La pena es que no haya una represión de las de verdad en una concentración de estas y lo digo en el sentido práctico de la expresión. Una docena de chavales muertos a hostias que, muy a nuestro pesar, provoquen que mañana en vez de 30.000 personas sean 45.000 y pasado 60.000. Que los padres de esos chavales, cincuentones con un pie en la calle, saliesen de casa con un puto hacha en la mano y los ojos inyectados en sangre y se pusieran en primera fila esperando a ver quien es el primer UIP con cojones de dar un paso al frente. Carga contra las vallas, antidisturbios pisoteados y el Congreso hecho puré. Al día siguiente no sale un político de casa y empiezan a presentar dimisiones por fax. "Que yo no he sido, que ha sido Marianito". El presidente solo y rodeado políticamente hablando, la familia acojonada a cada paso que da por las calles de Madrid.
Así es como se cambia la historia y no con 1000 personas corriendo porque 15 UIP se acercan con la porra en la mano.
Así es como se cambia la historia y no con 1000 personas corriendo porque 15 UIP se acercan con la porra en la mano.

