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Jean-Michel Jarre “confiesa” cuáles son sus sintes favoritos coincidiendo con el lanzamiento de ‘Oxymore’

21/10/2022 por David Baizán
Jean-Michel Jarre en su estudio de París
Perfil de Facebook de Jean-Michel Jarre

Jean-Michel Jarre, pionero de la música electrónica y creador incombustible a quien no parece afectarle el paso del tiempo a sus ya 74 años (en serio, no sé qué leches toma ese hombre, pero yo quiero), presenta su nuevo álbum, uno que lleva por título Oxymore y que llega hoy al mercado y a las diferentes plataformas de streaming tanto en mezcla estéreo como multicanal (binaural, 5.1 y Dolby Atmos). Y como parte de la habitual campaña de promoción que exige todo lanzamiento que se precie, el señor Jarre le ha concedido una pequeña entrevista a la publicación Synth History, en la que, entras cosas, habla sobre algunos de sus sintetizadores favoritos.

Jean-Michel Jarre en su estudio, con el EMS VCS 3 y el ARP 2600 al fondo.

 

Como os digo, la entrevista es cortita, de hecho se titula “Three questions with Jean-Michel Jarre” y costa de cuatro preguntas (así que o me falla el inglés o las matemáticas). Pues en la primera de ellas, el entrevistador le pide que enumere algunos de sus sintetizadores favoritos, a lo que el francés respondió: “el EMS VCS 3, por ser el primer sintetizador que tuve, que además sigue funcionando y está presente en muchos de mis discos de forma ritual”. Después se refirió al ARP 2600 “por su nitidez y calidez”, y pasó a enumerar otros dos instrumentos mucho más modernos, como son el Expressive Osmose, “por sus increíbles posibilidades para directo”, y el OP-1 de Teenage Engineering, sobre el que Jarre asegura que “parece un juguete, pero ¡está construido como un proyecto de la NASA!”.

El Teenage Engineering OP-1, uno de los sintetizadores favoritos de Jean-Michel Jarre.
Teenage Engineering

Y ya que la entrevista es tan breve, tampoco me parece bonito fusilarla entera, así que prefiero dejar el enlace para que quienes quieran seguir leyéndola (en inglés) puedan.

Unas palabras sobre ‘Oxymore’

Oxymore, el vigésimo segundo álbum de estudio de Jean-Michel Jarre, es un proyecto con el que el músico galo pretende rendir homenaje a la musica concreta (“musique concrète”) y a Pierre Henry, que fue uno de sus mentores en el Groupe de Recherche Musical de París. Como ya habéis leído, el disco llega tanto en formato estéreo como multicanal, una cuestión sobre la que Jarre habló en el verano cuando confirmó la entonces futura llegada de su ahora nuevo disco:

"Este es un verdadero momento de disrupción para el audio y la grabación de sonido. Oxymore es un intento de ilustrar y explorar estas nuevas formas de vincular la tecnología y la música. Hoy en día disponemos de tecnologías que nos permiten explorar la composición en audio espacial y eso nos abre toda una nueva experiencia a los músicos en el proceso creativo. También para el oyente, ofrece la experiencia de una forma más física y natural de escuchar el sonido y la música. En la vida real, nuestro campo de audio es de 360 grados. Oxymore ha sido compuesto específicamente con la experiencia de audio espacial en el corazón, incluso siento que la mezcla estéreo es incluso más amplia en sí misma, y que ha ganado más espacio en el proceso. Estoy convencido de que así es como se compondrá y producirá la música en el futuro. La emoción también para el oyente es un gran salto de nivel, como cuando pasamos del mono al estéreo".

No es nada nuevo que Jean-Michel Jarre es un gran aficionado a todo tipo de innovaciones (y marcianadas) sonoras, entre otras cosas porque lo ha dejado claro a lo largo de su dilatada carrera. Y yo he decir, tras haberlo escuchado un par de veces, que Oxymore es, en mi humilde opinión, uno de los mejores trabajos de Jean Michel en muchos años, con un sonido muy oscuro y potente, incluso poco reconocible para el francés. Sé que este tipo de cuestiones responden solamente a los gustos personales de cada uno, y que no tenéis por qué estar de acuerdo conmigo, pero sin duda os recomiendo que le echéis un ojo al disco, y muy concretamente a los cortes “Animal Genesis” y “Zeitgeist”, que a mí me han parecido una auténtica barbaridad. Eso sí, aunque en estéreo sigue siendo un gran disco con un muy buen sonido, lo ideal es que lo escuchéis en un sistema Dolby (sobre todo Dolby Atmos) o con unos buenos auriculares para poder apreciar los muchísimos matices espaciales de la mezcla.

Más información: Entrevista original en Synth History | Oxymore en YouTube

 

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