Sintetizadores

Probamos Arturia DrumBrute, analógica por dentro y por fuera

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Veredicto
La entrada de Arturia en las cajas de ritmo autónomas ofrece un sonido contundente, incisivo y sólido. Es difícil encontrar una caja de ritmos analógica con esta cardinalidad tan amplia de 17 timbres simultáneos a este precio. Con todo, las cajas de ritmo analógicas son lo que son: tendrás que ver si sus timbres te encajan, y necesitarás procesarlos externamente para su acabado final.

Pros

  • Precio más que atractivo en comparación con otras cajas de ritmo analógicas
  • Panel generoso y con todas las funciones accesibles de forma cómoda

Contras

  • La ausencia de 'velocidad' (sólo golpe normal y acentuado): no hacía falta ser tan fieles a lo 'retro'
  • Fascinantes como son las posibilidades que da la aleatorización, quizá podrían domarse un poco (al estilo de lo que hace BeatStep Pro)

Introducción

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Cuando aún no se han apagado los ecos de su anuncio y a falta de que empiece la distribución a final de mes, probamos a fondo la caja de ritmos analógica de Arturia y descubrimos algunas sorpresas sobre la idea que nos hicimos al redactar su primera noticia hace un mes. Por supuesto, escuchamos y jugamos extensamente con sus sonidos y comprobamos las capacidades para creación de patrones, cuestiones que podréis valorar a través del vídeo que acompaña la review.

Destaca como un valor principal la absoluta inmediatez de uso sin complejas instrucciones, y la comodidad de manejo gracias al tamaño generoso en el que están desplegados sus controles. Ambas cuestiones que enfocan hacia la creación, la improvisación y el ‘en vivo’.

Los 17 sonidos analógicos son los que son y tendrán amigos y detractores, como también el hecho de que suenen siempre tal como estén ajustados a la vista sus controles, sin posibilidad de memorizar cambios de parámetros. Algo que desde luego no suele amedrentar a los amigos de lo analógico y lo modular, pero que deben tener en cuenta los más apegados a las facilidades de lo digital. Cualquier patrón registrado sonará en función del estado de los controles, no necesariamente con el mismo sonido con que lo creaste. También habitual en cajas analógicas, a pesar de que los pads transmiten información de velocidad y los patrones la registran, los sonidos internos usan dos niveles normal y acentuado, y no todo el rango de 127.

Eso sí, desde luego sonido rotundo e impactante tiene, así que cuidado con los volúmenes de escucha si la probáis. Expone con claridad tanto los subgraves como los transitorios más directos.

La flexibilidad y el retoque instantáneo para adaptarse a lo que pida el momento pueden hacer de Drumbrute, además de una caja de ritmos autosuficiente para estilos que se basten con sus sonidos, un complemento interesante con el que aumentar una sección de ritmo más ‘predeterminada’, como pueden ser loops y/o sonidos muestreados, aportando la flexibilidad de los instrumentos y patrones de Drumbrute y su manipulación.

Sus sonidos, final e inesperadamente ¡17!

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Comienzo con una sorpresa buena y de máximo interés, hasta el punto de obligarnos a corregir la noticia inicial que ofrecimos hace un mes: finalmente son 17 los sonidos que pueden usarse a la vez, y no los 12 que hacían presagiar los emparejamientos y el conmutador presentes en 5 de sus 12 secciones de controles sobre los sonidos. No será por tanto necesario decidir si queremos toms o congas, por ejemplo, a pesar de que compartan una misma sección de controles. Podremos mezclarlos aunque, eso sí, cualquier modificación del sonido afectará a los dos miembros de esas parejas de hecho. Por ejemplo alterar el control ‘tune’ de la sección tom/conga agudo afectará a la afinación de ambos instrumentos a la vez.

Podréis escuchar los sonidos uno a uno en el vídeo, a partir del minuto 3 aprox., comprobandos qué recorrido permiten a través de sus controles. Que encajen más o menos es cuestión de gustos, sin olvidar que muchos de ellos pueden beneficiarse de un tratamiento posterior para el que resultan muy útiles las salidas individuales. Los 17 sonidos y los controles disponibles para cada uno de los 12 canales de control los veis con claridad en la foto del panel frontal (haced clic en ella para desplegarla en mayor tamaño y leer con claridad sus rótulos).

Drumbrute
pablofcid

Aunque podréis juzgar vosotros mismos al oírlos en el vídeo, os hago una resumen sobre los sonidos:

Interesante el doble bombo con matices bien diferentes y el juego que dan sus controles, con el bombo 2 capaz de entrar con solidez en región subgrave. Bienvenida la separación del control del golpe/parche y los muelles en el sonido caja, así como la variedad que se obtiene jugando con el color y la duración de uno y otro elementos. Las palmas también admiten una personalización útil tanto en duración como en el color. Por cierto cuando hablo de color me refiero al timbre, y se trata en muchos de los sonidos de controlar dónde se ubica, en una región más aguda y brillante o bien en una con con cuerpo y graves.

Mientras más o menos todos (incluida Arturia) tenemos una idea de qué podemos esperar de un bombo, caja, clave, o maraca analógica, el terreno de los 'platos' analógicos es mucho menos estándar y abonado para debates acalorados porque cada cual tiene su propia idea sobre cómo deben sonar. Sobre todo el plato (cymbal, doble por la presencia de versión directa/invertida) podría tener algo más de variedad en el recorrido ‘tone’, dejando con ganas de algo más en ese elemento, aunque es muy bienvenido el nada habitual plato invertido, aunque sea para usarlo con cuentagotas por ser tan llamativo. Para mi gusto siempre tanto hats como cymbal es preferible mantenerlos en duraciones algo cortas que no los expongan de forma demasiado evidente, pero eso es algo que me sucede con cualquier caja analógica, no es exclusivo de DrumBrute.

Aro de caja/clave es otra de las parejas, con una clave de timbre fijo útil como sonido ultracorto incisivo, y el aro admitiendo variación de su color mediante un potenciómetro. Lo que sí es compartido es el control de nivel, que afectará a ambos instrumentos. Por cierto, como en cualquiera de estas parejas, existe la vía del 'mute' para silenciar uno y mantener el otro sin hacer uso del control 'level' que anularía a ambos.

La presencia independiente de maracas y de pandereta muy útil y buena idea que sólo la panderata sea afectada por el ‘decay’ dejando las maracas siempre breves pese a compartir la misma sección de controles. Así, también esta pareja lo que comparte al final es sólo el control de 'level'.

Los dos canales de tom/conga son producto de un mismo diseño, centrado en oscilador con un recorrido de frecuencia descentdente durante su ‘decay’. Pensad en que el tom grave cubre un cierto registro de afinación que prosigue en el tom agudo y luego da paso a la conga grave para acabar en la conga aguda, y tenéis una idea de lo que representa cada uno. Cada pareja tom/conga guarda una afinación relativa fija a distancia de octava pero la separación entre la pareja grave y aguda puede regularse a través de los controles de ‘tune’ en cada una. Quien añore un tercer tom puede subsanar esa ausencia mediante uno de los bombos afinándolo en su extremos medio/alto para obtener un nuevo tom grave, o bien con la sección ‘zap’. 'Zap' es un sonido que ha trastocado un poco lo que esperaba encontrar bajo ese nombre: no es un barrido de filtro autoscilante que permita generar un marcado láser electro-kraftwerkiano, sino un oscilador con barrido en frecuencia, que nos trae a la memoria los ‘Synsonic Drums’ y los ‘Simmons’ aunque admite decays tan rápidos que deja de actuar como barrido y se convierte en una percusión corta más si se desea.

Resumen de características

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  • 17 sonidos de origen analógico
  • Editables en tiempo real a través de un generoso juego de 36 controles con 12 pots de nivel y otros 24 para controles de timbre como color, decay, etc.
  • Interfaz muy inmediato, con todo a la vista, sin menús ocultos ni intrincadas combinaciones de teclas
  • Los controles actúan de forma estrictamente analógica modificando los sonidos en tiempo real (y sin posibilidad de memorizar o programar sus ajustes: los instrumentos siempre suenan tal como indica la posición de los controles en el panel)
  • 64 patrones de hasta 64 pasos organizados en 4 bancos de 16, con (sólo) dos niveles de intensidad: normal o acentuado
  • Grabación paso a paso mediante hilera de 16 botones que presentan los 64 pasos como 4 páginas sucesivas
  • Posibilidad de realizar en cada paso 2, 3 o 4 golpes de un instrumento en lugar del convencional golpe único
  • Grabación en tiempo real desde pads sensibles a la velocidad con un umbral personalizable para separar el toque normal o el acentuado
  • Swing y aleatorización regulables y memorizables tanto en cada patrón para todos los instrumentos, como de forma separada para cada instrumento de un patrón
  • Posibilidad de desplazar los golpes individualmente para alterar la ‘cuadratura’ de la rejilla de pasos y definir patrones con un 'groove' interno al gusto
  • Modo ‘song’ para encadernar hasta 16 patrones
  • Funciones ‘mute’ y ‘solo’ en tiempo real sobre los 17 instrumentos
  • Función ‘looper’ en tiempo real para efecto clásico de repetición de un tiempo, medio, o un único paso, para crear breaks/suspensiones
  • Admite retoque de la longitud de un patrón durante la reproducción
  • Permite patrones polirítmicos en los que cada instrumento tiene su propia longitud de patrón (de nuevo con cambios permitidos durante la reproducción)
  • Tempo ajustable en BPM con 2 decimales y con opción tap tempo
  • 11 salidas individuales (los dos hats reunidos en una, como también cada pareja que comparte una misma sección de controles) y salida metrónomo independiente
  • La salida ‘mix’, que es mono, retira los instrumentos que hayamos extraído por salida individual
  • Filtro resonante conmutable paso bajo o paso alto para afectar a la salida combinada mediante un eficaz Steiner-Parker heredado de los sintes brute de Arturia
  • Salida de auriculares (en 3,5mm y en ¼ de pulgada) con nivel regulable independientemente al de la salida principal
  • Sincronización in y out vía MIDI DIN, MIDI USB, clock analógico (con 1 pulso por paso o con 2, 24, 48 pulsos por negra)
  • Envía y recibe la información de activación de notas por MIDI
Conexiones en Drumbrute
arturia.com

Creación de patrones

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Como veréis en el vídeo el uso es sumamente fácil y ágil. Si conocéis el Beat Step Pro de Arturia y su sección para secuenciamiento de baterías os encontraréis ante un interfaz y uso casi idéntico. Si alguna vez habéis manejado cualquier caja por pasos, también. La grabación por pasos asistida por la hilera de los 16 botones y completada con la grabación en tiempo real desde los pads, permite resolver ágilmente cualquier programación y edición / retoque combinando ambos enfoques. Así que, partiendo de una comodidad de uso importante, sólo añadiré aquí escritos algunos aspectos que no son triviales.

Un ‘randomizer’ agresivo y cómo domarlo

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Arturia nos había entregado un ‘randomizer’ bien atractivo en Beat Step Pro para conseguir variaciones automáticas sobre la base del patrón inicialmente creado. Pero el incorporado en DrumBrute es diferente, mucho más agresivo. Algo que no faltará quien agradezca y que en todo caso podría revisarse con más opciones en futuras versiones de firmware. Os contamos el principal problema posible y formas de evitarlo. No se trata tanto de que en BSPro tuviéramos dos controles separados (sobre la probabilidad de introducir cambios y la intensidad de esos cambios) que ahora se resumen en uno, sino de la introducción que hace DrumBrute de instrumentos que no hacíamos sonar en nuestro patrón al activar la aleatorización.

Mientras que en BSPro las variaciones no hacían intervenir notas nuevas, sino que trabajaban sobre la base de las existentes para mantener cierta ‘coherencia’, quedando así como un aleatorizador 'cauto', aquí cualquier introducción de aleatoriedad da entrada a golpes de cualquier instrumento. Personalmente, quizá porque soy un fanático de tener todo bajo control, prefiero que la aleatoriedad no llegue a desdibujar tanto las intenciones originales. Me gusta más encontrar un ‘generador de variaciones’ (como lo podía ser BSPro) que un estricto ‘aleatorizador caótico’ (como parece preferir DrumBrute).

Para contrarestar esa mayor libertad que se toma DrumBrute son muy eficaces dos acciones que pueden tomarse por separado o de forma conjunta.

Una es recordar que los ajustes de aleatorización (tanto en BSPro como afortunadamente en Drumbrute) pueden aplicarse ‘a todo el patrón’ pero también ‘instrumento a instrumento’. Dejad anulada la aleatorización global y realizadla sólo sobre los instrumentos que más puedan agradecerla dentro de los que estén en uso en vuestro patrón, y asunto resuelto.

Y si sois ‘vaguetes’ (perdón, quiero decir si las urgencias del directo os obligan a ello) podéis también usar la aleatorización ‘global’ pero marcando con ‘mute’ o con el control ‘level’ aquellos instrumentos que no queráis que surjan de la nada. Especialmente atentos al plato invertido, porque llama la atención en exceso en cuanto entra y no era requerido. ‘Mute’ o ‘Level’=0 y todo listo para seguir. También habría la opción de salvar el patrón en dos versiones, una de ellas la original sin aleatorizción y otra en la que hayamos programado el uso de aleatorización en instrumentos seleccionados, permitiendo así el paso de una a otra variante en directo más ágilmente.

Atentos al uso de 'mute' y 'solo'

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Los botones 'mute' y 'solo' permiten respectivamente activar/desactivar esas funciones pudiendo elegirse con los pads qué instrumentos estarán sometidos a la respectiva acción. Por ejemplo para el clásico juego de retirar bombos y caja. Y como el juego es distinto para 'mute' y 'solo' se pueden configurar varias formas de exponer un patrón: completo. o con las selecciones de instrumentos correspondientes a mute o a solo.

Hablando de lo cual, una petición hacia Arturia: en la versión prototipo que he probado, mientras está activado el botón ‘mute’ la hilera de botones luminosos de los 16 pasos se queda ‘congelada’ mostrando el último instrumento seleccionado antes de hacer ‘mute’. Eso impide mientras tengamos activada la acción 'mute' el poder visualizar/insertar/retirar golpes en el resto de los instrumentos usando los 16 botones la rejilla. Algo que preferiría ver modificado en un próximo firmware, para permitir combinar el silenciamiento con la edición por pasos. Tan simple como que al pulsar un pad además de activar/desactivar su estado 'mute' se actualice a ese instrumento el uso de la botonera de pasos.

Golpes normal y acentuado pero sin otras velocidades

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Para según qué estilos encuentro limitante la presencia de sólo dos niveles, normal y acentuado, que habrá permitido ahorrar algo de electrónica pero que deja en el estado de los primeros 80s cierto tipo de expresividad en los patrones. Algo como un redoble en crescendo queda fuera de lugar en DrumBrute salvo por intervención manual en el control 'level' durante la reproducción, como también el meter golpes de adorno/relleno en un plano muy enterrado que no salte a primera vista sino que quede como 'ambiente' de fondo. Para crear alguna ilusión de ese tipo he usado a veces el golpe múltiple sin acento precediendo a un golpe final con acento, de forma que un cierto 'crecimiento' se da, pero no está de más apuntar esa existencia de sólo dos niveles. Por cierto se puede definir al gusto el umbral de velocidad que separará los golpes acentuados de los no acentuados, usando MIDI Control Center.

MIDI Control Center

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MIDI Control Center es el soft de Arturia para configurar diversos equipos hardware conectados por USB a un ordenador tales como eclados controladores, secuenciadores Beat Step, ... y ahora también DrumBrute. Es de agradecer, al menos para quienes hacemos reviews, que se trate de un mismo soft que integra todo y mantiene un mismo aspecto y filosofía de uso, para no complicarnos la vida.

Los detalles los veréis en el vídeo, pero son realmente pocas las cosas que escapan al panel frontal del propio DrumBrute con lo que MIDI Control Center es a ese respecto casi más una comodidad que una necesidad. Permite la configuración de parámetros globales de DrumBrute en cosas tales como el mapa de notas MIDI que usan sus instrumentos y el canal MIDI al que reaccionarán, o el uso de comandos MIDI realtime clock y/o MMC (MIDI Machine Control), o el ya referido umbral de velocidad para separar toque normal y acentuado, entre otras cosas. También permite la presentación y edición de patrones mediante una cuadrícula en pantalla, aunque a ese respecto encuentro preferible usar el propio DrumBrute, no hay nada en MIDI Control Center relativo a los patrones que no esté accesible ya en el panel del equipo.

Pero además es también la vía para realizar updates del firmware (el soft avisa automáticamente si detecta que nuestra máquina no está actualizada) y para poder realizar backups de toda la programación (patrones y configuración) de nuestro DrumBrute. Eso facilita conservar los datos de cada proyecto y poderlos recuperar cuando sea necesario con mucha comodidad, aunque tarda lo suyo (cosas, supongo, de hacer el volcado a través de MIDI aunque se trate de USB MIDI).

Conclusiones

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Como cualquier máquina, tiene lo que tiene, que no es poco y más al precio de 450€, por el que es difícil encontrar una caja de ritmos analógica con esta cardinalidad tan amplia de 17 timbres simultáneos y también con estas igualmente amplias dimensiones que se agradecen. Pese al alto número de instrumentos habrá quien eche de menos tal o cual sonido, como el cencerro, por una especie de obligación no escrita que muchos imponen de reconstruir en cada nueva caja la inevitable 808. Aquí, sin desoír la tradición de las cajas de ritmos analógicas de patrones y de los sonidos que suelen incorporar, Arturia no ofrece una reconstrucción de nada sino su propia variante.

Sus sonidos han quedado expuestos para vuestro juicio en nuestro vídeo y en las demos que existen en la web de Arturia y en otros muchos lugares de Internet. Comparando con otras propuestas de este tipo no parecen haberse quedado cortos en número ni en posibilidades de personalización dentro de lo que son sonidos analógicos de percusión. Pero en este tipo de propuestas de cajas analógicas hay que tener presente que los sonidos son editables pero esencialmente ya definidos por sus circuitos. Desde luego no falta en el conjunto de sonidos contundencia, ya desde su propia salida 'mix', aunque las salidas individuales permitan a quien quiera ir más allá jugar con compresores dedicados y otros efectos, o creando una mezcla estéreo.

Positivo que no se haya recortado coste por la vía de compactar su tamaño: los pads, la botonera de pasos y los potenciómetros se dejan manejar con comodidad. Sí se ha obviado el ofrecer posicionamiento estéreo, pero a cambio las salidas individuales lo hacen posible mediante un mezclador externo que a la postre sería también necesario para poder procesar de forma individual cada sonido que lo necesite. Una salida estéreo en realidad no hubiera evitado el problema de que una reverb que podamos querer aplicar a la caja no tendría que empapar al bombo, así que la salida 'mono' tiene justificación. La retirada de los instrumentos en la salida 'mono mix' cuando vamos extrayéndolos individualmente facilita las cosas en esos casos de mezcla externa.

Como cualquier sistema analógico sin memorias (sí la hay de los patrones pero no de los sonidos) la veo pensada para el vivo y la creación manipulando los controles y para aquellos amigos de grabar audio más que de dedicarse a editar en MIDI y programar automatizaciones y cambios de parámetro sin parar.

Para animar el uso de los patrones la presencia del ‘looper’, el filtro resonante muy resultón y que se agradece tener tan a mano sin tener que acudir a un filtro externo, y las opciones de poliritmia y cambio de longitud de patrones sobre la marcha, permiten intervenciones sencillas de llevar adelante y efectistas, máxime si introducimos en momentos elegidos el descontrol regulable que permite el control ‘randomness’.

Por lo demás, y contando con los precedentes de los sintes brute y de los beat step / beat step pro, a pesar de tratarse de un prototipo, no he encontrado errores graves. Hay algún retoque necesario al firmware, de hecho he estado probando un prototipo: a veces tras jugar con el looper las pistas han perdido su alineamiento. Es algo que ya pasó en el primer firmware de Beat Step Pro y que no dudo corregirán también aquí en breve. Varias peticiones de los usuarios para realizar mejoras en el secuenciador Beat Step / Pro fueron atendidas con celeridad por Arturia en BSPro, así que cuestiones como aquella que señalaba de la no edición por pasos mientras estamos en modo 'mute/solo' encontrarán posiblemente salida.

Físicamente la construcción es sólida, con panel de metal y la madera lateral. Si habéis estado cerca de un mini o microbrute, ya sabéis qué estética y acabado podéis esperar.

Respecto al entorno en que compite, vuelvo, aunque sea repetirme, a lo que dije al dar la primera noticia hace un mes: se situa en la misma franja que las virtuales Roland TR-8 que es la que veo su competidora más directa (con su personalidad múltiple y ampliable 909/808/707/606, más las facilidades de programación/automatización y efectos sólo posibles en lo digital) y Roland TR-09 y su look retro desde el peculiar y reducido formato de la serie 'Boutique', o las analógicas 'pequeñas' MFB como Tänzbar Lite y Tänzmaus que ofrecen menos sonidos y son tan reducidas que complican su uso, quedando ya muy por encima en precio que no en prestaciones la Tanzbar completa.

La entrada de Arturia en las cajas de ritmo autónomas es por tanto una respuesta a la buena acogida que el momento actual concede a todo lo analógico, aprovechando la experiencia con Beat Step Pro y con los sintes analógicos 'brute', y sin duda encontrará muchos padrinos deseosos de adoptarla. Curiosamente el apellido 'brute', justificado en los sintes por un control específico con ese nombre, es aquí más una cuestión de filiación estética, dado que, aunque sí está el filtro Steiner-Parker de los mini/microbrute lo que no aparece por ningún lado es el control 'brute'. Pero eso no afecta a que su sonido sea todo lo contundente, incisivo y sólido que se puede esperar cuando uno se interesa por este tipo de cajas de ritmo.

Más información | Arturia

Drumbrute
arturia.com
Pablo Fernández-Cid
EL AUTOR

Pablo no puede callar cuando se habla de tecnologías audio/música. Doctor en teleco. Ha creado diversos dispositivos hard y soft y realizado programaciones para músicos y audiovisuales. Toca ocasionalmente en grupo por Madrid (teclados, claro).

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