Focusrite RedNet TNX a prueba: conectividad Dante en formato Thunderbolt
Pros
- Hace todo lo que se espera de ella sin fallo.
- Es ampliable al doble de canales por un precio razonable.
Contras
- Como todo lo Dante, es injustificablemente cara.
- No es tan relevante, pero el software podría ser mejor.
Precio
- Focusrite RedNet TNX: 2190.00€ en Thomann
Durante más de siete años, la Focusrite RedNet PCIEr fue una pieza fundamental en mi estudio, conectando mi NTP DAD AX32 a mi ordenador con bajas latencias a través de Dante. En mi caso, el uso de Dante no fue una elección personal, si no el resultado de la necesidad de conectar el DAD a mi estudio y permitir, además, que fuera ampliable, puesto que los 64 canales se me quedaban algo cortos en mi setup. Hasta ese momento la PCIEr había funcionado realmente bien, pero la transición de Apple a su propia arquitectura Silicon dejó a esa generación de tarjetas sin soporte, obligando a muchos usuarios a replantearnos su infraestructura.
La incompatibilidad de la tarjeta RedNet PCIeR con los sistemas Apple Silicon no responde a una cuestión de software ni de controladores, sino a una limitación física derivada de la evolución del estándar PCIe. Esta tarjeta, desarrollada en 2010, es una implementación OEM, es decir, un rebranding por parte de Focusrite de una solución propia de Audinate (al igual que otras de marcas como Yamaha) y está basada en un chipset Brooklyn montado una tarjeta de la primera generación de tecnología PCIe. Desde entonces, las placas base han experimentado varios cambios en el diseño del bus, lo que ha provocado que muchos sistemas actuales, incluidos los equipos con procesadores Apple M1 y M2, no reconozcan correctamente dispositivos PCIe de generaciones anteriores. Al tratarse de una incompatibilidad a nivel de hardware, no existe solución posible mediante actualizaciones de firmware o drivers. Como consecuencia, Focusrite ha confirmado oficialmente que la RedNet PCIe y PCIeR no son compatibles con Apple Silicon, recomendando no utilizarlas tampoco en plataformas AMD Ryzen.
Aspecto exterior
[Índice]Como podéis ver en este unboxing, la TNX mantiene una bonita estética industrial propia de la serie RedNet: carcasa metálica robusta en rojo metalizado, conectores RJ45 para red primaria y secundaria (esta última también usable para encadenar otros dispositivos Dante) y doble puerto Thunderbolt. Además, incorpora anclajes inferiores para fijación en rack o mobiliario técnico, algo muy útil en instalaciones permanentes o móviles.
Un aspecto destacable es la integración de una interfaz virtual de red (vNIC), que permite a los sistemas operativos comunicarse con el dispositivo directamente a través del cable Thunderbolt, sin necesidad de conexiones Ethernet adicionales. Aunque yo no la uso porque separo las redes, esta función agiliza el flujo de trabajo y reduce la complejidad del cableado en instalaciones temporales o configuraciones móviles.
Dentro de la caja
[Índice]El RedNet TNX no pretende cubrir todos los frentes, sino hacerlo muy bien en uno concreto: ofrecer conectividad Dante de alta densidad a través de Thunderbolt 3, sin florituras. De serie, permite gestionar hasta 128 canales de entrada y 128 de salida, y mediante la licencia Dante Ready se puede ampliar hasta 256x256 canales en frecuencias de muestreo estándar (hasta 96 kHz). Es una decisión bastante peculiar, pero que responde a un criterio práctico: reducir el coste base del dispositivo y permitir que el usuario elija si realmente necesita esa capacidad adicional.
Aunque dispone de ventilador interno, este solo se activa bajo carga significativa y su nivel sonoro es suficientemente bajo como para no interferir en entornos de escucha crítica. En mi caso, al estar en una sala de máquinas es algo que no me afecta, pero no es un detalle menor, especialmente para ingenieros que trabajan con el equipo en la misma sala.
Baja latencia, alta estabilidad
[Índice]Durante varias sesiones de prueba el rendimiento dla TNX ha sido ejemplar. Con un buffer de 32 muestras, se obtuvieron valores de 1,2 ms de latencia de salida y 2,5 ms de ida y vuelta (roundtrip). En configuraciones más habituales como 128 samples, que es la que yo uso, la salida se situó en 3,2 ms y el roundtrip en 6,5 ms, cifras perfectamente válidas para entornos profesionales.
Es importante señalar que la TNX no incorpora conversores A/D ni D/A. Su papel es puramente digital: actuar como puente entre el ordenador y la red Dante. La calidad del audio dependerá de los conversores utilizados, en mi caso, como ya he comentado, un DAD AX32 entre otros.
El funcionamiento del sistema es perfecto, sin ninguna pega o glitch, súper estable. En algún arranque, Thunderbolt no ha detectado la tarjeta, cosa que se ha resuelto al reiniciarlo. Comparativamente, estuve probando la nueva Focusrite RedNet PCIeNX con la caja recomendada por la propia marca y me pasaba de forma recurrente, por lo que es un fallo muy menor que seguramente se corregirá pronto.
La TNX se configura desde el entorno habitual de Focusrite: RedNet Control, que permite visualizar hasta 128 canales simultáneamente con medidores detallados, y rutear el audio mediante Dante Controller, la herramienta desarrollada por Audinate. Dante Controller, a pesar de la última actualiación, es una aplicación bastante tosca, pero fundamental para el manejo de la infraestructura de Dante. Echo de menos una solución al estilo RME (que tiene una versión de 64x64 y MADI), con DSP y un ruteo más bonito y útil, pero esta opción es perfectamente funcional.
¿Sólo profesional?
[Índice]Como sugiere el precio, cerca de 2200 €, la apuesta de Focusrite con el TNX no tiene como objetivo competir con interfaces de propósito general, sino ofrecer una herramienta especializada a estudios y profesionales que ya trabajan con infraestructura Dante o planean integrarla.
Y es que en este rango de producto, existen pocas alternativas directas: NTP DAD Core 256 ofrece prestaciones similares y añade conectividad MADI, ADAT y Word Clock, pero a un precio superior a los 3000€, pero con un entorno de manejo más pontente. Incluso frente al Focusrite PCIeNX, que tiene un coste algo menor (1700 € en este momento), la TNX ofrece una ventaja clara: no requiere chasis de expansión, ni alimentación adicional, y se instala mediante un solo cable Thunderbolt.
El modelo de licencia Dante: escalabilidad con coste y múltiples formas de integración
[Índice]Comprender la arquitectura del Focusrite RedNet TNX pasa por entender cómo funciona el modelo de licenciamiento de Dante, el protocolo de audio en red desarrollado por Audinate. A diferencia de otras tecnologías abiertas, Dante es un sistema propietario, y su integración en dispositivos de terceros requiere que los fabricantes paguen licencias específicas a Audinate.
Este coste no es uniforme, sino que se calcula en función de:
- El número de canales que se desean habilitar
- El tipo de hardware usado (por ejemplo, chip Brooklyn II, Dante HC o PCIe)
- La funcionalidad total del dispositivo (audio, vídeo, reloj, etc.).
Existen varias formas de implementar Dante en un equipo, siendo la tarjeta Brooklyn II una de las más comunes. Se trata de un módulo compacto que permite integrar hasta 64 canales de audio bidireccional a 48 kHz, ampliamente utilizado en consolas de mezcla, procesadores DSP, interfaces y conversores de numerosas marcas del mercado. Para aplicaciones más exigentes, Audinate ofrece otras opciones como Dante HC (High Channel count), que permite hasta 512 canales, o soluciones embebidas para PC como el PCIe card o su variante más moderna PCIeNX.
En este ecosistema, Focusrite ha adoptado un enfoque modular con el TNX: de fábrica, ofrece 128x128 canales activos, suficientes para la mayoría de aplicaciones profesionales. Si se necesitan más, se puede ampliar hasta 256x256 canales pagando una licencia adicional directamente a Audinate desde el software Dante Controller, gracias a la tecnología Dante Ready™. Este sistema permite activar nuevas capacidades bajo demanda, sin necesidad de cambiar el hardware.
Este modelo de activación bajo licencia ofrece una ventaja económica real: permite mantener el precio base de la TNX más competitivo, y evita que los usuarios paguen por prestaciones que quizás nunca usarán. En paralelo, también plantea ciertas limitaciones si se compara con soluciones que integran todos los canales desde el inicio, aunque su diseño responde a una lógica realista de escalabilidad y eficiencia, especialmente en instalaciones donde el número de canales puede crecer progresivamente.
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