Magacín

Medio millón de masters convertidos en cenizas

12/06/2019 por Pablo Fernández-Cid

Sucedió hace más de 10 años, pero fue ayer noticia en un extensísimo reportaje aparecido en New York Times e inmediatamente contestado por el grupo Universal para rebajar el aire fatalista de esa publicación, pero sin negar el enorme impacto que tuvo un incendio el 1 de junio de 2008 en uno de los principales archivos de originales audiovisuales del grupo.

Una de las imágenes del incendio publicadas en NYT
Kevork Djansezian/Associated Press

Podéis imaginaros que la lista de nombres grandes, medianos y pequeños cuyas cintas magnetofónicas desaparecieron pasto de las llamas es larguísima y toca todas las épocas y estilos. NYT cita bajo el impactante título de 'El día que la música ardió' diferentes grabaciones de entre otros:

Louis Armstrong, Duke Ellington, Al Jolson, Bing Crosby, Ella Fitzgerald, Judy Garland, Billie Holiday, Louis Jordan, Chuck Berry, Muddy Waters, Howlin’ Wolf, Willie Dixon, Bo Diddley, Etta James, John Lee Hooker, Buddy Guy, Little Walter, Aretha Franklin, Buddy Holly, John Coltrane, Ellington, Count Basie, Coleman Hawkins, Dizzy Gillespie, Max Roach, Art Blakey, Sonny Rollins, Charles Mingus, Ornette Coleman, Alice Coltrane, Sun Ra, Albert Ayler, Pharoah Sanders, Bill Haley, Jackie Brenston, Bo Diddley, Benny Goodman, Cab Calloway, the Andrews Sisters, the Ink Spots, the Mills Brothers, Lionel Hampton, Ray Charles, Sister Rosetta Tharpe, Clara Ward, Sammy Davis Jr., Les Paul, Fats Domino, Big Mama Thornton, Burl Ives, the Weavers, Kitty Wells, Ernest Tubb, Lefty Frizzell, Loretta Lynn, George Jones, Merle Haggard, Bobby (Blue) Bland, B.B. King, Ike Turner, the Four Tops, Quincy Jones, Burt Bacharach, Joan Baez, Neil Diamond, Sonny and Cher, the Mamas and the Papas, Joni Mitchell, Captain Beefheart, Cat Stevens, the Carpenters, Gladys Knight and the Pips, Al Green, the Flying Burrito Brothers, Elton John, Lynyrd Skynyrd, Eric Clapton, Jimmy Buffett, the Eagles, Don Henley, Aerosmith, Steely Dan, Iggy Pop, Rufus and Chaka Khan, Barry White, Patti LaBelle, Yoko Ono, Tom Petty and the Heartbreakers, the Police, Sting, George Strait, Steve Earle, R.E.M., Janet Jackson, Eric B. and Rakim, New Edition, Bobby Brown, Guns N’ Roses, Queen Latifah, Mary J. Blige, Sonic Youth, No Doubt, Nine Inch Nails, Snoop Dogg, Nirvana, Soundgarden, Hole, Beck, Sheryl Crow, Tupac Shakur, o Eminem.

Cabe pensar que muchas de las grabaciones estarían ya disponibles en otros formatos, principalmente digitales, y emplazamientos. Tanto CDs como versiones digitales 'maestras' de primera generación y alta calidad a partir de las cintas magnetofónicas originales. Pero hablad con cualquier celoso archivero y os dirá con qué mimo se intenta preservar el formato original, fuera cual fuera, con un interés que es en parte digamos museístico/arqueológico, de pura preservación de las fuentes, y en parte práctico, ante la duda de si el futuro podrá traer unos medios de lectura de esos soportes que extraigan mayor calidad de ellos que los sistemas actualmente disponibles.

Así que podemos imaginar el dolor que debió causar ese incendio del cual poco detalle se ha sabido a pesar del tiempo pasado. El artículo de NYT es por tanto especulativo en buena parte de lo que narra, pero las dimensiones del siniestro son sólo comparables a las del silencio sobre sus consecuencias, que dejaron tocado un archivo histórico de descomunales dimensiones.

Queda la referencia para quienes queráis indagar más directamente en ese reportaje de NYT, y también la sensibilización ante esta cuestión de los 'master'. A día de hoy los formatos digitales concentran prácticamente cualquier información en ficheros binarios fáciles de duplicar y con los que son posibles políticas de seguridad muy completas.

Pero las cintas magnetofónicas, el audio no publicado presente en ellas, ya sean temas inéditos, pruebas, tomas falsas, anotaciones en voz, o de cualquier otro tipo, y muchas veces las propias notas en papel o en las carpetas y adhesivos que las acompañan, además de sufrir inevitablemente los achaques del paso del tiempo pueden también sufrir estos otros envites del destino.

Sin duda ese primero de junio de 2008 fue un día tan negro como el humo que se pudo ver desde Nueva York.

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