Behringer SDS-3, los orígenes de Simmons: 'la' batería electrónica
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La batería electrónica Simmons llegó y venció, haciéndose casi omnipresente en los 80s. Pero, antes de contar con sus pads hexagonales, tuvo un precursor: el Simmons SDS-3 'drum synthesizer' que Behringer vuelve a la vida.
Se trata de un módulo con 4 sintetizadores de percusión idénticos y, por decirlo de alguna forma, característicamente analógicos. No esperéis sonidos hiperrealistas, más bien el sello de una época, como es propio de cualquier clon. En el original cada uno de los sonidos se podían disparar desde cualquier señal audio, siendo la idea básica poder usar la salida de 4 micrófonos en otros tantos elementos de la batería (bombo, caja, toms...) para lanzar los sonidos sintetizados. En esta versión de Behringer no falta esa posibilidad que llama a conectar cualquier cosa para dispararlos, aunque también pueden lanzarse por vía MIDI. Y tanto por MIDI como por esas entradas audio los sonidos se pueden disparar con sensibilidad a la 'velocidad', generando diferentes intensidades.
Los parámetros controlables permiten dar mayor o menor presencia y color a un 'click' a modo de golpe de baqueta que defina el ataque y lo haga pronunciado, ajustar el tiempo de desvanecimiento del 'cuerpo' del sonido, la combinación al gusto para ese cuerpo de ruido y tono (no generado con oscilador, sino a través de la autooscilación de un filtro), y la 'afinación' de partida de la parte tonal, así como si ha de desviarse el tono hacia arriba o hacia abajo (barrido del filtro). Hay también posibilidad de modular cada uno de los sonidos a través de un un LFO y un control 'run' tras el que se esconde lo que no deja de ser un mero S&H. El uso del filtro como generador del tono también implica que hay un emparejamiento total entre la afinación y el 'brillo' del sonido resultante, que es parte ineludible del sonido Simmons.
El precio que anuncia Behringer es de 249 dólares USA.
Más información | behringer.com
