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Análisis en profundidad del Slate Pro Audio Dragon

09/09/2014 por Ibon Larruzea Actualizado el 15/09/2014

Las condiciones de ensayo son:

  • Voltaje de alimentación: 221V
  • Temperatura ambiente: 22ºC
  • Humedad relativa: 65%
  • Número de serie: 0653
  • Frecuencia de muestreo: 44k1Hz
  • Resolución: 24 Bits
  • Convertidor D/A/D Motu HD192 (modificado)
  • Input HD192: Número 11-12
  • Output HD192: Número 11-12

Introducción

[Índice]

El Dragon es un compresor mono, cuyo precio ronda los 1.600€, con amplificación en clase A basada en el 1073 de Neve, transformador de salida exclusivo Altran, un montón de utilidades tanto tímbricas como espectrales y un circuito de compresión FET tipo 1176 ya visto en el Studio Electronics C2s, capaz de actuar a velocidades ultra rápidas.

Como decimos, no solo es un compresor como tal, sino que se trata de una caja de herramientas sónicas cuyo listado parece casi interminable:

  • Función Squash
  • Hi-Pass en el side-chain
  • Modo Vintage
  • Opción Sheen
  • Opción Bite
  • Opción Boom
  • Tres grados de saturación de simulación de cinta
  • Control Dry-Wet

En cuanto a su calidad de sonido, desde Slate Pro Audio aseguran que este compresor tiene electrónica de tanto nivel como para utilizarlo para mastering, lo que de ser cierto, haría del Dragon un aparato increíble, pues su precio es menor que el del UA 1176, y como decimos, incluye un buen listado de utilidades de las que este último carece.

Test 1: El timbre

[Índice]

Sin comprimir, con el input al 6 y el output al 6, lo que da una relación de ganancia unitaria, tenemos que:

Sin comprimir, con el input al 1,2 y el output al máximo, lo que da una relación de ganancia unitaria, tenemos que:

Aumentando y disminuyendo el Input Gain podemos ir aumentando o disminuyendo la cantidad de distorsión añadida, en la que como podemos ver, prevalecen el segundo y tercer armónico.

Atentos, porque como veis, también aumenta el nivel de ruido.

Veamos a continuación qué sucede si ajustamos el compresor para que atenúe 6dBs.

Input al 2 (aprox), output al 9 (aprox), Ratio al 4 y tiempos al mínimo.

Input al 2 (aprox), output al 9 (aprox), Ratio al 4 y tiempos al maximo.

Como era de esperar, la distorsión es mayor, y más larga, con tiempos más reducidos.

Retiremos el compresor y comencemos a trastear las opciones tímbricas que trae el Dragon.

Input 5 y output al 6,5. ( muy parecido al primer gráfico)

En estas mismas condiciones, activemos el modo Vintage.

Podemos observar que no solo aumenta la cantidad de distorsión, sino que también cambia su forma, asemejándose a la de los compresores clásicos de válvulas y amplificación Push-Pull, tipo, el LA2A, el Faichild, ADL 1500, etc. Así que con esta función, podemos pasar de la típica distorsión armónica tipo Neve de transistores, a una tipo valvular americana.

Retiremos la opción Vintage, y comencemos con la función Saturate.

Nivel 1, mismas condiciones.

Vemos que aumenta la distorsión, pero la estructura sigue siendo la misma, con los armónicos 2 y 3 predominando por igual sobre los demás.

Sat 2.

Las condiciones cambian, y lo que vemos es más parecido a un transistor saturado, con una estructura muy alargada. Ahora ya no estamos hablando de un color o un matiz, sino de una distorsión clara, lo que puede darnos mucho juego durante las sesiones de mezcla.

Sat 3.

Aumento aún mayor de la distorsión.

Otra forma de cambiar el timbre que ofrece este compresor, y que ya hemos visto también en el Fairman TMC, es cambiando el lector del vúmetro de “GR”, como lo teníamos hasta ahora, a “Out +4”. Sí, sí. Estamos hablando de el selector de medición.

Veamos:

Midiendo GR, como ya hemos visto, segundo y tercer armónicos fuertes, y un poco de cuarto y quinto.

Midiendo Out +4.


Vemos que aparecen armónicos impares de orden muy alto en una disposición no decreciente.

Por último, en este apartado, mencionar que nos hemos llevado una sorpresa con la función Boom. En su Web aseguran que la función Boom añade subarmónicos ("this setting adds sub bass harmonics in a unique way), pero realizando un barrido frecuencial. No hemos visto señal de esos subarmónicos, tan solo un aumento espectral en graves que más tarde detallaremos. Revisando el manual, encontramos que “emulates a classic sub harmonic synthesizer”.

Así que en realidad, todo parece indicar que se trata de una emulación de generación de subarmónicos.

Test 2: pruebas dinámicas

[Índice]


Comencemos con los tiempos al mínimo, y vayamos variando el ratio. No es la forma más usual, pero este compresor altera mucho sus curvas en función del ratio seleccionado y de su función Squash.

Ratio 2, 6dBs de reducción de ganancia.

Ratio 20, 6dBs de RG.

Ratio 20, Squash, 6dBs de RG.

En cuanto al ataque, queda claro que es un compresor muy rápido, y es que, con los tiempos al mínimo, comienza a actuar o desde el primer ciclo de 1KHz (lo que supone <1mSg) o desde el segundo en el peor de los casos. Pero lo más llamativo de este compresor, y de su hermano el C2s, es que la compresión tiene dos etapas claramente diferenciadas. En la primera se reduce un porcentaje que puede llegar a ser muy grande en función de su ratio, en apenas un par de milisegundos, y en la segunda, la velocidad es mucho más lenta.

En este sentido difiere de otros grandes compresores, donde lo más normal es encontrarnos otros tipos de curvas. Algunos ejemplos serían:

  • Curva parabólica: Común en compresores tipo LA2A y de transconductancia.
  • Curva lineal: Común en compresores VCA con codo fuerte.
  • Curva exponencial: Común en compresores VCA con codo suave.
  • Curva con sobrecompresión: Común en compresores ópticos.

Volviendo a nuestro Dragon, queda claro que en la relajación también podemos conseguir tiempos muy rápidos, hasta el punto que es capaz de recuperar 6dBs en tan solo 20mSgs.

Analicemos ahora los tiempos lentos:

6dBs, Ratio 2.

6dBs, Ratio 20.

6dBs, Ratio 20, Squash.

Son curvas más "normales", pero aún así, en esta última, podemos seguir apreciando las dos fases de la curva.

Test 3: Pruebas espectrales

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Veamos la respuesta frecuencial del Dragon.

Sin comprimir, input al 5, output al 6.

Veamos ahora de qué modo afectan las funciones espectrales que trae el Dragon.

Opción Sheen.

Opción Bite.

Opción Boom.

A continuación, vamos a comprobar el recorte espectral que sufre el Dragon al utilizar la función Sat.

Sat 1.

En modo vintage, por contra, no sufre recortes apreciables.

Test 4: El ruido

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Medimos el ruido con los siguientes ajustes:

In al 6 y out al 6.

El fabricante anuncia un nivel de ruido de 81dBs bajo condiciones poco claras en su manual. A nosotros nos sale un ruido de unos -73dBus,-91dBFs, casi todo, concentrado en forma de zumbido.

Test 4: Distorsión por intermodulación

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Escuchando el Dragon tenía la sensación de que su timbre no se correspondía con los gráficos del test 1. Algo no me cuadraba.... así que he retomado este test, porque sus resultados son muy relevantes en el sonido final del aparato.
Recordemos:

Además de la distorsión armónica que sucede al introducir un tono o sinusoide en un aparato electrónico, y cuyos efectos pueden ser positivos en la calidad del audio, en la vida real nos encontramos que al introducir varias senoides simultáneas, en la salida obtenemos otro tipo de distorsión, de carácter no armónico, y generalmente, no deseable.

Las normativas de medición de la IMD hablan de introducir dos senoides, generalmente 60Hz y 7KHz, o 250Hz y 8KHz.

Bajo estas condiciones, la onda más larga provoca un efecto de onda portadora que reduce el IMD. Además, en el caso de 250Hz y 8KHz, al ser la segunda múltiplo de la primera, parte de la IMD se camufla como distorsión armónica.

Alternativamente a estas mediciones, prefiero introducir 1KHz y 1220Hz. De este modo los múltiplos de sus diferencias no solapan las inducciones de 50Hz de la fuente de alimentación, y los efectos de onda portadora disminuyen. Digamos que es una prueba más dura.

Input al 6 y output al 6. No comp.

Fijaos en lo alto que llega la distorsión en 220Hz, como la resta de 1220 y 1000Hz. O en 780Hz, como la esta de 1000Hz y 220Hz. O en 1440Hz, como la suma de 1220Hz y 220Hz.

Este es el punto débil del Dragon. Alguno tenía que tener.

Conclusión

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Por la mitad del precio de un LA2A, o de un CL1B, o por lo mismo, en el caso de querer dos canales, de lo que vale un API 2500, un SSL Xlogic, o un Summit DCL-200, obtenemos un compresor que puede ser rapidísimo, con unas curvas dinámicas que van desde lo estandar a lo muy personal, y con unas funcionalidades extras, sobre todo tímbricas, que lo convierten en una elección interesantísima si queremos un compresor creativo y divertido.

Muy apto para baterías, guitarras, y cualquier sonido que pretendamos hacer cambiar hasta límites que quedan más allá de las posibilidades de otros compresores.. Cuenta con una buena construcción, presencia esotérica, y controles precisos. No conseguirás con otra máquina lo que el Dragon ofrece.

¿En el lado negativo?

La carencia de umbral, el alto nivel de distorsión IMD y una electrónica algo ruidosa, sobre todo debido a su fuente de alimentación hacen que no sea especialmente apto para utilizarlo en tareas de mastering.


Eso es todo, un saludo a tod@s. No olvidéis visitarme en www.euridia.net

Más información | Slate Pro Audio Dragon

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