Es una traducción horrible pero también incluyo el artículo en ingles.
LOS OJOS DE JOHANN SEBASTIAN BACH
El único problema físico de Johann Sebastian Bach parece haber sido su visión. Lo más probable es que tuviera miopía y es probable que desarrollara cataratas a una edad más avanzada. Además de las cataratas, el empeoramiento de su visión puede deberse en parte a algún otro problema ocular. Durante el último año de su vida, la visión de Bach se volvió tan pobre que decidió operarse los ojos. En 1750, el cirujano ocular inglés viajero John Taylor realizó dos operaciones. Lo más probable es que la primera operación fuera el procedimiento estándar de Taylor. Aproximadamente una semana después de la primera operación, Bach tuvo que ser operado nuevamente debido a la reaparición de la catarata. Estas operaciones intraoculares podrían haber inducido muchas complicaciones dolorosas y/o que reducen la visión: uveítis o endoftalmitis, glaucoma secundario, hemorragia, desprendimiento de retina e incluso oftalmía simpática. Bach quedó "completamente ciego" después de las operaciones y murió menos de cuatro meses después de la operación final.
Johann Sebastian Bach (1685-1750) es probablemente el compositor más famoso de todos los tiempos, y su música sigue siendo el estándar de oro para muchos músicos practicantes y para los oyentes de música clásica. Lamentablemente, se ha perdido una cantidad desconocida pero sustancial de su obra. Lo mismo se aplica a la información sobre la vida privada de Bach. A diferencia de Wolfgang Amadeus Mozart, por ejemplo, que mantuvo una vívida y abundante correspondencia con los miembros de su familia, sólo han sobrevivido unas pocas cartas de Bach.
Se han escrito dos biografías de personas que conocieron a Bach o que entrevistaron a personas que lo habían conocido personalmente. 1 , 2 Las biografías de Bach son Nekrolog auf Johann Sebastian Bach (1754), del hijo mayor de Bach, Carl Philipp Emanuel, en colaboración con un antiguo alumno de Bach, Friedrich Agricola 1 ; y Ueber Johann Sebastian Bachs Leben, Kunst und Kunstwerke (1802), de Johann Nikolaus Forkel. 2 Los escritores del Nekrolog no fueron testigos de gran parte de los últimos años de la vida de Bach. Ya no vivían en la casa de Bach; Ambos habían trabajado desde 1747 como músicos en Potsdam. Forkel se basó en gran medida en el Nekrolog para escribir su biografía, pero también entrevistó a muchas personas que habían conocido a Bach, incluidos los hijos de Bach, Carl Philipp Emanuel y Wilhelm Friedemann. Todas las biografías posteriores de Bach se basan en estas obras.
Además, sólo un retrato de Bach es indudablemente auténtico. El retrato encargado por Bach y pintado por Elias Gottlob Haussmann (1695-1774), fechado en 1746, muestra a Bach sosteniendo su seña de identidad: un triple canon a 6 voces (BWV 1076) como prueba de sus muy desarrolladas habilidades como compositor. La segunda esposa de Bach, Anna Magdalena, consideró que el retrato era un buen retrato. Desafortunadamente, cuando la pintura fue sometida a una importante restauración en 1913, los detalles del retrato se alteraron considerablemente. 3 En 1950 se descubrió en Estados Unidos una copia de estudio del retrato original, también de Haussmann, firmada y fechada en 1748 ( Figura 1 ). Esta copia da una idea aproximada del aspecto de Bach.
Los recursos dudosos de autenticidad incierta son interesantes pero no fiables. Por ejemplo, un esqueleto supuestamente de Bach fue encontrado en 1894 y examinado por Wilhelm His, profesor de anatomía en la Universidad de Leipzig, Leipzig, Alemania, y padre de Wilhelm His, Jr, quien descubrió el haz de músculos auriculoventriculares en el corazón que lleva su nombre, el paquete suyo. 5 Otro ejemplo es el par de gafas de lectura (esfera de +2,5 dioptrías [D] y cilindro de −0,5 D; el eje no puede indicarse ya que las lentes se pueden mover libremente dentro de su montura) que supuestamente pertenecieron a Bach, pero que tampoco podrán ser recuperadas. comprobado que estaba en su poder. 6
Este artículo comenta los aspectos oftalmológicos de Johann Sebastian Bach, vistos por un oftalmólogo actual.
el joven bach
El único problema físico de Bach parece haber sido su visión. Sus ojos tenían “una visión naturalmente mala” ( Sein von Natur blödes Gesicht ), y “esta se debilitaba aún más por el mucho estudio, a veces incluso durante toda la noche, especialmente durante su juventud”. 1 (p167)
Varios autores han sugerido la miopía basándose en la aparición de Bach en el cuadro de Haussmann, que muestra "los surcos verticales que van hacia arriba desde el puente de la nariz, así como los ojos entrecerrados, resultado de la miopía". 7 (p1797) La palabra miopía se deriva del griego y significa “apretar”. Sin embargo, otros errores refractivos como la hipermetropía y el astigmatismo también pueden provocar el estrechamiento de los párpados.
La miopía es generalmente preferible a la hipermetropía, ya que las personas miopes tienen una visión cercana adecuada. Para un músico que aún no ha madurado y todavía domina su arte mediante la lectura y escritura extensa de notas, la visión de cerca es esencial. Esto sugiere que Bach probablemente era miope. La hipermetropía o el astigmatismo habrían sido mucho menos compatibles con sus actividades diarias. Además, Bach corría riesgo de sufrir miopía; Como fue un éxito escolar (uno de los mejores estudiantes de su escuela, e incluso se saltó un año), realizó mucho trabajo cercano y leyó mucho. 8
La miopía de Bach sólo puede haber sido moderada. Con un error de refracción de −2 D, su punto lejano habría sido de 50 cm. Un error de refracción mayor, de, por ejemplo, −5 D, le habría dado a Bach dificultades para tocar el órgano de iglesia, su instrumento favorito. Utilizaba ambos pies para tocar los pedales del órgano de la iglesia, lo que requería recostarse en el asiento para liberar las piernas para esta acción. Inclinarse hacia adelante para leer una partitura en el órgano de la iglesia y al mismo tiempo usar ambas manos en el teclado requiere al menos un pie en el suelo para mantener el equilibrio; cuanto mayor sea el error de refracción, peor será este problema. Reconocer rostros en la calle ciertamente habría sido un problema para una persona moderadamente miope en la era anterior a la corrección con gafas. Las gafas podrían haber resuelto este problema, pero su uso para cualquier otra cosa que no fuera la lectura no se generalizó hasta un siglo después de la muerte de Bach. 9 Las biografías no mencionan en absoluto el uso de gafas por parte de Bach.
La ambliopía es otra posibilidad teórica, pero no hay evidencia que lo respalde. La ambliopía bilateral por hipermetropía o astigmatismo severo también es una posibilidad teórica, pero también habría afectado la visión de cerca. La ambliopía bilateral debida a miopía es extremadamente rara, pero se puede conservar algo de visión de cerca.
Bach en su vejez
Parece que en general Bach gozaba de buena salud, excepto en su último año. Teniendo en cuenta la asombrosa cantidad de música que escribió, la casi continua demanda de actuaciones, el cuidado de los 20 hijos que tuvo con sus dos esposas sucesivas, su preocupación por los numerosos estudiantes que vivían en su casa y la vigorosa aparición de Bach en su 61. año en el cuadro de Haussmann, es muy poco probable que haya sufrido alguna enfermedad grave o crónica. Además, las biografías mencionan explícitamente la fuerza y la constitución saludable de Bach: seinen übrigen noch sehr muntern Seelen—und Leibeskräften (su alma vivaz—y las fortalezas de su cuerpo). 1
El único período conocido de enfermedad ocurrió entre 1730 y 1740, cuando Bach tuvo que cancelar un viaje a Halle, Alemania, para encontrarse con George Frideric Handel, un compositor contemporáneo que también nació en 1685. 1 No se sabe nada sobre la naturaleza y duración de la enfermedad. esta enfermedad. El retrato de Haussmann proporciona información adicional sobre la apariencia física de Bach, que muestra que Bach era obeso.
Otro rasgo llamativo son sus párpados entrecerrados ( Figura 2 ). Una mirada más cercana parece dar la impresión de dermatocalasis; esto no tiene implicaciones clínicas graves, excepto que a veces puede restringir el campo visual superior.
Según sus biografías contemporáneas, la vista de Bach se deterioró a medida que envejecía. Hay muchas explicaciones posibles para esto, siendo la catarata la más lógica. No hay indicios que sugieran o excluyan otras enfermedades, como el glaucoma o la degeneración macular relacionada con la edad. Parece poco probable que su visión se deteriorara como resultado de una secuela de miopía, porque su miopía parece haber sido leve.
las operaciones
Durante el último año de su vida, la visión de Bach se volvió tan pobre que decidió, tras la persuasión de sus amigos, operarse los ojos. En 1750, el oftalmista inglés viajero “Chevalier” John Taylor (1703 o 1708-1772), que se encontraba en Leipzig, realizó dos operaciones.
Taylor había completado una formación quirúrgica en Inglaterra; También asistió a conferencias de Hermann Boerhaave en los Países Bajos y aprendió el arte del sofá con Jean Louis Petit en Francia. 10 Después de su formación, Taylor comenzó a ejercer en Suiza, donde cegó a cientos de pacientes, confesó una vez. Durante su vida laboral, pasó la mayor parte de su tiempo viajando en un carruaje pintado con ojos y las palabras qui dat videre dat vivere (dar vista es dar vida). Sus viajes lo llevaron por la mayor parte de Europa y más allá, a Rusia y Persia, donde incluso reyes y emperadores se encontraban entre sus pacientes. Más de una vez fue asaltado y casi asesinado durante sus viajes. Taylor sabía mucho de oftalmología y dejó artículos científicos en varios idiomas. Fue el primero en describir el queratocono, que también ilustró de forma reconocible. Se adelantó a su tiempo en el abordaje quirúrgico del estrabismo mediante el corte de un músculo del ojo. Esto convirtió a Taylor en una rara combinación de hombre de ciencia serio y charlatán en la práctica diaria.
Los pacientes de la segunda mitad del siglo XVIII eran operados sentados erguidos en una silla y sostenidos firmemente por un ayudante, quien se aseguraba de que el paciente no se moviera en momentos cruciales en esta época sin que los anestésicos fueran de uso común ( Figura 3 ). Los únicos anestésicos eran alcohol y opiáceos. Se sabía que Taylor usaba una espátula para presionar el párpado superior contra la pared orbitaria, una técnica utilizada también por otros cirujanos. 12 Presionando los tejidos profundos de los cuadrantes orbitarios superiores a través del surco superior con esta espátula, sería posible lograr algo de anestesia. Se dañaron partes del nervio nasociliar o sus ramas que forman los nervios ciliares posteriores cortos. Estos últimos nervios suministran inervación sensorial a la córnea, el iris y el cuerpo ciliar y, por lo tanto, se redujo algo del dolor en estas áreas. Una ventaja resultante de este enfoque fue la fijación del bulbo.
Como Taylor era diestro, prefería operar el ojo izquierdo del paciente sentado, ¡incluso si era el ojo sano! Incluso los médicos de su época, como Eschenbach, que escribió un libro completo sobre Taylor y sus operaciones, criticaron este enfoque. 13 La costumbre de Taylor de cubrir las heridas que hacía con una venda también fue criticada porque aumentaba el riesgo de infección. A los pacientes se les permitía quitarse el vendaje sólo después de 5 o 6 días, cuando Taylor ya se había trasladado a la siguiente ciudad para operar a nuevas víctimas. A menudo cobraba cantidades exorbitantes de dinero por estas intervenciones, dependiendo de la riqueza del paciente. Si no podían pagar en efectivo, también aceptaba objetos de valor como relojes de oro.
La primera operación de Bach tuvo lugar entre el 28 y el 31 de marzo de 1750, y la segunda se realizó entre el 5 y el 7 de abril. 14 Lo más probable es que la primera operación fuera el procedimiento estándar de Taylor, que le llevó 9 páginas describir en su libro Cataract. y Glaucoma (1736). 10 En esta operación, se colocó una incisión de un poco más de 4 mm aproximadamente 3,5 mm por detrás del limbo. Con una aguja planoconvexa, se abrió la cápsula posterior y se siguió con un movimiento anterior y descendente de la aguja para que la lente opaca se desplazara inferiormente hacia el vítreo. En la disertación de Johann Philipp Schnitzlein de 1750 se ilustra esta técnica de cirugía de cataratas mediante una impresión artística ( figura 4 ).
Aproximadamente una semana después de la primera operación, Bach tuvo que ser operado nuevamente debido a la reaparición de la catarata (wieder aufgetreteten Stahrs) . 13 Es posible que el desplazamiento fuera seguido de un desplazamiento anterior del cristalino, bloqueo pupilar y glaucoma.
Nunca se sabrá exactamente qué ocurrió durante las operaciones, pero el enfoque general de Taylor incluía sangrías, laxantes y gotas para los ojos con sangre de palomas sacrificadas, azúcar pulverizada o sal horneada. 13 A veces hacía incisiones perioculares, que luego se cubrían con vendajes que incorporaban una manzana asada o una moneda. En casos de inflamación grave, Taylor prescribía grandes dosis de mercurio. Todo esto ocurrió en la era preantiséptica. Estas operaciones intraoculares podrían haber inducido muchas complicaciones dolorosas y/o que reducen la visión: uveítis o endoftalmitis, glaucoma secundario, hemorragia, desprendimiento de retina e incluso (después de 4 a 8 semanas) oftalmía simpática.
Nunca sabremos si Taylor operó uno o ambos ojos en ambas ocasiones. Puede que haya operado la segunda vez porque el resultado no fue exactamente el que deseaba la primera vez, o puede que haya operado el segundo ojo en otra fecha así como hoy en día operamos los 2 ojos con un intervalo.
Según el periódico Vossische Zeitung (1750, núm. 41), Bach pudo ver mucho mejor después de la primera operación, lo que respalda la sugerencia de un desplazamiento de cataratas que mejoró un poco o parcialmente la visión. 15 Sin embargo, el periódico podría haber sido influenciado por el propio Taylor, quien tenía un sentido muy desarrollado de las relaciones públicas y que a menudo hacía publicidad en los periódicos locales para anunciar su llegada y sus operaciones milagrosas.
Las biografías indican que Bach quedó completamente ciego después de la segunda operación, se sintió mal y experimentó dolor en los ojos. 1 , 2 Sin embargo, Forkel 2 afirmó que a Bach le dolían los ojos incluso antes de la operación. Dado que Forkel escribió su biografía más de medio siglo después de la muerte de Bach y obtuvo la mayor parte de su información de forma indirecta, parece posible que esta descripción fuera errónea.
La ceguera y el dolor tras las intervenciones de Taylor son compatibles con la mayoría de las posibles complicaciones postoperatorias descritas, especialmente las relativas a inflamación y/o aumento secundario de presión.
Como Bach quedó “completamente ciego” después de la segunda operación, se puede postular que esto se debió a operaciones en ambos ojos. Esta es una posibilidad, pero también es posible que un ojo ya estuviera (casi) completamente ciego antes de la operación. Si esto fuera cierto con respecto a su ojo derecho, podría haber perdido completamente la visión debido a la preferencia de Taylor por operarse el ojo izquierdo. Además, la expresión "completamente ciego" utilizada por los médicos profanos que escribieron sus biografías podría no haber sido la interpretación de los oftalmólogos modernos.
Bach nunca se recuperó completamente después de las operaciones. Las fuentes mencionan una repentina recuperación de la visión unos días antes de su muerte, a la que siguió un derrame cerebral. A esto le siguió la hitsiges Fieber (fiebre ardiente), que le llevó a la muerte el 28 de julio de 1750, a las 18.15 horas , en el año 66 de su vida, a pesar de los cuidados de dos de los médicos más hábiles de Leipzig. 1 Bach murió menos de cuatro meses después de su última operación.
Parece poco probable que su visión regrese repentina, breve y espontáneamente después de un período prolongado de inflamación y/o presión intraocular elevada. Pudo haber sido una alucinación o el síndrome de Charles Bonnet, en el que los pacientes experimentan alucinaciones visuales complejas. 16 Este síndrome se asocia con deterioro o pérdida de la visión debido a la desaferentación que hace que la corteza sensorial exhiba una actividad independiente espontánea con imágenes conscientes resultantes. En aquellos días, el ictus era un término inespecífico y puede haber indicado simplemente que Bach perdió el conocimiento.
La fiebre sugiere una infección. Es muy difícil establecer una conexión clara entre las operaciones y la enfermedad que lo mató. Parece poco probable que una endoftalmitis posoperatoria hubiera persistido durante 4 meses antes de provocar una sepsis mortal. Ciertamente las operaciones, sangrías y/o purgantes lo habrían debilitado y predispuesto a nuevas infecciones.
También vale la pena recordar que la antigua expresión hitsiges Fieber ha sido traducida de diversas maneras como “fiebre como convulsión del alma” o “fiebre como espasmo de los vasos sanguíneos acompañado de taquicardia”. 17
Bach fue enterrado de forma anónima, al igual que Mozart, 3 días después de su muerte, en una tumba sin ninguna piedra o marca visible, cerca de la Iglesia de San Juan en Leipzig. Cuando la iglesia fue reconstruida en 1894, los supuestos restos mortales de Bach fueron enterrados nuevamente en la propia iglesia. Después de que esta iglesia fuera fuertemente bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, los supuestos restos fueron trasladados a la Iglesia de Santo Tomás en Leipzig, donde aún permanecen.
Sobre el destino de este gran compositor sólo se puede especular. El único hecho indiscutible es que el corpus musical que Bach nos dejó, sigue sonando tan fresco hoy como el día que lo puso por escrito. Cualquier enfermedad ocular que Bach haya sufrido durante su vida, nunca le impidió crear música divina.
https://jamanetwork.com/journals/jamaophthalmology/fullarticle/417322?fbclid=IwAR0et-S9w8lF9pKteYFRQK6rYmw_QUjjZi70oXXSjWqPnOT4SKz1Ls7hSU0_aem_AaOznmV4D3-pkir3szIFAhISO16s6fYeUR-tp_wz5oO4HoNZt5EFwpNP2YFfBFX1F9fMGFkPnMtJP-gJwp_o7YrJ 
