Sobre el virtuosismo en la era electrónica

Me gustaría plantear este tema para una discusión. Creo que la posibilidad de grabar y de crear sonidos interesantes gracias a los medios que nos facilitan las nuevas técnicas de ingeniería y de producción en realidad es un triunfo para el virtuosismo instrumental. Al menos el en contexto de la «electrónica», el favorito de muchos lectores de este blog.

Nunca diría que soy un músico excelente a cualquiera en cualquier momento. Me defiendo con la guitarra y el bajo, y soy un teclista decente —al menos si eres el tipo de escucha que confunde «rápido» con «bueno»— pero mis habilidades incluyen encontrar sonidos y juntarlos en alguna forma que recuerde a la música. También me gustaría mencionar que no soy precisamente hábil con eso. Vamos, que no paso horas y horas programando sintes o ajustando efectos minuciosamente.

Me gustaría estar equivocado aquí, pero fácilmente concedo que en muchos contextos el virtuosismo es deseable. Mira Tori Amos, por ejemplo. Soy capaz de aguantar su música durante 18 segundos aproximadamente, pero es un ejemplo magnífico de alguien que es tan bueno encontrando sonidos interesantes como exhibiendo su virtuosismo. Una guitarra eléctrica necesita de un rockero que entienda de qué va esta mierda. Puedes presumir de que un artista electrónico exhibe el virtuosismo de otra forma. Por ejemplo, Beardyman maneja el Korg KP3 mejor que nadie más que se me ocurra. Que nadie que tenga un KP3, claro.

[Imagen perdida]

Así que la pregunta es esta: ¿Es la habilidad para controlar Ableton Live de una forma que haga bailar a las masas virtuosismo, tal y como lo es el de un pianista que pueda tocar los Estudios Trascendentales de Liszt o, digamos, Yo-Yo Ma?

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Visto en analogindustries.com.

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