Sintetizadores

Música, plantas, MIDI y el poligrafista de la CIA

30/04/2017 por Soyuz

La historia del MIDI y las plantas comienza, naturalmente, con la CIA. Sí, "esa" CIA, la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, donde Grover Cleveland "Cleve" Backster (admitiréis que es un gran nombre para un especialista en interrogatorios) fundó la unidad de poligrafía poco después de la Segunda Guerra Mundial. En 1960, considerado por muchos como el mayor experto del mundo en su disciplina, dejó la agencia y fundó su propia escuela de poligrafistas para enseñar el uso del test de mentiras a la policía.

Cleve Backster

El 2 de febrero de 1966, Cleve conectó su instrumentación a una planta de caña del género dracaena. Cuando pasaban 13 minutos del experimento, amenazó con dañar la planta, y entonces se produjo una reacción electroquímica en el detector de mentiras. Era una reacción similar a la de los humanos cuando responden a una amenaza o al estrés. Así nació el campo del biofeedback.

Los autores Peter Tompkins y Christopher Bird escribieron acerca de esos tests en el famoso libro "La vida secreta de las plantas". Ganaron miles, si no millones de dólares, mientras que Cleve no obtuvo beneficio alguno del libro.

Para entender la repercusión de toda esta teoría en su momento, baste recordar el álbum Stevie Wonder's Journey Through "The Secret Life of Plants", publicado en 1979 por el gran artista americano como banda sonora para el documental basado en la obra de Tompkins y Bird, donde también aparecían Syreeta Wright (la mujer de Stevie Wonder) y Michael Sembello.

Pero vayamos a lo que más nos interesa: ¿a las plantas les gusta la música? Es un tema controvertido. Actualmente hay un gran escepticismo acerca de la capacidad de las plantas para sentir vibraciones o "escuchar" música; algunos estudios afirman que esto último puede favorecer un mejor crecimiento de las plantas, pero otros muchos están en desacuerdo. En este artículo encontrarás posturas a favor y en contra.

Algunos de los que creen en esa capacidad han llegado muy lejos en sus planteamientos. Desde los años 70, Damanhur —una federación de comunidades con su propia constitución, cultura, arte, música, moneda y escuela— ha investigado las comunicaciones con el mundo de las plantas. Como parte de esta investigación, han creado un instrumento "capaz de percibir las variaciones electromagnéticas entre la superficie de las plantas y la raíz", convirtiéndolas en sonido. Según ellos, "la ciencia apoya cada vez más el concepto de que las plantas operan con una inteligencia innata y una lógica distinta a la nuestra".

La interfaz U1 para hacer música con plantas

En este vídeo, Simone Vitale explica la tecnología que subyace en esta interfaz MIDI para plantas:

En sus propias palabras, "el dispositivo U1 permite a las plantas producir sonidos y crear música. Lo consigue midiendo la resistencia eléctrica de los tejidos vegetales, para luego convertirla en señales MIDI. Esta señal controla un sintetizador, que es el que produce el sonido. Al principio puede ser difícil asimilar la idea de que esta música no solo es producida por un automatismo derivado de esas conexiones eléctricas, sino también por una cierta "conciencia" de la planta. Pero eso es lo que hemos descubierto en Damanhur tras 40 años de investigaciones".

En este otro vídeo, Simon improvisa con la interfaz U1 y una planta:

No es el único que utiliza plantas para generar música; la artista Mileece también se acompaña del reino vegetal en sus creaciones:

Honestamente, no tenemos nada claro que esta "ciencia" del biofeedback sea algo real, pero creemos que una historia que comienza con la CIA y acaba con una federación de comunidades con moneda propia que utiliza el MIDI para comunicarse con plantas y crear música debe estar de algún modo en nuestro blog de The MIDI Association.

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