Sintetizadores

Review de Waldorf Quantum, un sintetizador deliciosamente poliédrico

9
Veredicto
Quantum ofrece un balance muy acertado entre unas posibilidades apabullantes para combinar técnicas de síntesis de todo tipo y sin embargo mantener muy alta nota en términos de usabilidad. No es desde luego un sintetizador para principiantes, pero una vez conocido y tras algo de práctica es fácil de dominar y muy inmediatamente interactivo, como debe ser siempre el hardware.

Pros

  • Amor a primera tecla para cualquier amante de la complejidad en el diseño sonoro desde hardware
  • Excelente construcción y estética a lo Waldorf
  • Alto número de controles físicos y muy cómodas sensaciones al editar
  • Nuevo firmware en camino, añadirá potentísimas posibilidades de tipo FM a sus actuales osciladores (VA, wavetable, granular, muestras, resonadores/aditivo)

Contras

  • Precio tan tremendamente 'exclusivo' como sus posibilidades
  • Aunque es una desconocida combinación en un teclado físico, hay mucho software que llega a parecidos resultados por mucho menos
  • Lo granular podría ofrecer posibilidades más ricas, hay cierta tímidez en su implementación
  • 8 voces, a causa de pasarlas por filtrado analógico... ¿no podrían ofrecerse 8 voces con filtro, y otras 'sin' o con filtro digital, y de paso multitimbralidad?

La singularidad de Quantum

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Cuando pensamos en versatilidad solemos mirar al software. Pero con Quantum desde Waldorf han apostado y acertado a crear una experiencia 100% hardware en un sintetizador capaz de ofrecer combinada técnicas variadísimas: osciladores VA, filtrado analógico y digital, wavetables, sampling, tratamiento granular, modelado físico basado en resonadores, y próximamente también FM, PM, AM o RM. Lograr que todo eso funcione sin renunciar al uso cómodo y la inmediatez es lo que distingue a Quantum frente a otras propuestas también muy ambiciosas pero que han tomado el enfoque 'workstation' con un sistema de uso concebido para nativos de la era digital como puedan ser los Korg Kronos o el esquema de síntesis VAST presente en los Kurzweil. Hacerlo además con una propuesta estética tan llamativa y en construcción metálica, era casi una obligación ante el precio. Elevado, sí, pero a cambio de algo que no deja hoy por hoy de ser exclusivo.

Desde luego podríamos ponerle algunos peros, como a cualquier otro teclado. Pero hacía largo tiempo que ningún sintetizador hardware me ofrecía la sensación de estar ante algo que permite hacer cosas no posibles antes. Unas sensaciones que son las que han acompañado a algunos de los grandes hitos de la historia de los sintetizadores. No sé si Quantum correrá parecida gloria, pero sí creo que la merecería. En este caso ofrece una inaudita facilidad para combinar las sonoridades tan diferentes que proveen sus muchos sistemas de síntesis en unos resultados complejos a los que se llega con bastante naturalidad. Ese es para mí su punto fuerte, y ante él puedo olvidar cualquier debilidad secundaria. Para sonidos ordinarios y de evocación analógica ya hay otra amplísima oferta, incluso quizá más acertada. Pero para atraer en un solo teclado el universo sonoro amplísimo que implica la síntesis a día de hoy, encuentro pocas opciones tan amables de usar como esta.

Quantum es un sintetizador de alta gama. Todo un peso pesado, con casi 18 kg. consecuencia de una construcción de las que ya pocas veces vemos, intensiva en metal y aluminio y en la que el tacto y el aspecto de cada elemento está mimado. Pero igualmente es un peso pesado en técnicas de síntesis. Dentro de ellas lo que más me atraía a priori de Quantum era el poder disponer, por vez primera, de un concepto granular ideado para un teclado polifónico. Pero he encontrado mucho más. No es sólo la faceta 'granular', al final menos esotérica que otras muchas propuestas que conocemos en software, sino un todo que suma más que las partes: Waveforms, wavetables, waveshaping, filtrado sustractivo, sampling, procesado granular, modelado de resonadores,... Aunque son una a una ya conocidas, no lo son en este cóctel. Un cóctel en el que permanentemente tenemos la sensación de estar ante hardware, a pesar de que buena parte de sus tripas y recursos provengan del software digital que hay en su interior. Y es que tras probarlo lo que más me ha sorprendido ha sido comprobar cómo todo lo mucho que ofrece puede usarse con una forma de trabajo muy emparentada con los tan amados sintetizadores polifónicos analógicos. Pero mientras en estos últimos la simplicidad natural de sus posibilidades de síntesis lleva de forma instantánea al uso amigable a poco que el interfaz esté bien concebido, en Quantum es tal la cantidad de posibilidades que no dejo de admirarme con cómo se ha resuelto su uso.

Arquitectura general

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Si tomamos como esquema el de la figura a continuación, que proviene del manual y que es una captura de pantalla del propio Quantum, aparentaría ser relativamente convencional y orientado a lo sustractivo. Tres osciladores que se mezclan para atacar a una sección de filtrado (eso sí, en este caso múltiple, con dos filtros analógicos y un 'digital former' o 'DF'), antes de acudir a un amplificador para cada voz y una secuencia de cinco unidades de efecto previa a la salida.

Waldorf Quantum
Arquitectura de Waldorf Quantum
waldorfmusic.com

Ese esquema fácil de entender para cualquier usuario de otros sintetizadores permite hacerse rápidamente con Quantum, pero asoman muchas diferencias en cada uno de los elementos y también en cuanto a la propia arquitectura. Así, los osciladores, digitales y capaces de muy diversas técnicas, pueden encaminarse individualmente hacia el destino preferido, haciendo posible que cada uno acuda hacia el filtrado analógico y/o el digital en diferentes proporciones, o que salte totalmente cualquier filtrado y aparezca a las puertas del amplificador. También el orden de las secciones de filtrado analógica y digital puede elegirse.

Otra detalle atípico en la arquitectura es su carácter estéreo ya desde los propios osciladores y durante el resto de elementos digitales. Sin embargo los filtros analógicos, aunque dobles, son monofónicos como cabía esperar. Curioso que entre las muchas formas de configurar los dos filtros analógicos de cada voz ninguna los aplica separados para los canales L y R, sino en mono y en paralelo. Pero lo contrario hubiera duplicado el número de conversores A/D y D/A necesario, y tampoco es mala opción para nada usar el filtrado digital que sí es estéreo. Como resultado si la señal de algún oscilador pasa por filtrado analógico se verá reducida a mono. Es algo que se compensa si lo deseamos en la salida del filtro analógico con una generación de pseudoestéreo con dos niveles de intensidad.

Como decíamos, otra opción es usar el filtrado digital o llevar la señal del oscilador directamente al amplificador, dado que salvo los filtros analógicos y su 'colapso' a mono, el resto de la arquitectura es totalmente estéreo. Por cierto, la limitación a 8 voces tiene que ver precisamente con la presencia de los filtros analógicos. De hecho hay usuarios clamando a Waldorf porque implemente la posibilidad de aumentar el número de voces en aquellos sonidos que no aprovechan esos filtros analógicos, algo que no se descarta,y que contando como sucede con filtros digitales estéreo sólo aumentaría opciones.

Añadamos a esos elementos un total de 6 envolventes DADSR (con ajuste de 'delay' inicial), y también 6 LFOs, más un Komplex Modulator que genera señales de control asimilables a una envolvente o un LFO o una secuencia de pasos y que admite cierta aleatorización entre otras posibilidades, y vamos teniendo una perspectiva más completa de las posibilidades.

La imagen anterior también pone de manifiesto la posibilidad de usar Quantum en modo bitímbrico repartiendo las 8 voces disponibles entre dos sonidos (layer 1 y layer 2), ya sea en dos zonas del teclado o en uso apilado.

Tantas opciones y detalles que ni en el vídeo ni en este texto vamos a recorrer al 100% lo que ofrece Quantum en cada apartado, un nivel de detalle que cualquier interesado hará bien en leer directamente en el manual. Pero sí haremos un repaso veloz por algunas características esenciales.

Osciladores

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En cada voz tres 'osciladores' pueden participar, y cada uno de ellos puede actuar en un modo que recrea ondas típicas analógicas, en modo 'wavetable' clásico en Waldorf, en modo basado en uso de muestras ya sea al estilo 'sampling' convencional o en un mucho más interesante esquema de reproducción y tratamiento granular, o en un modo 'resonator' que aloja todo un repertorio de modelos físicos de resonadores y señales de excitación ampliamente ajustables. Por si esto fuera poco, viene de camino un firmware 2.0 (disponible en beta para usuarios, pero que no puede ser mostrado en review hasta que se ultime) un quinto modo que podrá activarse en cualquiera de los tres osciladores y en el que hasta seis fuentes (ondas, wavetables, muestras, ruido) podrán interactuar creando redes de modulación en anillo, amplitud, frecuencia y fase al estilo de los algoritmos de los DX, con capacidad de realimentación y contando con elementos como envolventes internas a esas estructuras para regular esas modulaciones. Todo un entorno de enormes posibilidades que completará el caracter poliédrico, casi enciclopédico, de esta reunión de técnicas de síntesis llamada Quantum.

Hay que detenerse con calma en los osciladores, porque su versatilidad es determinante en el tipo de resultados a los que Quantum conduce. Combinar la enorme densidad y cuerpo que ofrece el modo 'waveform' con la variedad y fantasía que puede añadir el tratamiento granular de cualquier muestra, y como tercer elemento un resonador que reaccione de forma compleja a las intenciones expresadas desde la velocidad o el aftertotuch garantiza un sonido rico y evolutivo, con muchos matices. Y es algo que está literalmente al alcance de la mano, porque el interfaz anima a probar y desarrollar ese tipo de configuraciones. Incluso sin activar ningún tipo de filtrado, usando sólo las posibilidades de los osciladores y regulando su mezcla y algunos parámetros esenciales se llegan a obtener sonidos muy ambiciosos.

Centrándonos en los 4 modos actuales:

El modo 'waveform' ofrece ondas clásicas pero con opciones nada convencionales en sistemas analógicos y aquí posibles por estar realizadas en digital. Las formas básicas son diente, seno, triangular, pulso y ruidos blanco y rosa, pero cada una de ellas admite en realidad todo un juego continuamente variable y que por ejemplo aporta el clásico control de anchura de pulso con muy buenos resultados. Los efectos de tipo 'sync', de nuevo muy eficaces y biensonantes, se consiguen individualmente en cada oscilador sin depender de ningún otro, al existir una referencia de sincronización dentro de cada oscilador cuya frecuencia puede regularse y modularse. Los osciladores pueden ajustarse en modo de funcionamiento continuo (free runing) o bien en modo de reinicio de fase para cada nota ejecutada. Pero quizá lo más llamativo es la posibilidad de aumentar hasta 8 el número de señales generadas por cada oscilador, creando así 'superwaves' en las que esas varias copias pueden estar desafinadas y abiertas en estéreo. Es más la desafinación puede hacerse también dando entrada a intervalos específicos con lo que podemos desde crear octavaciones y suboctavaciones, a intervalos o incluso acordes desde un único oscilador. Una versatilidad fuera de lo corriente ya en este modo de ondas clásicas.

El modo 'wavetable' es un terreno bien conocido en Waldorf y se despliega con todo el poderío con que acostumbra. Admite tantos formatos y longitudes de wavetable como podamos imaginar, aunque el historial completo de las tablas de Waldorf ya viene precargado (PPG, Nave, Largo). También puede (como Nave, por ejemplo) crear wavetables 'parlantes' a partir de texto o incluso wavetables a partir de ficheros audio para hacer resíntesis. Juraría haber obtenido mejores resultados a ese respecto con Nave, así que quizá no esté de más tener a mano una instancia de Nave para obtener con ella wavetables de ese tipo y exportarlas para su uso en Quantum. También es cierto que no he usado la más reciente versión de firmware. Desde luego las profundísimas modificaciones que aportan controles wavetable clásicos como spectrum, noisy, saturation/gain, etc. están presentes y cómo no también la función travel para recorrer repetidamente una wavetable en diferentes posibilidades de movimiento. El control manual sobre la 'position' en la wavetable se materializa con el encoder más grande del oscilador y puede ser modulado desde LFOs, ENVs, velocidad, aftertouch, número de nota, y otros muchos controles.

El modo 'particle' engloba en realidad dos usos bien diferentes: sampling y granular. Como reproductor de muestras convencional, pueden crearse multimuestras a lo largo del teclado y por velocidad e incluso usando 'round robin' para circular por varias muestras alternativas al repetir una nota, y pueden usarse muestras tanto mono como estéreo. Pero lo más exclusivo es el modo de reproducción granular. Con hasta 8 'streams' de granos simultáneos, hay control sobre la posición dentro de la muestra de donde se extraen en cada momento los granos, y posibilidades de jugar con la aleatorización de esa posición o de la afinación, regulación de la duración del plazo con el que se renuevan los granos y el % de tiempo en que están activos, así como su entrada y salida gradual... Opciones 100% granulares aunque dejarán deseoso de algo más a los más enrevesados usuarios de lo granular, pero bien eficaces para introducir dentro del formato de un teclado polifónico las transformaciones granulares. Es más, pueden aplicarse también sobre entrada audio en tiempo real.

El modo 'resonator' es en realidad también un modo muy variado. Basado en la idea de una señal de excitación que actúa sobre un modelo de resonador complejo capaz de reforzar muchas frecuencias diferentes, las posibilidades de usar como excitación un impulso, un ruido constante o incluso alguna muestra (o multimuestra) hablan ya de la ambiciosa implementación en este apartado. Pero además la cantidad de respuestas de resonador que se ofrecen a través de varios 'timbre mode' también daría para una review aislada. En esencia una forma de obtener sonidos con cierto carácter orgánico, producto del modelado físico que realizan este tipo de resonadores y que puede corresponder con facilidad a percusiones afinadas o no y objetos golpeados, pero también a elementos frotados o soplados. Pasmosa la facilidad con la que podemos realizar series de resonancias desde ligeramente no armónicas a absolutamente acampanadas, así como obtener distribuciones nada monótonas de armónicos y muy dúctiles bajo el control de unos cuantos parámetros que varián muchísimo el resultado sonoro final. Ideales como complemento muy reactivo que contraste con las ondas clásicas y las wavetables, por comparación demasiado 'estables'.

Globalmente diría que el sonido tiene a hacer con facilidad evidente el carácter digital, lo cual no es extraño porque lo son muchas de las técnicas implicadas. Si acaso, en la simulación de ondas analógicas, podría haber habido algo más de control sobre el aliasing en notas agudas, porque se hace patente salvo cuando limamos ya en origen las formas de onda. Precaución de la que os aviso para que por ejemplo evitéis en las notas agudas los abruptos cambios de los dientes y optéis mejor por un triángulo asimétrico. Cosas que aquí son fáciles de lograr aunque no tan triviales para alguien que de sus primeros pasos con los sintetizadores.

Filtros

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Ya hemos mencionado esa doble presencia de filtrado analógico y digital. En cuanto a filtrado analógico ofrece en cada una de las 8 voces un juego de dos paso bajo (LPF) montados en paralelo. Esos dos filtros admiten 12 y 24 dB/oct y pueden usarse en modo limpio o en modo saturante, a los que se añade en el firmware 1.3 un tercer modo 'dirty'. Variaciones de carácter que se notan y agradecen. No negaré cierta preferencia por usar los modos menos transparentes. Pero no hay desde esta parte analógica otros tipos de respuesta que no sean la de tipo paso bajo resonante. Hay eso sí varias formas de definir el uso combinado de ambos filtros, que pueden adoptar movimiento en paralelo o en espejo de sus frecuencias, por ejemplo.

Para otros tipos de respuesta deberemos acudir al 'digital former' que da entrada a filtros LP, HP, BP, notch,... con diferentes pendientes y características tomadas de instrumentos como PPG, Nave, o Largo de los cuales están incorporados todos sus filtros (es por cierto factible cargar y usar en Quantum sonidos de Nave y Largo). Pero ese transformador digital también puede adoptar personalidad de filtro comb (tanto con realimentación positiva como negativa) que enseguida lleva a pensar en técnicas Karplus-Strong, factibles pero un tanto complicadas de llevar adelante en este caso. El 'digital former' también puede usarse no para filtrado sino para creación de distorsión pseudo analógica individual en cada voz, con respuestas de tipo transisitor, válvula, diodo, saturación al estilo de los pickups magnéticos, o incluso aplicando waveshaping senoidal. No es extraño en definitiva que en Quantum se hable de 'digital former' y no de simple 'digital filter', puesto que es responsable de unas grandes posibilidades de transformación entre las que también asoma el bitcrushing digital.

Waldorf Quantum
Los filtros analógicos en la pantalla de Quantum
waldorfmusic.com

Sumando bondades, no es una elección filtro analógico o digital: es perfectamente posible combinar el filtro analógico doble y el 'digital former', incluso definiendo en qué orden han de aplicarse, algo que deriva en resutlados muy diferentes por ejemplo cuando el 'DF' se usa a modo de distorsión. Las opciones de 'routing' permiten también encaminar cada oscilador separadamente hacia un lugar u otro (filtro analógico, filtro digital, amplificador...). Eso más el alto número de ENVs y LFOs y la complejidad y alto número de rutas de modulación permite crear en cada voz de Quantum un tratamiento muy diferenciado de cada una de las fuentes/osciladores, con resultados de gran complejidad.

Como hemos comentado, el filtrado doble analógico es monofónico y colapsa a mono en ese punto lo que antes y después es una ruta digital enteramente estéreo. La generación de ilusión estéreo tras el filtrado analógico es posible pero debe usarse con cierto cuidado. Ofrece tres posibilidades: desactivada y activa con dos niveles de intensidad diferente. Pero cuando se activa introduce un recorte de agudos en el sonido que proviene de los osciladores que es por ejemplo evidente como un brillo reducido en los dientes de sierra. Cuando deseeis sonidos rasposos y brillantes no olvidéis desactivar el pseudoestéreo. De hecho, si usais la función 'init' para crear un sonido desde cero puede que al crear sonidos de tipo analógico Quantum os resulte algo apagado: id a la página de filtros y desactivad esa sensación pseudoestéreo para reecontraros con unos dientes en plenitud. Hay otras muchas maneras de obtener sensación estéreo, especialmente si instaláis el firmware 1.3 que aporta controles de paning modulables post filtro, por ejemplo.

Control: envolventes, LFOs

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De las 6 envolventes 3 ofrecen permanentemente controles físicos dedicados en el panel y las otras tres se ajustan necesariamente por pantalla. Parecido sucede con los 6 LFOS, de los que 3 tienen controles físicos en el extremo izquierdo del panel. Pero la pantalla ofrece muchas posibilidades adicionales a los controles del panel. Así encontramos dos posibles modos de bucle en el uso de las envolventes, el parámetro de retardo de la entrada en acción de las envolventes (que gracias a ello son DADSR), la simpre interesante posibilidad de ajustar el tipo de respuesta y curvatura de las fases de ataque, decay y release, o también capacidad para indicar cuáles de las envolventes deben estar atentas al posible uso legato.

Por parte de los también 6 LFOs, de nuevo es con la pantalla como llegamos a descubrir su enorme potencial en el que además de formas típicas como seno, rampas ascendente y descendente, pulso, triangula, o S&H se cuenta con parámetros para regular la entrada/salida gradual de la intensidad de acción, el inicio retardado, los modos mono/poly de acción de LFO, la especificación de la fase inicial, o incluso un parámetro 'warp' que transforma enormemente la onda inicialmente elegida. Hay incluso un control de slew rate que limita las variaciones bruscas y que permite generar trapecios desde los pulsos o variaciones continuas aleatorias a partir de S&H por citar dos ejemplos de uso.

La acción de los LFOs alcanza los 100Hz. Pero en ese extremo cercano a los 100Hz y salvo que usemos la onda senoidal empieza ya a manifestar el origen digital y se producen fenómenos de alias en cuanto a la generación de las señales de control. Pero estamos hablando ya de entrar en un terreno en el que los LFO estarían participando como elemento más de tipo tímbrico y dejando atrás la 'L' de 'low', y para eso la promesa de la v2 del firmware con amplísimas capacidades de modulación incorporadas en los propios osciladores será todo un revulsivo que extenderá aún más el potencial de Quantum y permitirá entrar sin complejos en el fascinante mundo de las modulaciones a velocidad audio.

Waldorf Quantum
Envolventes en Quantum
waldorfmusic.com

Komplex Mod

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Bajo el nombre de Komplex Mod, Quantum ofrece un recurso con múltiples posibilidades de comportamiento. En esencia se trata de que nos permite pintar/crear dos contornos (A y B) multipunto con hasta 32 pasos, pudiendo combinarse esas dos formas entre sí (blend). El recorrido del contorno combinado puede ser realizado una sola vez con lo que actuaría casi a modo de envolvente, o de forma repetida con lo que pasaría a ser un LFO con posibles modos global o polifónico. Metamos en la batidora otros parámetros como slew rate, warp (que deforma el dibujo inicialmente realizado), entropy (que inestabiliza el contorno y lo hace más móvil y orgánico, no una reiterada exposición perfecta de sí mismo), y otros que regulan la entrada en acción retrasada o gradual... En definitiva un potente elemento para crear contornos complejos y móviles de modulación que pueden si lo deseamos ser sincronizados a tempo y generar patrones de variación regular / rítmico.

Waldorf Quantum
Komplex Modulator en Quantum
waldorfmusic.com

Matriz de modulación

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Con capacidad para 40 rutas de modulación, destaca especialmente la facilidad con la que desde el propio panel se pueden asignar relaciones entre elementos de control como las ENVs y los LFOs y prácticamente cualquier parámetro del panel o de la pantalla, tal como veréis en el vídeo. Cualquiera de esas 40 acciones de modulación admite un control secundario (como la rueda de modulación o el aftertouch, entre otros) para regular su profundidad.

Efectos: 5+1

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Como elemento final antes de la salida, existe una cadena de cinco efectos, en la que se pueden incorporar phaser, chorus, flanger, delay LR, reverb, EQ, drive, o compressor. Frente a la flexibilidad del rutado de osciladores y filtros, resulta llamativo que las cinco unidades de efecto siempre se usen encadenadas en serie, y sin poder tener activo el mismo efecto dos veces.

A esos 5 efectos se suma un sexto mediante la presencia junto al control de volumen de un potenciómetro que corresponde a un compresor maestro y con ese único parámetro controlable. Se trata de una posibilidad de ajustar rápidamente un determinado grado de compresión con el que afectar a cualquier cosa que Quantum haga sonar. El recorrido que ofrece en ese único mando es enorme, y no pocas veces podréis ver una transformación enorme de un sonido en función de cómo esté ajustado este compresor final. Es en todo caso un arma poderosa para salir a flote si las cosas se ponen duras en un ambiente de banda y necesitamos ganar presencia, pero al contrario a veces podremos encontrar algunos sonidos excesivamente duros por no haber recordado reducir el grado de compresión. Al final se acaba convirtiendo en un acto reflejo el vigilar cómo se encuentra ese potente compresor.

Rápidamente menciono algunas otras características.

Existe arpegiador con varios patrones diferentes de ritmo y acento y opciones clásicas para regular el número de octavas, el orden de reproducción, el uso de la información de velocidad, etc.

Puede también usarse un secuenciador con hasta 32 pasos que admite corrección hacia escalas concretas y que no sólo aporta notas/velocidad/longitud sino también 4 líneas de control que pueden encaminarse a donde se necesite con las rutas de modulación.

Existe función MIDI Learn sobre casi todos los parámetros, que nos permitirá asignar un CC MIDI para control de lo que necesitemos. A la inversa, por defecto los controles del panel no envían información MIDI cuando se actúa sobre ellos.

Modo Perform: pulsando el botón perform podemos acceder a una pantalla que muestra en grandes botones nuestros sonidos preferidos en grupos de 20, pensada para una fácil selección durante la interpretación en vivo. Pero habrá que tener en cuenta que la conmutación entre sonidos no es instantánea, debera coincidir con una pausa en la frase.

Modulation Pad: es posible convertir la pantalla en un pad X-Y que se use para control a través de la matriz de modulaciones. Ideal por ejemplo para poder realizar un control táctil de la posición en la reproducción granular de un sonido muestreado o como sustituto de un 'ribbon controller' para slides expresivos.

Osciloscopio y analizador de espectro: a través del botón 'global' podemos acceder a la representación en pantalla tanto de la señal (osciloscopio) como del espectro (con eje lineal o exponencial de frecuencia) vinculado a diferentes puntos de la arquitectura: cualquiera de los osciladores, cualquiera de los filtros, el amplificador, la entrada audio, la salida principal...

Dispone de conector USB MIDI hacia ordenador, sin funciones audio ni de almacenamiento, exclusivamente MIDI. Hay también un segundo conector MIDI USB pensado para conectar directamente un controlador actuando Quantum como host, sin necesidad de que medie un ordenador.

Las muestras deben cargarse desde tarjeta SD hacia memoria antes de poder ser usadas, y su gestión es manual y un tanto tediosa cuando se acumulan varias, aunque afortunadamente eso es algo que no suele realizarse a menudo. La edición de muestras es limitada, así que mejor preparar el material antes de depositarlo en Quantum.

La entrada audio puede usarse para capturar sonido en una tarjeta SD. Esas capturas tendrán que ser posteriormente cargadas en la memoria interna de Quantum si deseamos usarlas como excitacion de resonadores o como muestras para tratamiento granular.

Pantalla: el panel táctil y en color es fuente de muchisima información y se le saca gran partido para el control. Por ejemplo cuando se visualizan los filtros analógicos pueden arrastrarse frecuencia de corte y resonancia moviendo un dedo sobre la representación de la respuesta del filtro. Por el lado negativo, algunos de los controles aparecen con un tamaño bastante pequeño que dificulta su uso.

Conclusiones

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En realidad tenéis expresada mi opinión ya en el primer apartado. Quantum ofrece un balance muy acertado entre unas posibilidades apabullantes para combinar técnicas de síntesis de todo tipo y sin embargo mantener muy alta nota en términos de usabilidad. No es desde luego un sintetizador para principiantes, pero una vez conocido y tras algo de práctica es fácil de dominar y muy inmediatamente interactivo, como debe ser siempre el hardware. Los presets no son la mejor forma de convencerse de su potencial, que al final está en el encuentro de la forma de aplicarlo a las necesidades de cada cual. Un encuentro que requiere su tiempo ante algo con tantas posibilidades, pero se trata de un tiempo inmediatamente productivo. Desde el primer momento se disfruta con la creación de sonidos, aunque con los días se van descubriendo y aprovechando más y más recursos.

Personalmente me quedo con los sonidos que pueden llegar a construirse y que quieren espacio y tiempo para ser oídos. Sonidos protagonistas y llamativos, con un desarrollo complejo, en el que dar cabida a su personalidad poliédrica con una superposición de recursos que igual aprovecha un masivo apilamiento de osciladores en las 'superwaves' o el caracter evocador y transfigurador de lo granular, o la ilusión acústica de los resonadores, o las riquísimas siempre posibilidades de las wavetables. Hacer todo eso sin abandonar un único teclado, sin depender de ordenador, y teniendo la sensación inmediata que asociamos a los polifónicos analógicos, es todo un privilegio.

Software capaz de lo que hace Quantum e incluso más allá existe, desde luego. Hardware con parecida ambición de reunir variadas técnicas de síntesis también (salvo lo granular, que es en buena medida exclusivo de Quantum en esta orientación a teclado y polifónica). Pero ese hardware no ofrece la facilidad que aporta el interfaz de Quantum. Los led de colores animan un panel que es por lo demás serio y sobrio, pero sobre todo aportan información útil para ubicar qué hace cada seción en cada momento. Los potenciómetros con capuchones de diferentes tamaños ayudan a tener unos focos de atención sobre aquellos que son más grandes que evidencian la estructura del panel y son una importante ayuda para no perderse ante tal legión de controles. No son tonterías ni cosmética. Son esos y otros muchos los puntos que Quantum tiene a favor de la usabilidad.

Reparos podrían ponerse, como cierto aliasing asomando a veces, el deseo de algunas opciones mayores en el terreno granular (que quizá sean excesivamente complejas para un formato teclado), el tamaño reducido de alguno de los controles en la pantalla, una gestión de muestras algo más sencilla, las salidas no balanceadas en esta gama de precio, o una implementación MIDI más exhaustiva que hiciera más fácil la automatización, ... Pero todo eso palidece y se olvida cuando se pueden pasar unos días con Quantum. Las horas vuelan y los encuentros felices durante ellas abundan, plagando de sorpresas agradables la exploración de las posibilidades amplísimas de creación de sonidos. La próxima llegada oficial de la versión 2 del firmware, actualmente disponible en beta para los usuarios, dará un salto más a un instrumento ya excelente añadiendo una atención privilegiada hacia las modulaciones de fase, frecuencia y amplitud/anillo, haciendo aún más exclusiva esta propuesta de Waldorf.

Será más el precio (casi 4000€) que las ganas lo que frene a muchos respecto a esta nueva joya nacida en Waldorf. Pero sí, la exclusividad se paga, qué se le va a hacer. Y aquí abunda.

Pablo Fernández-Cid
EL AUTOR

Pablo no puede callar cuando se habla de tecnologías audio/música. Doctor en teleco. Ha creado diversos dispositivos hard y soft y realizado programaciones para músicos y audiovisuales. Toca ocasionalmente en grupo por Madrid (teclados, claro).

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