Hola,
respecto a la pregunta del principio sobre la enfermedad, está claro que el consumismo compulsivo es una enfermedad, y el intento de satisfacer nuestras necesidades comprando cosas y más cosas es un claro ejemplo de muchas de nuestras frustraciones o de nuestra búsqueda de autorrealización mediante la compra de objetos muchas veces innecesarios; pero para mi, detrás de las diferencias que pueda existir entre el uso de unos previos u otros o unas tarjetas o equipos más caros, tan solo se encuentra el hecho de tener o no tener oído y de tener o no tener gusto.
Todo el mundo estará de acuerdo en que se puede ir de Madrid a Barcelona en distintos medios de transporte, pero para nada es lo mismo realizar ese trayecto, en AVE, en un avión, en un Seat 127, en una segadora o en un Saab 93. Al fin y al cabo todos te van a llevar a tu destino, unos más rápidos, más cómodos, más seguros o más bonitos, pero todos te llevan.
El tema del que se trata aquí es el de la música: disfrutarla, grabarla, sentirla... por supuesto hay mucha gente que se pierde en todo eso y que tal vez su falta de pericia como productor, mezclador o arreglista trata de suplirla comprando mejores micros o mejores etapas. La cuestión es que al final te sirva para eso.
No existe un sonido perfecto, puede haber uno más puro, más cristalino, una equalización más adecuada para los metales, otra más recomendada para una batería, pero sin duda, el campo de la producción y mezcla musical, no deja de ser una especie de arte en el que cada uno es el único capaz de plasmar sus ideas con las herramientas de las que dispone. Al fin y al cabo el oído humano no es más que una herramienta que convierte vibraciones acústicas en impulsos nerviosos que van a ser interpretados por nuestro cerebro produciéndonos todo tipo de sentimientos y sobre todo...
MUCHO PLACER.
------------------------------------------------
http://myspace.com/moondogsbluesparty
(grabado con una soundblaster 5.1 y una guitarra de 15mil pesetas)
respecto a la pregunta del principio sobre la enfermedad, está claro que el consumismo compulsivo es una enfermedad, y el intento de satisfacer nuestras necesidades comprando cosas y más cosas es un claro ejemplo de muchas de nuestras frustraciones o de nuestra búsqueda de autorrealización mediante la compra de objetos muchas veces innecesarios; pero para mi, detrás de las diferencias que pueda existir entre el uso de unos previos u otros o unas tarjetas o equipos más caros, tan solo se encuentra el hecho de tener o no tener oído y de tener o no tener gusto.
Todo el mundo estará de acuerdo en que se puede ir de Madrid a Barcelona en distintos medios de transporte, pero para nada es lo mismo realizar ese trayecto, en AVE, en un avión, en un Seat 127, en una segadora o en un Saab 93. Al fin y al cabo todos te van a llevar a tu destino, unos más rápidos, más cómodos, más seguros o más bonitos, pero todos te llevan.
El tema del que se trata aquí es el de la música: disfrutarla, grabarla, sentirla... por supuesto hay mucha gente que se pierde en todo eso y que tal vez su falta de pericia como productor, mezclador o arreglista trata de suplirla comprando mejores micros o mejores etapas. La cuestión es que al final te sirva para eso.
No existe un sonido perfecto, puede haber uno más puro, más cristalino, una equalización más adecuada para los metales, otra más recomendada para una batería, pero sin duda, el campo de la producción y mezcla musical, no deja de ser una especie de arte en el que cada uno es el único capaz de plasmar sus ideas con las herramientas de las que dispone. Al fin y al cabo el oído humano no es más que una herramienta que convierte vibraciones acústicas en impulsos nerviosos que van a ser interpretados por nuestro cerebro produciéndonos todo tipo de sentimientos y sobre todo...
MUCHO PLACER.
------------------------------------------------
http://myspace.com/moondogsbluesparty
(grabado con una soundblaster 5.1 y una guitarra de 15mil pesetas)
