La orquesta sinfónica no sugió de un día para otro. Fue creándose, creciendo y desarrollándose a través de los siglos. Se fue moldeando hasta llegar a lo que es hoy, y eso incluye su actual disposición en el escenario.
Con esta disposición, el equilibrio de fuerzas está más compensado. Si las cuerdas estuvieran, por ejemplo detrás de metales, en un tutti, su sonido llegaría mucho más velado al oyente.
Si la percusión estuviera en primera linea, un zambombazo de bombo y platos taparía a los de detrás.
Es decir, se comprobó que esa disposición era la mejor de las posibles.
Saludos.
Sí que puede variar (y con frecuencia lo hace) es la disposición de las cuerdas. No siempre están, de izq. a dcha., violines I, violines II, violas, violonchelos y contrabajos. También te encontrarás violines I, violas, violonchelos, violines II y contrabajos, o violines I, violonchelos, violas, violines II y contrabajos.
También tienes colocaciones según el tipo de escenario. Si te has fijado en la sala de Viena donde se hace el concierto de año nuevo, los contrabajos se sitúan al fondo.
Aquí te enlazo unos esquemas reales de cómo se planifica la distribución sobre el escenario para diversas obras y a gusto de diversos directores. Están en la web de la Philharmonia Orchestra.
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