DJ

Análisis de Flow by Mixed in Key

15/11/2013 por Teo Tormo

La gente que está detrás de Mixed in Key, el enormemente popular software de detección de tono para DJs, ha sacado al mercado lo que ellos consideran la primera versión final de Flow by Mixed in key, un nuevo software de directo para DJs. Flow comenzó no teniendo nombre, después pasó a llamarse durante una temporada Danceability, y finalmente tras preguntar a los primeros usuarios del programa cerrado de beta se decidió cambiar el nombre a Flow, aunque acompañándolo siempre de una referencia a Mixed in Key. Lo cierto es que no es la primera vez que la gente de Mixed in Key se atreve con otras aplicaciones para DJs, y realmente no han tenido mucho éxito. Platinum Notes, de la misma compañía, no ha tenido éxito y muchos consideran que las mejoras que aplica a la música son relativas y dependen mucho de la oreja que las juzgue, llegando algunos a sentenciar que realmente no mejora nada. Mashup, otra de sus aplicaciones, ha quedado en algo meramente anecdótico cuyas funciones pueden ser replicadas por cualquier DAW. Metabliss hace lo que promete con los tags de los archivos musicales, pero hay aplicaciones incluso gratuitas que hacen lo mismo. Está claro que Flow hay que medirlo en otros parámetros ya que no es una aplicación de ayuda al DJ, es propiamente una herramienta para que el DJ desempeñe su actuación, y la gente de Mixed in Key nos promete en su promoción que es un software “diferente”. Y diferente la verdad es que sí es, y no sólo por incorporar la popular tecnología de Mixed in Key para ayudarte a mezclar.

La primera en la frente

Flow se puede adquirir por 58$ en su web, también puede probarse gratuitamente con la limitación de que nos dejará importar únicamente 150 canciones. Tras descargarlo y activarlo, nos encontramos con una pantalla de inicio en la que tenemos tres opciones: “Preparation”, “Play”, y “Export”, con una letra enorme en unos botones enormes, para que no nos equivoquemos. Elijo “Preparation” y me encuentro básicamente con algo muy parecido a lo que te encuentras en Serato cuando trabajas en modo offline (con el dispositivo activador desconectado). Un área de trabajo donde añadir canciones a la librería, editar playlists y editar también la información “musical” de la canción. Pero antes de ponerme a agregar canciones, decido configurar el hardware (desde cualquiera de las tres áreas principales se puede acceder a Settings) que voy a usar con la aplicación, y es aquí donde me llevo la primera decepción. Trato de configurar dos controladores que tengo de Native Instruments y es imposible, ninguno de los dos es correctamente reconocido por Flow como controlador MIDI. Cierto es que los controladores de NI realmente no envían MIDI, lo hacen a través de su driver, pero eso no impide que funcionen correctamente con cualquier programa, hasta ahora. Flow sí que detecta uno de los dos controladores y me advierte que lo ponga en modo MIDI para que funcione, pero aunque lo ponga en ese modo Flow no quiere reconocerlo. Casualmente sí que Flow detecta y puede emplear sin problemas el interfaz de audio incorporado en el controlador. Finalmente conecto un controlador MIDI que no necesita ni drivers y puedo configurar Flow un poco. El programa por cierto no está diseñado para ser usado con un mixer externo, claramente está orientado a controlador con interfaz de audio incorporado, ya que al configurar el audio eliges la salida principal y la salida de preescucha, y no da ninguna opción para enrutar cada deck por una salida de audio y poder así enviarlo a un mixer.

Volviendo a la sección de “Preparation”, añado algo de música (la cojo de iTunes, por suerte es compatible con su librería) y automáticamente el programa realiza su análisis. Tras el análisis, tenemos los BPM, tonalidad (analizada con los algoritmos que se incluirán en la versión 6 de Mixed in Key), la forma de onda y además veremos que la forma de onda queda dividida en segmentos según lo que Mixed in Key llama energía (energy) y que podríamos definir como la “intensidad emocional” que transmite esa parte de la canción, por decir algo bonito. Si no estamos de acuerdo con la longitud de esos segmentos, la intensidad detectada, tonalidad, etc. todo puede cambiarse desde aquí sin problemas. Cambiar los segmentos o su nivel de energía es algo tan simple como mover una barrita con el ratón de lado a lado o hacer click sobre un número.

Una cosa que llama la atención en el área de preparación es que en la librería tenemos una columna llamada Quality, donde o bien aparece un símbolo de check (pocas veces), o bien aparece un botón donde pone “Improve Quality” (muchas veces, aunque sean originales en wav). Durante unos instantes me emocioné pensando que igual habían incorporado también alguno de los algoritmos de mejora de Platinum Notes y rápidamente pulsé el botón… para encontrarme con la enorme decepción de que se abría el navegador y me llevaba a la web de compra de Platinum Notes. Desde mi punto de vista es un lamentable método de marketing.

A pesar de que en el área de preparación nuestros temas sean analizados con los algoritmos de Mixed in Key, el resultado del análisis será sólo aprovechable por Flow. En los tags de la canción original no se escribirá la información de tonalidad, quedando esa información disponible únicamente en la base de datos de Flow.

Una interfaz muy arriesgada

Tras tener algo de música añadida pasamos a jugar un poco con ella, nos vamos al área de “Play”. Encontramos muchos elementos a los que estamos acostumbrados, pero nos faltan otras muchas cosas de la interfaz de un software para DJs, algunas carencias son debido a que Flow nos “obliga” a pinchar de una determinada manera, otras carencias directamente son estructurales, es decir, no está porque sencillamente por el momento no puede hacerse. Veamos lo que nos falta:

- No hay controles de pitch en cada deck. Como ya vimos que pasaba en Traktor DJ para iPad, se establece un tempo principal y los decks están siempre sincronizados a ese tempo en el momento que pulsas en Sync.

- No hay control de ganancia en cada deck. Si algunos ponen el grito en el cielo con la ausencia de control de ganancia en controladores, esto les va directamente a provocar úlcera. Evidentemente la función está obligatoriamente automatizada por el software.

- No hay filtros ni efectos. ¿Por qué? Bueno, pues porque no han querido ponerlos.

- No hay hotcues. Si quieres navegar por las diferentes partes de la canción, pincha en alguno de los segmentos en los que en la ventana de preparación se ha dividido el tema según su energía. Si en lugar del ratón quieres usar controlador, puedes asignar un knob, encoder o jog a esta función en Settings, pero solo te servirá para saltar de un segmento a otro.

- No hay vúmetros. Ni uno. Y esto yo ya no lo considero una decisión de diseño, para mi directamente es un enorme error por parte de los desarrolladores. ¿En qué narices estaban pensando?

- No hay CUE. Vale, hoy por hoy no es imprescindible, pero eso tampoco justifica que no lo pongan.

- Y lo mejor para el final: no hay controles que te permitan monitorizar por auriculares la mezcla que sale por la salida principal. Nuevamente algo inexplicable, especialmente si desde la configuración del programa orienta al mismo a ser usado con un controlador con salida principal y salida de auriculares y no nos deja enrutar a un mixer externo. Si haces algo así tienes que permitir que a nivel de software se pueda de alguna monitorizar el master en los auriculares. Evidentemente puedes preescuchar a la vez los dos decks, pero eso no te da una referencia apropiada.

Algunas de las ausencias de esta interfaz me hace pensar que a pesar de lo mucho que presume Mixed in Key de tener el apoyo de muchos DJs populares en sus aplicaciones, a la hora de diseñarlas y no tienen un DJ cerca al que consultar. Bueno, si ya hemos contado lo que no tenemos, es fácil hacerse una idea de lo que sí que hay:

EQ de tres canales por deck, control de volumen, crossfader, botón de play en cada deck, botón de preescucha, sync y botón de loop automático con selector de tamaño del loop. Esos son los elementos con los que contamos para pinchar. Por lo menos la EQ hace kill total en todas las bandas, algo que me encanta. Vale, antes los DJs contaban con incluso menos funciones en los típicos dos platos y mixer, pero antes también los coches no llevaban dirección asistida, y creo que no por ello aceptariais comprar hoy en día uno nuevo que no llevara.

Esta interfaz y esta gran automatización de funciones nos conduce a centrarnos en las características “especiales” que Mixed in Key ha incorporado en Flow. Como ya he explicado antes, el programa divide cada canción en segmentos según la “energía” de cada segmento, pinchando con el ratón o usando el encoder asignado a la función, podemos saltar de un segmento a otro de una manera muy limpia ya que el programa hace un fundido cruzado bastante suave entre un segmento y otro teniendo en cuenta lo restante del compás actual del segmento en reproducción. El resultado es bastante limpio y logrado. Bien por Flow, por fin encontramos una característica realmente distintiva y bien hecha. El salto entre un segmento y otro puede ser de dos maneras, o bien la reproducción del segmento comienza desde el principio del mismo si hacemos click al principio del segmento en la forma de onda, o bien si hacemos click en cualquier otra parte del segmento la reproducción en el segmento se inicia saltándose el mismo número de compases que ya se hayan reproducido en el segmento actual, es decir, si en el segmento actual ya se han reproducido dos segmentos, al saltar al siguiente comienza a reproducir dos compases después del inicio. Si paramos la reproducción del tema, y volvemos a pulsar play, el segmento se reproduce desde el principio.

Otra de las características bien realizadas del programa (no podía ser menos) es la detección de tono y la manera en que te aconseja temas compatibles con el que está sonando en función de su tonalidad. En el área de reproducción, en la parte inferior, nos aparecerá en la parte izquierda un playlist que crea automáticamente el programa llamado “Dynamic Playlist”, ahí aparecen automáticamente las canciones compatibles con la que está sonando. No falla, el correctísimo análisis hace que todas las mezclas sean armónicas, unido a un algoritmo de análisis de BPM y sincronía bastante logrado, da como resultado una sesión homogénea, independientemente de lo simple que a algunos les pueda parecer dadas las herramientas.

Y ahora a exportar

En el apartado “Export”, el que nos queda por ver, Flow almacena dos tipos de información. Por una parte tenemos el top 100, que es el listado de las 100 canciones que más hemos reproducido, pudiendo ver el top 100 de la última semana, el último mes, o los últimos seis meses. Ciertamente es práctico para ver si te estás volviendo excesivamente repetitivo. Por otra parte tenemos el historial detallado de las últimas sesiones que hemos realizado, pero lo interesante de esto, es que en cualquier momento podemos exportar la sesión de cualquier día. ¿Verdad que cuando haces las mejores sesiones se te olvidó pulsar “Rec”? Bueno, ya no tienes ni que acordarte, si tu sesión estuvo bien, simplemente debes hacer click en “Save recording tu disk” cuando acabes, o mañana, o pasado, o el fin de semana que viene… Es una característica realmente fantástica, únicamente empañada por el hecho de que no se puede elegir el formato de exportación y siempre se genera un archivo .M4A.

Probando a hacer un uso realista

Tras conocer las características del programa, entender cómo funciona y saber donde están sus puntos fuertes y débiles, lo lógico es tratar de hacer con él una sesión. Añadí unos 60 temas a la librería y dejé que los analizara confiando totalmente en los resultados por defecto del análisis. En primer lugar debo decir que estoy muy acostumbrado a escuchar la señal del master por auriculares y también mezclarla con la de la preescucha, así que al no poder hacer esto de manera normal con el programa la situación me resultaba algo incómoda, quizá sea un defecto en mi forma de pinchar, pero creo que ya es tarde para acostumbrarse a otra cosa.

Se hace práctico en cierta forma que el programa te divida en segmentos la canción, la mayor parte de las veces estas divisiones que hace el programa coinciden con la estructura real de la canción, aunque a veces las partes más suaves o los “parones” te los subdivide por motivos que no termino de entender. Como decía, es práctico, porque directamente puedes saltar partes de la canción rápidamente sin haber tenido que hacer antes la labor previa de marcarte hotcues, dada la fiabilidad del programa tampoco es necesario que te conozcas excesivamente los temas. Respecto a las posibilidades de remezcla en directo que sugieren los creadores de Flow empleando esto de los segmentos, ya tengo mis dudas. Yo que me he dedicado mucho a hacer cositas empleando loops automáticos cortos, efectos combinados, usar disparadores de hotcues como si fueran percusión, filtros… lo echo todo de menos, y no creo que el futuro esté en estar saltando de una parte de la canción a otra todo el rato, por mucho que la transición sea perfecta. Es una característica interesante, pero no tanto como para no incorporar otras. Creo que lo importante es darle al DJ todas las herramientas y que pueda elegir las que quiere emplear en cada momento. Es curiosa una frase que hay por la web de Flow, donde se sugiere que al tener el programa las letras y controles de gran tamaño, estás menos rato mirando la pantalla y puedes estar más pendiente de tu público. Me hace pensar en si quizá la gente de Mixed in Key piensan que lo único importante es poner temas y estar haciéndole corazoncitos con las manos al público. Espero que no.

La sincronía automática es perfecta, los 60 temas se sincronizaron perfectamente entre ellos, y el análisis de tonalidad es muy preciso, pudiendo hacerse mezclas armónicas durante toda la sesión. Pero la función automática que no me convence es la ganancia, que no puede desabilitarse. No es que funcione mal, al contrario, pero soy muy maniático de tener control absoluto de la señal sonora y aunque me gusta usar la sincronía automática, no me gusta que los niveles estén en piloto automático siempre. En ocasiones no me gusta todo tan fuerte como te lo suelen plantear los niveles automáticos, prefiero una señal menos intensa y rellenar todo un poco con sugerentes efectos. Claro que aquí no tengo efectos. Es curioso como mientras mezclas con el programa, suena todo relativamente bien, aunque a la hora de exportar la sesión, no tengo claro si por el codec o por algún otro motivo, todo suena un pelín saturado.

El rendimiento del programa es francamente muy bueno, aunque no puedes configurar buffers de audio ni nada parecido, la latencia es muy baja y la respuesta excelente. Ni un solo ruido, interrupción o cuelgue durante las pruebas, unido a un funcionamiento muy suave.

Sacando conclusiones

Lo que nos ha gustado

- Perfecto análisis tonal y perfecta sincronía automática.

- Fantástica idea la de poder exportar cualquiera de tus sesiones desde el historial.

- Bien logrado el salto entre los segmentos.

Lo que no nos ha gustado

- Ausencia de controles para poder escuchar el master en los auriculares. Enfocado a la mezcla únicamente en un controlador.

- Programa totalmente centrado en una serie de funciones estrella.

- Problemas de compatibilidad de hardware.

- Ausencia de algunas funciones típicas.

En resumen

Mixed in Key nos ofrece en Flow una serie de funciones geniales que por sí solas no bastan para darle vida propia a un programa que tiene algunos fallos de diseño y que en suma es excesivamente simple por sus carencias, tanto que uno llega a plantearse si nos están vendiendo una versión beta muy depurada para financiar la versión final. Aunque uno no tiene claro si es peor eso o que los desarrolladores piensen que un programa así es el futuro. El programa realmente sirve para pinchar, me gustaría que quedara claro que el programa sí que sirve para lo que está pensado, el problema está en que debes pinchar de una manera muy concreta, y de ahí poco puedes salirte, y eso es una jugada tan arriesgada que parece incluso extraño que hayan decidido tomar ese rumbo.

Si el software evoluciona añadiendo funciones tales como efectos, filtros, sampler, funciones avanzadas de cueing… y soluciona algunos de sus problemas de diseño, mientras se mantiene su buen rendimiento, quizá comience a volverse realmente interesante. Mientras tanto no merece la pena gastar el dinero, aunque probar su demo puede ser interesante para conocer las características que tratan de hacerlo diferente.

Alternativas: En aspectos como la constante de la sincronía automática o las sugerencias de canción basadas en tonalidad, recuerda mucho a Traktor DJ para iPad, que cuesta 20€. A pesar de ello Traktor DJ es más versátil, disponiendo de filtros, funciones cueing avanzadas, el freeze mode...

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