Sonido en vivo

Review de los altavoces LD Systems Stinger MIX 6 A G2 y MIX 6 G2

30/04/2015 por Ibon Larruzea
Veredicto
Estas cajas son lo que son: unas compañeras muy útiles, pequeñas y ligeras. ¿Nos valen para ir a un bar y tocar unas canciones con la guitarra? Sí. Y además, te entran las dos cajas en una bolsa de deporte. ¿Sonarás bien? Si eres una persona apañada con el sonido y conoces los puntos flacos del producto, nadie vendrá a decirte después de un concierto... "Oye, que el grave te distorsionaba".

LD Systems es una marca que proporciona soluciones muy diversas a un precio muy competitivo. Desconozco las lineas ideológicas internas de la marca, pero puedo decir que conozco los resultados: "¿Tienes una necesidad? Nosotros te damos una solución práctica". Las cajas MIX6 (A)G2 son una prueba de ello.

Seamos realistas. En muchas ocasiones no hace falta llegar a la excelencia sonora, pero siempre son de agradecer equipos ligeros, baratos y resultones.

¿Para qué sirve? ¿ A quién le puede interesar?

Estamos hablando de dos cajas de reducido tamaño, que se venden por separado: una activa con un mezclador incorporado y otra pasiva, que pueden resultar verdaderamente útiles en el día a día de músicos, empresas de espectáculos, salas de prensa, restaurantes.... incluso para estudios de grabación.

Dado que la caja activa tiene una salida amplificada, se puede utilizar la caja pasiva como esclava de ésta para configurar un sistema mono de dos cajas, o se pueden utilizar dos cajas activas para disponer de un sistema estéreo —aunque creo que, viendo el bajo coste de la primera opción y las características del producto, es la configuración que puede darnos más alegrías—.

Las capacidades de estas cajas pueden ser de utilidad, por ejemplo, en ensayos de músicos. Así las probé en un par de ocasiones, utilizando solo la caja activa, delante de una cantante, a modo de monitor para ella. En realidad, creo que podrían valer para casi cualquier grupo, salvo aquellos que ensayen realmente altos de volumen, y con cantantes que no proyecten mucho la voz. Vamos, que si tu caso no es una situación crítica, te valdrá como monitor personal, y en caso de que el grupo sea de música tranquila, como jazz o folk, incluso podrían valer —utilizando las dos cajas, eso sí, como sistema de monitoraje global para voces y teclados—. Las empresas de alquiler también pueden beneficiarse de ellas para eventos como entregas de premios, carreras... etc.

Incluso en estudios de grabación, donde a veces hay que enviar una señal de monitoraje o talkback, las MIX6 nos pueden dar un buen servicio. Otras veces sucede que tienes el equipo apagado, y necesitas oír algo. Pongamos por ejemplo, cuando estás soldando cables, o reparando algún aparato, y no tiene sentido encender un equipo de escucha de muchos miles de euros para escuchar un poco Youtube.

Básicamente, en el ámbito profesional es una caja para servicios auxiliares, y en el ámbito amateur, pues casi cualquier cosa. Pero al final, para ambos, es uno de esos chismes que terminas usando casi todos los días. Te puedes comprar un Neumann U47, pero sabes que sólo lo vas a usar de vez en cuando. Estas cajas son la antítesis. No son ninguna exquisitez, pero creo que en un estudio solo trabaja más que ellas el pobre ordenador.

Fijaos en lo completo de su mezclador:

Abajo a la izquierda podemos ver los tres canales para micrófono con entradas tipo Combi, dos cortes de ecualización, ganancia y un envío al motor de efectos. El cuarto canal sirve para entradas de línea, tanto en entradas coaxiales como en minijack. A su derecha, una salida estéreo de la mezcla marcada como “REC OUT”, que puede servir también para enviar la señal a una etapa, la alimentación Phantom, y la salida amplificada.

En la zona superior, a la izquierda, el motor de efectos, con reverbs, delays y chorus, que puede ser silenciado y dispone de control “wet/dry”, y a su derecha, el ecualizador general, el control de volumen global, y una salida mono con su propio control de volumen.

¿Qué tal es la calidad de construcción?

Para usos “indoor”, correcta. Lo que no sé es como aguantará su fino acabado los roces y golpes de la dura vida del directo. Supongo que no se les puede pedir que aguanten como unas Martin Audio. Las conexiones, eso sí, parecen ir bien, y los potenciómetros, si no se ven envueltos en ambientes muy sucios, creo que podrán funcionar hasta amortizar la caja.

El peso es realmente bajo, sobre todo en la caja pasiva, y el volumen, apenas un poco mayor que una pelota de fútbol.

¿Qué tal suena?

Quizás la pregunta correcta sería... ¿hasta qué punto queréis que nos pongamos quisquillosos? Bromas aparte, el sonido es de calidad básica. Son cajas pensadas para sonar, no para sonar bien.

Suena mejor la caja pasiva que la activa. La explicación es que la activa presenta una serie de vibraciones en la parte posterior, en la zona del disipador de calor del amplificador, que distorsionan el sonido, sobre todo, con señales con contenido inferior a 200Hz.

Procedemos a mandar una senoide de 100Hz a ambas cajas, asegurándonos de que la señal tiene un nivel adecuado, y obteniendo 100dBs (flat) a unos 0,3 metros de una de ellas con ambas cajas sonando (el fabricante anuncia un SPL máximo de 122dBs para cada caja). Grabamos la señal colocando un micrófono de medición enfocado a la parte trasera de ambas cajas.

A la izquierda podemos ver la forma de onda reproducida por la caja pasiva, y a la derecha, la reproducida por la caja activa, donde se aprecia notoriamente la distorsión producida.

A continuación, podemos escuchar ambos sonidos.

[ 100Hz caja pasiva (WAV) ]

[ 100Hz caja activa (WAV) ]

Esta distorsión comienza aproximadamente en los 200Hz. Una voz femenina normal queda por encima de esa frecuencia, y la de hombre, muchas veces también. Pero la guitarra o el piano sí que tienen mucho registro por debajo, y por tanto, la distorsión será audible.

Espectralmente, el LD anuncia un ancho de banda sin especificar el grado de tolerancia (por ejemplo -3dBs) ni la presión sonora a la que fueron hechos los tests, de 80Hz a 20KHz. En mis pruebas, utilizando un tamizado de 1 octava sobre una FFT de resolución de 65.000 puntos, los resultados a 95dBs (Flat) a 1KHz, y con las secciones de ecualización ajustadas en modo plano, han sido:

A la izquierda el altavoz pasivo, y a la izquierda, el activo.

Puede ser que la frecuencia de sintonía que fue buscada durante el diseño del bass reflex haya sido de 80Hz aproximadamente. De ahí que, según especificaciones, el ancho de banda sea ese. Sin embargo, la caja apenas tiene respuesta a esa frecuencia, y es su segundo armónico, en la zona de 160Hz, el que en la práctica define la frecuencia más baja del ancho de banda.

A oído, el sonido, lógicamente, es pobre en graves. Su agudo es poco agraciado, pero los medios no están mal —de hecho, son bastante rápidos. Ventajas de no tener que reproducir los graves y utilizar un 6”—.

El ruido de fondo es bastante alto, demasiado si lo queremos utilizar como monitores de estudio, pero pasará inadvertido en ambientes de directo. La calidad de los efectos está en la linea del resto del producto: las reverbs cumplen en situaciones de batalla, y el delay puede ser de ayuda para elementos como las voces.

Para analizar su sección de ecualización utilizamos la salida de monitor out y mandamos una señal de barrido. Podemos observar que la respuesta de la señal no es plana. Es importante notar que esta ruta de señal no incluye la etapa de amplificación ni el altavoz, solo la señal de línea entrando por un canal y saliendo por la salida de monitoraje.

Ahora activamos el corte de graves —marcado como 80Hz— al máximo, y reajustamos el nivel de la señal.

Sorprende que no sea una curva tipo shelf. Y también sorprende que esté sintonizada a 180-200Hz en lugar de a 80Hz, que es lo que marca. Retiramos este ajuste y hacemos lo propio con el corte de agudos, marcado como 12KHz. Reajustamos el nivel de la señal, y ya estamos listos para tomar la gráfica.

En este caso, la frecuencia se ajusta más a lo esperado.

¿Es normal que lo que marca el ecualizador no corresponda con lo que realmente hace? Pues sí. Y lamentablemente derivado de esto, hay mucha confusión entre los técnicos. Muchos mitos sobre si tal ecualizador es más musical, o más estético que este otro... cuando lo que sucede muchas veces es que el circuito LRC que compone ese corte de ecualización no está bien ajustado, y actúa en otra frecuencia distinta a la que marca. Si realizáramos mediciones de nuestros ecualizadores, veríamos cual es su auténtica precisión.

Conclusión

Creo que ya está todo dicho. Estas cajas son lo que son: unas compañeras muy útiles, pequeñas y ligeras. Vamos, que son una llave inglesa, o un rollo de cinta aislante. Siempre que haces algo de bricolaje en casa, los utilizas.

¿Nos valen para ir a un bar y tocar unas canciones con la guitarra? Sí. Y además, te entran las dos cajas en una bolsa de deporte, y lo mejor, llegarás al bolo con una sonrisa sabiendo que por la parejita activa y pasiva te has gastado solo algo más de 300€ (su precio recomendado es de 269 euros para la caja activa y 115 euros para la esclava pasiva, aunque se ven más baratas en tiendas) y llevas cajas, etapa y mesa de mezclas con FX.

¿Sonarás bien? Si eres una persona apañada con el sonido y conoces los puntos flacos del producto, nadie vendrá a decirte después de un concierto... “Oye, que el grave te distorsionaba”. A menos, claro, que esa persona haya leído este artículo, tenga ganas de ligar contigo, y no sepa cómo entrarte de otra manera.

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