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Entropía: producción de un disco de indie cósmico

03/09/2013 por Antonio Escobar

Yo empecé en la música de casualidad y por curiosidad hace unos 20 años y desde entonces he tenido siempre, en mayor o menor medida, proyectos musicales más personales. Durante mis primeros años amateur, me ayudaron a aprender los fundamentos de la composición y la producción musical en general. En los primeros años mis grupos eran infructuosos intentos de imitar a Depeche Mode y aprendí mucho sobre estructura, melodía y programación. Más tarde, abrí mi abanico de gustos y jugueteé con nuevas tendencias, fusiones y descubrí la importancia de la grabación y la mezcla. Todo ello me abrió mi carrera como profesional, en la que llevo inmerso más de 15 años.

ENTROPÍA

Muchos de vosotros conocéis mi trabajo en publicidad, cine, discos, etc, y la pregunta obvia es ¿por qué continuo dedicándole tiempo a mis proyectos personales? En primer lugar, tiene un punto lúdico. Cómo músico, me da la oportunidad de interactuar con gente que valoro y de la que aprendo nuevas cosas, además de cubrir mi "cuota" de satisfacción musical personal. Como productor, son proyectos que me permiten mucha más libertad que mis compromisos diarios, tengo la oportunidad de probar técnicas nuevas, estructuras diferentes e incluso equivocarme y rehacer.

Mi último proyecto personal había sido un viaje de 15 años con el nombre de "Maydrim". Durante esos años había jugueteado con el Trip-Hop, el Rock, el Electro y doscientas cosas más, rodeado de músicos y cantantes, generalmente de buen nivel con los que había crecido y me había enriquecido (intelectual y musicalmente hablando, claro). Habían pasado ya casi 3 años desde que mi compañera de la última etapa, la cantante inglesa Sara M. Campbell, y yo decidiéramos cerrar nuestra colaboración, años en los que me había volcado en mi trabajo como productor y compositor. Había sido una etapa muy prolífica, en la que había estado envuelto en varias películas, anuncios y bandas de gran calibre, pero en mi interior tenía necesidad de verme involucrado en trabajos más personales.

Y un día me crucé con Lola Rueda, mi compañera en Entropía. A pesar de su juventud, no es nueva en la música. Hace algunos años era la líder de She, un grupo sevillano de Rock formado únicamente por chicas que tuvo mucha relevancia a nivel nacional, ganando diversos concursos. En aquella época intercambiamos algún e-mail gracias a algún amigo común, pero la cosa nunca fue a más, hasta que por fin nos conocimos en el verano de 2012 y surgió la chispa. El plan era sencillo: trabajar juntos y ver qué tal fluía. En nuestro primer de semana juntos dimos forma a cuatro canciones y ahí empezó lo que hoy es Entropía.

Aunque ahora está por Madrid, Rueda tenía su residencia en Sevilla y yo en Madrid, por lo que cada vez que nos quedábamos para escribir canciones hacíamos fluir un torbellino creativo hasta que en un total de tres encuentros le dimos forma a todo el repertorio del disco componiendo la mayoría de las canciones. Influidos por la tesis doctoral en la que se encuentra inmersa Lola, el disco tomó forma alrededor del tema de nuestra percepción del Universo, la insignificancia del ser humano y la complejidad de las relaciones personales.

LA PRODUCCIÓN

Sobre unas bases a piano y voz, trabajé algunos días más dándole forma a la producción de los temas, buscando nuevas sonidos, estudiando tendencias, hasta ir completando las demos, donde programaba todos los instrumentos que después serían interpretados por músicos menos virtuales.

El proceso de grabar con instrumentistas es siempre enriquecedor y es, sin duda, una de mis partes favoritas porque abro mi imaginario y le sumo el de otra que conoce su instrumento y aporta su bagaje a nuestro proyecto. En esta ocasión nos rodeamos, por mi parte, con dos personas que admiro y quiero, y son constantes en casi todos mis proyectos, Juan de Dios Martín (productor musical e instrumentista) al bajo y Ezequiel Navas a la batería. Por parte de Rueda, tuve la suerte de trabajar con el estupendo guitarrista sevillano Frank Benjim, componente del grupo Holland (Post-Rock), Juan Carlos Passas al saxo, y el cuarteto de cuerda formado por Ana Sevilla, Manuel Jesús López, Fátima Merino de Asis y Elisa Prenda, que añadieron la emoción de la cuerda en dos temas.

La primera tanda de grabaciones se hizo en Sevilla, en los estudios Pocos, donde grabamos la primera tanda de guitarras y cuerdas y posteriormente nos fuimos al Local Mairener, donde grabamos algunas voces extras y el resto de las guitarras. La microfonía empleada fue Gefell, Beyerdynamic, Studio Project y algunos micros de T-Bone, a través de la UR824 de Steinberg. En la grabación de cuerdas usé un micro por instrumento y un micro estéreo para el ambiente, consiguiendo así el sonido del "ensemble" y dándome la oportunidad de reforzar cuando me hiciera falta. Las guitarras acústicas fueron grabadas con mi Studio Project T3 modificado, buscando el punto de equilibrio (en este caso, más cerca del mástil que de la boca) y para las eléctricas se usaron multitud de pedales a una caja de inyección para dividir la salida en dos señales: una que iba a un amplificador Yamaha THR que usamos de referencia (y que luego volví a usar para reamplificar) y otra que iba directo al previo. Grabar las guitarras eléctricas sin amplificador, me daba más opciones para tratarlas y me facilitaba el trabajo en entornos menos controlados.

Unos días más tarde, en dos mañanas grabé en el estudio La Buganvilla las baterías con Eze, asistido por Carlos Sartorius. Si mi memoria no me falla, la microfonía usada fue:

  • Bombo: AKG D-112
  • Caja arriba: Shure SM-57
  • Caja abajo: Shure SM-57
  • Toms: 3x Electro-Voice RE-20
  • Overheads: 2x Neumann U87
  • Ambiente: 2x AKG-414

Todo se grabó en Pro Tools HD y con piezas de Neve, Apogee y Summit. La colocación de los micros fue una Glyn Johns aumentada.

Ezequiel es un gran baterista y no requirió más de dos tomas para ninguna canción. En muchas ocasiones era la primera toma y se pinchó algún redoble improvisado. No me gusta imponer los redobles, así que cuando programo baterías que van a ser tocadas por un ser humano de mi confianza, suelo sólo sugerir ciertos patrones y dejar a la inventiva del batería el resto.

La última tanda de grabación correspondió a Juan de Dios en su estudio Casadios. Usó un bajo Fender Jazz Bazz y un amplificador Ampeg B15R con un Brauner VMA, grabando también la señal limpia con la caja de inyección A-Designs Reddi. Ambas fuentes fueron grabadas con dos canales LaChapelle 992EG a mi Steinberg UR824 directamente a Nuendo. Como siempre, la grabación fue muy rápida, y en unas horas estaba todo listo.

EL DISCO

Como casi todo disco improvisado que se precie, todo ha cambiado mucho desde la primera demo hasta ahora que está todo casi terminado y, para mí, esa es la belleza de hacer un disco, ver cómo evoluciona, muta y se transforma con las aportaciones.

En vuestras manos tenéis un adelanto, que es Off To Space And Back, pero en las próximas semanas tendréis la oportunidad de escuchar el resto y me gustaría que este artículo os sirva de guía para apreciarlo un poco más :-)

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EL CONCURSO

Como no podría ser de otra forma, os recuerdo que estamos inmersos en el concurso de mezcla (NO REMEZCLA) de la canción "Off To Space And Back", por lo que tenéis una radiografía de uno de los temas del disco.

Como quedan pocos días, voy a dar unos truquillos para mejorar las mezclas y animaros a darle un empujón a los últimos rezagados.

1º. No hay que usar todas las pistas. Este punto es importante. El que mezcla debe decidir si necesita todo el material o no. En este caso, no hay tanta densidad, por lo que posiblemente sí se usen la mayoría, pero, insisto, es a discreción del mezclador.

2º. Lo más importante en una mezcla es crear contrastes. Si el tema no cambia de principio a fin, el oyente se aburre. Juega con panoramas, frecuencias, estéreos y monos para mantener el interés.

3º. El bombo y el bajo ocupan las mismas frecuencias graves: encadénalos. Esta es una canción con un bombo muy prominente (y aumentado). Es un caso ideal para encadenar el bombo y el bajo en sus frecuencias graves. Hace meses publiqué un artículo (https://www.hispasonic.com/amp/blogs/mezcla-musica-electronica-haciendo-espacio-graves/37208) donde lo explicaba convenientemente.

4º. Usa referencias. ¿Hay un disco que te gusta el bajo? ¿Tus altavoces no son fiables? Usa referencias, compara el equilibrio y el contenido espectral constantemente y conseguirás sobrepasar esta dificultad.

Ánimo y ¡a mezclar!

Fotos: Laura M. Campos & Miguel J. Jiménez, Dave Rodríguez y Ewelina Maslowska.

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