La plataforma de música en streaming Grooveshark ha vivido en los últimos meses un pequeño terremoto. Después de años de pulsos con las tres grandes compañías discográficas, el pasado septiembre sufrió un varapalo en los tribunales de Nueva York, donde se dictaminó que era culpable de violar los derechos de copyright. Cuando saltó la noticia, no fueron pocas las voces del negocio de la música que dijeron que la empresa tenía los días contados. Pero Grooveshark sigue operando e incluso está preparando sus planes de futuro, con los que parece que quiere abrir una nueva vía de trabajo en caso de que se vea forzada a detener su actividad tal como lo ha hecho hasta ahora.
En enero, lanzará un servicio de radio tipo Pandora, que con aproximadamente de 200 millones de usuarios y a pesar de estar solo en un par de países, domina este segmento del negocio de la música. Funcionará como una aplicación móvil en la que no va a haber publicidad y se ofrecerán listas de reproducción adecuadas a los intereses del oyente, aunque no han detallado todavía si serán únicamente obra de algoritmos o habrá también un equipo de personas confeccionándolas. El precio de la app será de 99 céntimos y estará disponible tanto para iOS como Android.
Este nuevo rumbo de la compañía será totalmente legal y, dadas sus características, no necesitará de licencias especiales de las discográficas porque la legislación en Estados Unidos no se lo exige. De hecho, Grooveshark va a utilizar el mismo sistema de pago de royalties que Pandora: la estructura que tiene SoundExchange. Está por ver si la radio desembarcará a medio plazo en más países.
Más información | Wall Street Journal
Me dedico al periodismo, vivo en Galicia y lo que más me interesa es hablar de las nuevas formas de pagar, manipular y relacionarse con la música que han traído Internet y las facilidades para acceder a cierta tecnología.
