Además de las soluciones más obvias de trasponer hacia arriba toda la canción e ir aumentado registro a base de entrenamiento, también puedes simplemente modificar la melodía original, sustituyendo sólo las notas más bajas por otras más cómodas.
La forma más simple es octavarlas hacia arriba, lo cual te puede exigir octavar también el resto de las notas de esa frase para mantener la continuidad. Pero también puedes sustituirlas por notas distintas que cuadren bien con la armonía y el resto de la melodía.
Este tipo de recursos se han usado toda la vida, no hay que tener complejos. Hasta los entrenadísimos cantantes de ópera usan trasposición o cambios melódicos para adaptarse a las dificultades que ni la naturaleza ni el entrenamiento les hacen fácil superar. Mira Kaufmann en un ensayo, no le merece la pena quemarse las cuerdas vocales con el do de pecho, modifica la melodía y sigue sonando bastante musical, minuto 3:55:
Luego en concierto sí que lo da todo, claro, minuto 4:05:
No es nada difícil encontrar grabaciones de esta misma aria traspuestas uno o dos semitonos por debajo de la tonalidad original por gente de la talla de Pavarotti, que tienen un día flojo y, en lugar de cancelar la representación, llegan a una solución de compromiso artísticamente aceptable.
Aquí un semitono por debajo, 3:35:
Siempre hay soluciones, la música es mucho más que un determinado rango vocal.