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Fender The Twin

Opiniones de usuario (1)

  • Raul Cabezali
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    Opinión de Raul Cabezali el 01/04/2015

    Lo mejor: Su sonido y su versatilidad

    Lo peor: El peso

    Publiqué esta review en Guitarramania.com en 2008. Tras siete años sigo pensando lo mismo http://foros.guitarramania.com/viewtopic.php?t=168958

    Hola a todos,

    Escribo esto desde la euforia que tengo con mi nuevo-viejo Fender 'The Twin', denominado en los ambientes guitarriles como 'Evil Twin' o 'Red Knob' por el color de sus controles. Quiero que este post contribuya a restaurar la imagen de este monstruo del tono, ya que pienso que no se merece en absoluto la mala fama que adquirió en su día (aunque tal mala fama nos ha permitido a muchos adquirir un ampli del copón a un precio casi irrisorio :P , tanto más si lo comparamos con lo que hay que pagar por otros amplis de calidad de sonido similar e inferior versatilidad, sólo porque son de 'otra cosecha' con mejor fama). Hoy en día se pueden encontrar Twins Red-Knob en esos interneses de Dios por entre 600 y 800 euros - y aún menos!! -, y creedme que si costara el doble seguiría valiendo en mi opinión cada céntimo que se pagara por él.

    Lo primero un poquito de historia: según he leído estos amplis fueron el tope de gama en el arsenal valvulero de Fender entre los años 1987 y 1994. Justo después del período CBS, la compañía decidió invertir en I+D de manera que el ampli fue diseñado por el señor Paul Rivera, respondiendo a la necesidad de restaurar una imagen de marca muy deteriorada después de ese período negro de su historia. Muchas de las particularidades de este ampli, y seguro que también buena parte de su mala fama, responden al momento musical que se estaba viviendo a finales de los 80 y principios de los 90. Era la época de los guitar heroes, del high-gain y de los piru-pirus sin limites: el shred estaba en pleno apogeo y el tono limpio pristino o ligeramente saturado de los fender no era especialmente del agrado de los nuevos héroes con sus picudas.

    Fue más o menos por entonces cuando tuve por primera vez la oportunidad de ver y oír uno de estos monstruos de cerca. Corría el año 92 y yo preparaba un repertorio de versiones con un afroamericano afincado en Sevilla. Un día quedamos para ensayar en el piso que éste compartía con un guitarrista de jazz y allí vi por primera vez uno de estos bichos. Yo por entonces tenía un Peavey Bandit 112, el cual a su vez, en mi búsqueda infinita del tono, sustituía a un Fender 'Eightyfive' (también red-knob, pero transis). Bien, cuando enchufé mi Blade del 91 a aquel bicho y le dije al jazzero que pusiera el canal de overdrive me dí cuenta al instante de que los tonos que oía a mis héroes de la época (los Rolling Stones) estaban todos allí al alcance de mis zarpas de aprendiz de roquero... La revelación me llegó de lo que yo necesitaba eran VÁLVULAS. El problema es que entonces las válvulas eran caras de cojones. Ahora tienes un ampli de válvulas por 25.000 calas (o sea 155 euros, el Harley Benton de 15 watios): 20.000 pelas me costó a mí en el '88 mi ampli marca Solec de transis de 20 watios (si es que llegaba a tal potencia...). La proporción era de a 1000 pelas por cada watio de transistores: 100 watios, 100.000 pelas. Un ampli de válvulas era impensable para un estudiante sin ingresos como yo.

    En fin, acabé los estudios, me puse a trabajar y con una buena talegá de billetes y el bandit que entregué a cuenta me pillé mi primer ampli de válvulas, un combo Marshall JCM-900 4501 Dual Reverb. Muy cañero, muy roquero, pero nunca estuve satisfecho del todo con él: mis gustos habían derivado hacia SRV, y SRV era sinónimo de sonido Fender.

    Así que un día me dió por pasar por Musical Ortiz y allí ví que tenían un Twin de ocasión como el que tan buen sonido había logrado sacarle a mi Blade. Ojiplático, le comenté a Antonio el de Ortiz que si me aceptaba el Marshall como entrega a cuenta y ante su respuesta positiva fui raudo a por el combito Marshall y a por la buena suma de billetes que tuve que poner adicionalmente. Contando lo que me valoraron mi Marshall más lo que tuve que poner en efectivo, en total 160.000 calas de las de 1994.
    Me convertí en el rey del tono - eso creía yo, claro -. En mi grupo de blues no había quien me hiciera callar, nadie me hacía sombra en cuanto al volumen... en los bares protestaban - "pero si sólo lo tengo al 1!" - decía yo... y es que los 100 watios de lámparas del bicharraco eran muchos watios para casi cualquier uso que no fuera el estadio de Wembley y con dos bateras con doble bombo machacando parches.

    Pasó el tiempo, me casé, se deshizo el grupo y el ampli andaba por casa casi sin uso. Me metí de bajista en un grupo de tributo a los Shadows donde el guitarrista solista tocaba con un ampli de transis y yo le ofrecí el Twin para que lo usara. En estas cambié de trabajo y me encontré conque necesitaba un portátil. No se me ocurrió mejor idea que ofrecerle mi twin, que de todas formas usaba él solamente, a cambio de un ordenador portátil... cuántas veces no habré lamentado tal gilipollez.

    En fin, al cabo de 5 años sin mi Twin este verano por fin pude recuperar mi añorado ampli. La decisión de recomprarlo como fuera y cayese quien cayese la tomé un día que hicimos una jam informal y pude enchufarle mi Edwards Les Paul: el tono de blues más cremoso que jamás había tenido estaba saliendo de aquel ampli. Me colgué la guitarra y no la solté hasta que no me dijeron que me fuera a donde picó el pollo, qué tío más pesao, pero es que no podía dejar de tocar...

    Cuando tuve de vuelta el ampli pródigo en casa constaté - algo que ya sabía - que la reverb no le funcionaba. Eso me entristeció bastante, pero imaginé que tendría fácil arreglo, como así ha sido a posteriori.
    Una cosa importante: durante la primera etapa con mi ampli no disponía de libro de instrucciones. Si lo hubiera tenido seguro que nunca me hubiera deshecho de él porque me habría podido dar cuenta de su enorme versatilidad:
    En primer lugar, se le achaca a estos amplis que tienen demasiada potencia, que es imposible ponerlos a romper - sin quedarse sordos antes, claro está -. Bien, yo ya sabía lo del cambio de 100/25 watios, pero lo que no sabía era que, como decía el libro de instrucciones, se le pueden sacar las dos válvulas de ponencia interiores, y con el requisito de cambiarle la impedancia de los altavoces de 16 a 8 ohmios, la potencia del monstruo se queda en unos muy manejables (y saturables) 60/15 watios!!
    En segundo lugar los dos canales, limpio y saturado, son completamente independientes. Es decir, le puedo enchufar a la vez dos guitarras al ampli, o un micro para la voz y una guitarra, o el sinte de guitarra a un canal y la guitarra a otro... Aunque también los puedo hacer sonar a la vez, enchufando la guitarra en los conexiones del canal overdrive, con lo que se consigue un tono limpio/saturado realmente orgásmico.

    Las posibilidades de ecualización son también superiores a los de cualquier ampli 'normal' gracias a que muchos controles son del tipo pull-out para acceder a más posibilidades. En ese sentido, es sorprendente lo bien que suena una acústica a través del canal limpio una vez ecualizado convenientemente :pulgaramarillo: !

    Bueno, hace un par de días le he sustituido las válvulas de previo (las 5 12AX7). Tengo que confesar que yo no lo había hecho nunca, ni tampoco su propietario anterior - sí las de potencia -, por lo que tenía las mismas válvulas desde el año que lo compré. Le he puesto unas JJ ECC83S. El primer resultado: REEEEEVVVVVVERRRRRRBBBBBBBBBB.... Una reverb profunda y surfera, ideal para recrear a Dick Dale. Las reverbs profundas no me gustaban antes pero ahora me dislocan! El segundo resultado: un canal overdrive que si antes era bueno ahora es que juro por él. El tercer resultado: un canal limpio cargado de armónicos y rompiendo en su momento justo para tener orgasmos contínuos hasta que se te quede el pantalón acartonado.