Grabación

¿Cuántas versiones del 1176 necesito?

17/03/2018 por Antonio Escobar Actualizado el 21/03/2018

Como amante del sonido, esta nueva era de software musical es a la vez una bendición y mi pesadilla. ¿Qué avances son necesarios para mantenerme al día y competitivo y cuáles son simplemente distracciones? ¿Cuántas emulaciones de 1176 necesito?

Ya estoy cerca de dos décadas compartiendo lo que he sabido en cada momento sobre esta profesión y tengo la suerte de estar en un momento de mi carrera en el que puedo permitirme casi todo a nivel de exquisitez sonora.

Acabo de volver de Londres de pasar unos días trabajando en los estudios Abbey Road, que son de sobra conocidos por sus aportaciones a la historia de la grabación sonora gracias a un equipo de gente que se encontraron muchas limitaciones y tuvieron que resolverlas con imaginación, inventiva y buen hacer, así como la cuna de uno de los primeros grupos que usaban la producción como herramienta creativa, The Beatles.

Más allá de lo emocionante de verte en Abbey Road grabando con la London Strings, algo que me llamó la atención es la cantidad de equipo disponible. El pasillo que lleva al mítico estudio dos está repleto de armarios que, a su vez, están llenos de equipo. Y quiero decir llenos: un armario lleno de altavoces (desde Yamaha NS10m hasta Barefoot), otro de efectos (desde Roland Space Echo a... cualquier cosa que imagines), previos (EMI, Avalon, Neve). El ingeniero que me ayudó en la sesión, Lewis Jones (Star Wars, Avengers, James Bonds Skyfall) me hizo la fatídica pregunta: "¿qué quieres para la sesión?", y tras indagar, me di cuenta que todos mis sueños húmedos de equipo estaban disponibles. ¿U67? ¿Cuántas docenas? ¿Un piano? ¿Yamaha, Steinway...? Y en ese momento recordé algo por lo que yo ya había pasado:

Tener demasiadas opciones te desvía del camino.

Pornografía sónica

He pasado de pagar en mi juventud dos años de préstamo (e intereses) para comprar equipo a dejar de comprarlos porque no caben en mi estudio, de soñar con tener un estudio a tener 4 a mi disposición, de trabajar solo en jornadas imposibles gratis en la terraza del piso familiar a viajar por el mundo aprendiendo del talento de gente que sabe mucho más que yo, de tener una opción para cada herramienta básica a tener más opciones de las que nunca podré usar. También he cerrado el círculo del sonido: de trabajar "out the box" (OTB, solo con hardware), a trabajar "in the box" (ITB, solo con software), a trabajar híbrido, a trabajar ITB otra vez, a tener la oportunidad, en 2018, de trabajar OTB en Abbey Road y poder elegir cualquier cosa y elegí la opción de previos más sencilla (una Neve 88RS que había en el propio estudio), la opción de micros más conservadora, la opción de EQ y efectos más básica y dedicarle ese tiempo extra a colocar mejor los micros, a dirigir mejor al equipo.

Hace algún tiempo (y es algo que se ha documentado en las Steinberg Sessions) decidí simplificar el número de opciones que manejo a la hora de mezclar y el 99% de mis mezclas se basan en 4 o 5 efectos básicos (EQ de Steinberg, el canal Waves SSL, unas reverbs de Waves, Lexicon y Softube y algunos compresores de Waves o Softube). Desde entonces dedico más tiempo a sentir lo que hago que a pensar qué inserto, a dibujar la mezcla en lugar de pensar en ella. Dicho todo esto, voy a dejar unas pequeñas recomendaciones:

  • Prueba los plugins de tu DAW antes de comprar más. La mayor parte de las DAWs modernas traen una colección de opciones muy pontentes, muchas veces al nivel de las comerciales para las operaciones básicas.
  • Aprende a utilizar los plugins/hardware y aprende su potencial. Muchos (yo también) acabamos usando efectos para una única aplicación, lo que limita la utilidad muchas veces.
  • Huye del efecto "luces de colores" y escucha el resultado. Una interfaz bonita nunca hace daño y muchas veces puede mejorar el uso de un efecto, pero que no sea lo primordial.
  • No siempre una emulación de algo analógico es mejor que su proceso equivalente digital y viceversa.
  • Como siempre, si suena bien está bien. Yo mismo me he sorpendido a recuperar ciertos plugins que había ignorado hace más de una década y que ahora uso a diario.

Así que la próxima vez que queráis comprar otro plugin, sobre todo sin haber probado los que trae la DAW por defecto, quizás sería el momento de preguntarse cosas como cuántas emulaciones del UREI 1176 o del Neve 1073 diferentes se necesitan y, sobre todo, qué importancia tiene cuál es la mejor si muchos no han escuchado jamás el original. Al final puede ser mejor dedicarle más tiempo a la parte artística y menos a la técnica :-)

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