Hace unas semanas, alguien en la cadena de supermercados estadounidense Fred Meyer se equivocó con un pedido de Accelerate, el último disco de REM. En el albarán, en vez de marcar la casilla CD, tachó la que correspondía a la versión elepé de vinilo.
Los números de la RIAA muestran que la venta de discos vuelve a aumentar, tras dos años de declive. Cuando hablamos de discos, realmente hay que referirse a lo que siempre han sido los discos, es decir, cosas redondas, grandes, de vinilo, con un agujero en medio para ponerlo en un fonógrafo. En total, una facturación de 22,9 millones de dólares, lejos de los 7,5 mil millones facturados en ventas de CDs, pero en modo alguno una cifra a ser despreciada. Desde luego, la industria
Los sajones Optimal Media Production reclaman haber diseñado un soporte discográfico llamado VinylDisc que es híbrido CD y vinilo y por lo tanto puede ser escuchado con un reproductor óptico pero también con una turntable. «Consta de dos capas unidas. La capa de plata contiene la información de audio digital, mientras que la capa negra superior puede ser utilizada con cualquier viejo reproductor de discos.»
Un invento ideal para hacer agua la boca de los DJs de medio planeta.
El sueño de muchos es crear sus propios discos de vinilo. No es imposible, ni tan caro: en la Musikmesse pudimos presenciar la cortadora de vinilos Vinyl Recorder.