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Numark Mixtrack Platinum, lo probamos a fondo

Veredicto
El Mixtrack Platinum rompe con la tradición de que los controladores baratos para DJ tienen carencias en cuanto a la cantidad de controles disponibles o su precisión.

En tiendas

La gama de controladores Mixtrack de Numark se ha convertido por derecho propio en una respetable línea de producto para DJs principiantes, así como para cualquier DJ que necesite un controlador barato para tener en casa o para usar en situaciones domésticas como fiestas privadas con amigos o familiares. Los tres modelos que han aparecido hasta ahora han sido de plástico, justos de funciones y faltos de características profesionales como salidas balanceadas o conversores de alta resolución, pero por otro lado han sido bastante baratos, duraderos y muy fáciles e intuitivos de usar.

Ahora bien, ¿qué ocurre si coges un controlador con la construcción y acabados de la gama Mixtrack y le añades detalles de gama alta? La respuesta es el producto en el que nos centramos hoy, el Mixtrack Platinum, un controlador con el típico aspecto de la gama Mixtrack pero con algunos elementos que sirven para olvidarnos que estamos usando un controlador destinado a principiantes. Veamos al detalle lo que nos ha preparado Numark.

Construcción y controles

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Si conoces o has probado el Mixtrack Pro 3, al ver el Mixtrack Platinum –apagado– por un momento puedes llegar a creer que es el mismo aparato. Ambos aparatos tienen el mismo tamaño, la misma carcasa de plástico, mismos colores y el mismo tipo de controles. Al igual también que ocurría con el Pro 3, el plástico no impide que el Platinum tenga un buen ensamblaje, no se observan partes mal encajadas ni se escuchan crujidos extraños al manipular el aparato.

Los potenciómetros del controlador tienen una buena dureza, aunque los capuchones son totalmente de plástico; al menos puedes reemplazarlos por unos Chroma Caps, encajan bastante bien. A diferencia del Pro 3, ahora en el Platinum tenemos controles de ganancia y filtro independientes, algo que por otra parte comienza a ser infrecuente en los controladores de gama baja. Los faders y el crossfader son los habituales de esta gama en Numark, algo bailones aunque puedes hacer perfectamente ajustes de precisión. Los faders destinados al pitch son algo más firmes, además de ser de 100mm.

Todos los botones a excepción de los pads, son de plástico duro retroiluminado. Los pads –8 en cada deck– son de goma suave y también retroiluminados –no son RGB, aunque la fila de arriba soporta 3 colores–, y al igual que los que montaba el Pro 3, no son sensibles a la presión y tienen algo de recorrido al pulsarlos.

En la parte superior tenemos a cada lado las mismas tiras táctiles para controlar los efectos que en el Pro 3, aunque ahora son de color negro y con una serigrafía blanca. Bajo cada tira táctil hay cuatro botones y un encoder a la derecha para completar el control sobre los efectos.

Los nuevos jogwheels son uno de los puntos de interés del aparato. Tienen el mismo tamaño que en el Pro 3, cinco pulgadas –casi 13 cm–, pero ahí acaban las similitudes realmente. Para empezar tienen un display en la parte interna que muestra el deck que se controla con el jogwheel, el tempo de la canción con un decimal, el tiempo transcurrido/restante de canción, el estado de las funciones keylock y slip. Además en la parte más exterior del display hay dos indicadores circulares, uno rojo que simula el giro de un disco, y uno blanco que indica la progresión total de la canción. La visibilidad del display es perfecta. El giro del jogwheel es muy diferente al del Pro 3, se nota que el jogwheel es algo más pesado y que no gira sobre un eje central –a causa de la ubicación del display–, lo cual transmite mayor sensación de estabilidad al usarlo; recuerda un poco a la sensación que transmiten los joghweels del controlador DDJ-SX, aunque estos son más pequeños. En definitiva un jogwheel que parece en todos los aspectos sacado de un dispositivo de una gama mucho más alta.

Conexiones y configuración

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En cuanto al conexionado del dispositivo no hay mucho que decir, ya que en este aspecto hay pocas diferencias con todo lo visto en la gama Mixtrack. Una única salida máster en la parte posterior en formato RCA –lo cual es muy indicativo del público al que va dirigido el producto–, dos salidas de auriculares en los dos tamaños habituales de jack ubicadas en la parte frontal, y una entrada de micrófono en formato jack también en el frontal.

Tenemos una conexión USB para conectar el Mixtrack Platinum al ordenador, y por la que toma también la alimentación; no necesita transformador adicional, pero ojo, si lo conectamos a un hub debe ser uno alimentado o la iluminación de los jogs será más baja de lo normal y el volumen de auriculares extremadamente bajo. Esto último no aparece indicado en el manual.

El aparato es class compliant y no necesita ningún tipo de driver, únicamente instalar el software provisto para pinchar que en este caso es Serato DJ Intro. Podemos emplear Serato DJ si pagamos la licencia del software.

En uso

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La experiencia de uso que da el dispositivo es bastante correcta para tratarse de un dispositivo de gama baja. Disponer de controles de ganancia reales y no tener que echar mano del “autogain” obligatoriamente para mi es absolutamente preferible a lo que sucede en otro controladores de esta gama como su “primo” el Pro 3, o los WeGo de Pioneer. Los controles de tempo de 100mm de los laterales son sencillamente maravillosos y son los mismos que ya hemos visto en el NVII, el Pro 3 y en los NS7: ofrecen una precisión de 0.01 BPM. Es bastante de agradecer que para cosas importantes como el control de tempo Numark monte componentes de alta precisión en todos sus dispositivos, sean de la gama que sean.

Los jogwheels tienen una precisión tan buena como la de los que montaba el Pro 3 y la gama NV, con el añadido de que al tener mayor peso se controlan aún mejor. La suavidad en el giro es excelente. Si a esto añadimos poder ver en grande los BPM de la canción y los indicadores de giro y progreso, tenemos un jogwheel "con fundamento" que combinado con los precisos faders de tempo permite hacer unas mezclas manuales de manera precisa y rápida, algo muy poco frecuente la gama baja.

Con los controles de efectos tengo las mismas impresiones que con el Pro 3, la tira táctil es insuficiente para un control óptimo, sólo controla un parámetro en caso de usar el modo de efecto único, y todos los efectos a la vez en caso de usar el modo múltiple. Además sigue enviando valores absolutos en lugar de relativos, con lo que tienes que recordar que te dejaste el efecto en una posición intermedia antes de volver a activarlo o de cambiarlo. Sigo encontrado esta tira más útil para su función secundaria, la de needlesearch.

Los pads como ya comentaba antes no son sensibles a la presión, pero realmente en esta gama de precios no podemos esperar que lo sean. Son muy agradables al tacto y cumplen correctamente su cometido multifunción, la línea inferior controla los hotcues mientras que la de arriba puede intercambiar su función entre controlar manualmente loops, loops automáticos o el sampler. Por cierto, que no hay control de volumen del sampler, una lástima.

Lo que antes era el botón para cambiar el modo del jogwheel de scratch a pitchbend, es ahora un botón para cambiar la capa de control de cada deck, con lo que pasamos de controlar del deck 1 al 3 y del 2 al 4. Para los que necesiten controlar 4 decks y sólo puedan permitirse un controlador de 2 decks físicos es una solución interesante, aunque requiere bastante práctica pinchar así a 4 decks sin liarse. Así pues ahora en la parte inferior del joghweel un botón rotulado como Wheel que sirve para el cambio de modo entre scratch y pitchbend, y que tiene como función secundaria el cambio entre visualizar el tiempo transcurrido de pista y el restante.

Se percibe una mejora en la salida de audio, el sonido es un poco más nítido que en los Mixtrack antiguos gracias a los conversores de 24 bits. No es que estemos frente al sonido de gama alta de Pioneer o Rane, pero desde luego suena mejor que bastantes pequeños controladores de gama baja.

Finalmente hay que indicar que aunque el controlador envía MIDI normalmente a cualquier software, usarlo con algo que no sea de Serato –Intro o DJ– o Virtual DJ 8 es algo inviable ya que a los 30 segundos de encender el controlador, este entra en un modo de demostración encendiendo y apagando todas sus luces. Este modo de demostración sólo se detiene al iniciar software de Serato o Virtual DJ, pero continúa con cualquier otro software. Debe de haber algún tipo de mensaje MIDI que se puede enviar al controlador para detener el modo de demostración pero no está indicado en la documentación oficial. Por cierto, Virtual DJ 8 trae mapeado de serie todas las funciones del controlador y el display de los jogwheels se aprovecha totalmente igual que con el software de Serato, pero esto nuevamente no viene indicado en la documentación, sólo se menciona en un pequeño listado de compatibilidades al que se accede desde la web del fabricante.

Conclusiones

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El Mixtrack Platinum rompe con la tradición de que los controladores baratos para DJ tienen carencias en cuanto a la cantidad de controles disponibles o su precisión. Es ligeramente más caro que otros dispositivos de su misma gama con su precio de 298€, habitualmente esta gama está entre los 200 y lo 250€, pero el pequeño extra que se paga se traduce en controles completos de mezcla, faders de pitch de 100mm y altísima precisión, jogwheels muy cómodos, precisos y con un display útil, y unos conversores algo mejores que la media. El poder usar el aparato con sólo conectarlo a un ordenador e instalar un sencillo software es otro punto a favor, especialmente para principiantes.

En el lado negativo de la balanza debemos poner una vez más la insuficiente tira táctil para el control de los efectos. No debemos olvidar que es en definitiva un dispositivo que no está dirigido al segmento profesional, no hay salidas balanceadas ni salidas para monitoraje en cabina. Con todo, el dispositivo es ideal para principiantes que quieran aprender a pinchar dado lo completos y precisos que son sus controles, y satisfará también a aquellos que quieran tener un dispositivo sencillo para finalidades amateur en su casa o con amigos.

Lo mejor:

  • Controles completos de mezcla.
  • Faders de tempo de 100mm y alta precisión.
  • Los mejores jogwheels que podrás encontrar en este rango de precios.
  • Relación calidad/precio muy buena.

Lo peor:

  • No poder desactivar manualmente la demostración de luces.
  • La tira táctil es insuficiente para el control de efectos.

En tiendas

Teo Tormo
EL AUTOR

He trabajado como productor musical y discjockey. Desde hace años investigo y analizo la tecnología musical aplicada al DJ, buscando siempre las herramientas más innovadoras y observando su impacto en la industria musical.

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