La idea de mantener el disco de vinilo estático y mover la aguja en círculos —el concepto de giradiscos al revés— ya la hemos visto en esas graciosas furgonetas. Pero LOVE es, como salta a la vista, un dispositivo mucho más elaborado y tecnológico.
Solo hay que poner el vinilo sobre la base y situar LOVE encima. Un sensor detecta el tamaño del vinilo, y LOVE empieza a girar contra las agujas del reloj sobre el disco inmóvil, a las revoluciones adecuadas (33 ⅓ o 45 RPM). No hay más misterio; no estamos ante vinilos que levitan: aquí hay una aguja convencional que, de hecho, puede ser reemplazada.
Tiene un elegante diseño —firmado por Yves Behar—, y puede conectarse vía Bluetooth o Wi-Fi; además, puede ser controlado opcionalmente desde un smartphone con su propia app, desde la que podemos saltar y repetir pistas, cambiar el volumen o las RPM y mostrar la carátula del álbum. En cuanto a conectividad, aparte de la inalámbrica, tiene salida de 3.5mm y RCA con un adaptador.
Estas son sus especificaciones:
- Wow y Flutter: 0.2% máximo
- Ruido (Rumble): < -60dBa (DIN 45539)
- Ancho de banda (3dB): 20 Hz a 18 KHz
- Frecuencia de muestreo: 44 kHz, 16 bit estéreo
- Separación de canales: 25dB a 1kHz
- Balance de canal: 2dB
Para los más desconfiados, LOVE promete no cargar ningún peso sobre el vinilo, garantizando su durabilidad. Todo el peso se concentra en su pad rotatorio, apoyado en la etiqueta del disco.
La base mide 7" (cerca de 18 cm) de diámetro, y el brazo, que pesa 450g, sobresale hasta 10" (algo más de 25 cm). Puede reproducir discos de 12, 10 y 7 pulgadas. Funciona con una batería de litio que le da autonomía para escuchar 15 caras completas de LPs de 12" y se recarga en hora y media.
LOVE es un proyecto de Kickstarter que ya ha superado sobradamente sus metas de financiación, y debería estar disponible para los primeros backers a partir de octubre de 2017.
Más información | LOVE
