The Heritage H-535. La 335 de Kalamazoo. 2002.

Espectacular guitarra de caja, marca The Heritage, de impresionante sonoridad, ideal para blues, rock&roll, rock, soul, y sonidos vintage en general.

Con algunas ventajas respecto a la 335: clavijeros que no se desafinan, mejores acabados que las Gibson de serie y un precio muy ajustado.

Yo la compré hace un año, y antes tuve una 335 nueva. Comparativamente es un instrumento mejor acabado que la 335. La vendo porqué voy detrás de una vintage.

El anterior propietario escribía en su anuncio lo siguiente (y me parece acertado):

Construída a partir de un fantástico mueble de arce laminado rodeado de un precioso binding color crema con tapa de arce rizado. Mástil de caoba y diapasón de palo rosa con radio de 12". Escala de 24.75", 22 trastes.

Con su clavijero y trastes en perfecto estado, se han actualizado para la venta algunos componentes, por los Luthieres de una afamada casa de instrumentos de Madrid.

Se ha cambiado el puente Tune-o-Matic por un TonePros para mejorar y potenciar el sustain.
Se ha instalado una cejuela de hueso, trabajada a mano.
Se ha cambiado el viejo cableado por otro de alta calidad.
Se han instalado potenciómetros Emerson, de lo mejor que se puede encontrar.

Como resultado, es una guitarra absolutamente renovada en su electrónica y mecánica, al más alto nivel de calidad y ajuste.

Me disgusta comprar una guitarra y tener que gastar mas dinero en dejarla en condiciones. Te garantizo que con esta no te pasará. He añadido fotos del estado del diapasón y los trastes, realizadas en el taller del luthier.

Tiene una antigua reparación en la pala. Ya la compré así y no representa ningún problema. Por lo demás, algún pequeño toque en la laca, sin importancia.

Ligera, alrededor de 3,2 kg y con un ajuste de cuerdas muy cercanas al mástil, la acción es simplemente asombrosa. Calza un 10-46 y se toca como si fuera de mantequilla. Fabricada en Kalamazoo, USA, en 2002.

Se acompaña de funda dura original en perfecto estado.

Para el que no las conozca, solamente decir que son guitarras excepcionales, trabajadas y terminadas con un gran componente artesanal y con una sonoridad fabulosa, por los luthieres de la antigua fabrica de Gibson, en Kalamazoo, donde se fabricaban las Gibson más cotizadas. Una guitarra al nivel de las mejores 335 a precio de ganga.