma conjunta o independiente para cada capa. La TR-1000 pretende mantener la inmediatez de las máquinas clásicas, pero brindando una capacidad de programación más profunda y afín con la producción actual.

La TR-1000 está pensada para integrarse en entornos híbridos, estudios modernos y configuraciones modulares. Además de las salidas de audio principales, monta 10 salidas de audio independientes y una salida estéreo dedicada solo a los efectos analógicos. También ofrece diversas opciones de sincronización con conectividad Trigger/CV y un juego completo de conectores MIDI Din. Y por supuesto también hay USB para comunicarse con ordenadores a través de la aplicación TR-1000 que permite realizar múltiples ediciones y gestionar la librería de sonidos.

 

La TR-1000 también incluye una amplia colección de efectos, tanto analógicos como digitales, que permiten moldear el sonido con precisión y carácter. Desde saturadores y distorsiones físicas hasta reverbs, delays, flangers y moduladores digitales, el sistema ofrece procesamiento por pista, envíos globales y rutas de inserción flexibles. Los efectos pueden automatizarse, encadenarse y asignarse a controles físicos, lo que facilita la edición directa en tiempo real durante la interpretación o la producción.

El diseño apuesta por la robustez y la abundancia de controles con knobs y faders dedicados para un buen número de funciones. Tampoco escasean los botones para acceder a diversas herramientas y funcionalidades sobre la marcha, y la pantalla OLED, similar a la que ya conocemos de productos como el SP-404 MKII, facilita aún más la edición profunda y la navegación por el sistema.

La nueva TR-1000 ya se puede ver en algunas tiendas con una previsión de envío de unas 4 semanas. Su precio oficial es de 2699€.

Más información: Roland