Se me ha ocurrido abrir este hilo no para hablar de la precariedad laboral ni de los abusos de las empresas, sino de la desfachatez que hay en los mismos procesos de selección.
Una cosa de las que más me cabrean es que al final de una entrevista te dicen: "ya te llamaremos, tanto para una respuesta positiva como negativa", y nunca llaman para decir el NO. ¿Les da pena? ¿Les da miedo? ¿O tenían otra cosa más interesante que hacer? Es mejor decir que si no te llaman en X tiempo es que NO has sido seleccionado.
Siempre es una costumbre hacerte esperar media hora o más antes de la entrevista, tú no debes llegar tarde, pero ellos se lo tomarán con calma.
A los de las ETT les pasa mucho que no saben de qué va los tipos de trabajo que te ofertan. En mi última entrevista, la tía me contaba que era una empresa de gestionar viajes. Y yo preguntaba: "¿Pero como gestionar, quieres decir solventar incidencias?"
"Gestionar", me dice.
"Reservar, entonces".
"Gestionar", repite.
No tenía ni puta idea de lo que esa empresa hacía. Cada entrevista que tengo que hacer es un suplicio: hablo con gente que parece retrasada, y esos mismos retrasados, que por lo general suelen ser tías jóvenes, me acaban considerando no apto para el trabajo, con lo cual debo ser aún más retrasado que ellas.
En fin, compartamos nuestra agonía.
Una cosa de las que más me cabrean es que al final de una entrevista te dicen: "ya te llamaremos, tanto para una respuesta positiva como negativa", y nunca llaman para decir el NO. ¿Les da pena? ¿Les da miedo? ¿O tenían otra cosa más interesante que hacer? Es mejor decir que si no te llaman en X tiempo es que NO has sido seleccionado.
Siempre es una costumbre hacerte esperar media hora o más antes de la entrevista, tú no debes llegar tarde, pero ellos se lo tomarán con calma.
A los de las ETT les pasa mucho que no saben de qué va los tipos de trabajo que te ofertan. En mi última entrevista, la tía me contaba que era una empresa de gestionar viajes. Y yo preguntaba: "¿Pero como gestionar, quieres decir solventar incidencias?"
"Gestionar", me dice.
"Reservar, entonces".
"Gestionar", repite.
No tenía ni puta idea de lo que esa empresa hacía. Cada entrevista que tengo que hacer es un suplicio: hablo con gente que parece retrasada, y esos mismos retrasados, que por lo general suelen ser tías jóvenes, me acaban considerando no apto para el trabajo, con lo cual debo ser aún más retrasado que ellas.
En fin, compartamos nuestra agonía.
