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Alesis NanoSynth

Opiniones de usuario (1)

  • angelsynth
    4
    Opinión de

    Pros: Difícil meter más en menos espacio.

    Contras: Si le quieres sacar partido, es necesario usar software. Su fuente de alimentación no es la habitual.

    Datos de la unidad comentada | Año de fabricación: 1999
    El NanoSynth es una de esas locuras que se hacían a finales de los 90 en las que los fabricantes querían demostrar lo mucho que eran capaces de ofrecer por "poco dinero". Y lo pongo entre comillas porque estaba en el entorno de las 100.000 pesetas (600€), que hoy puede parecer mucho dinero para lo que realmente es (un ROMpler en miniatura), pero que en su época era un precio realmente bueno para un sinte con 64 voces de polifonía, 16 partes y efectos de calidad que además heredaba casi todas las prestaciones de la serie QS de Alesis por la tercera parte del precio de un QSR. Tenía sus dificultades de uso, principalmente en lo que se refiere a edición que, simplemente, no es posible salvo que uses software. Lo bueno es que respondía a los mismos sysex que la serie QS y que cualquier editor de esta serie (yo usaba SoundDiver), servía para el NanoSynth. En cuanto a sonidos, el NanoSynth incorpora cuatro bancos ROM (uno GM y tres con sonidos de la librería de la serie QS) además de un banco de usuario. En total 640 sonidos. Algunos muy aprovechables y otros ya bastante desfasados, pero todavía se pueden hacer muchas cosas con uno de estos. En su momento impresionaba que se pudiera meter tanto en un trasto tan pequeño, pero sus limitaciones de uso y la decadencia de los ROMplers, impidieron que fuera un éxito comercial de primer nivel.

    Por cierto, junto al NanoSynth y con un formato muy similar, Alesis lanzó otros dos ROMplers: el NanoPiano y el NanoBass. Ambos partían de la serie QS y, sobre todo el NanoPiano (que incorporaba la ROM de la tarjeta de pianos de los QS), tuvo bastante presencia en el mercado.

    Llama la atención que, desde hace bastante tiempo, se vean muy pocos Nanos a la venta porque, sin haber tenido el éxito comercial que probablemente esperaba Alesis, sí que se vendieron muchos y eran bastante comunes a principios de los 2000.

    Su calidad de construcción, por cierto, era bastante razonable y, al menos el que yo conservo, está como el primer día.