Diálogos: Samsa.
Encontré a Samsa en la playa preparando un cigarrillo de marihuana junto a unas rocas. Yo siempre supe que la marihuana que compraba Samsa era de la mejor en todo el mundo, me senté junto a el a observar su técnica.
Recuerdo que hacía unos días me había mostrado cierta información acerca de un movimiento en pro del cambio positivo en la tierra.
El dialogo no se dejó esperar y comenzó a hablar.
-Le decía tras leer lo que le mostré, descubro que la tendencia ha aumentado drásticamente, cual efecto dominó. No es que ahora se presenten individuos clarividentes que pronostiquen un despertar, sino que la misma humanidad ha elaborado estas nuevas tendencias generacionales por una necesidad, quizás por el inconciente colectivo: el gran torrente de la humanidad. Es inevitable el despertar.
Los últimos días duermo y despierto con esta obsesión, por este nuevo amanecer, por este pulsar. La idea esta en mi mente todo el día, en mis composiciones, en la música, en mis escritos; todo lleva esa temática como fondo. Estoy impregnado con la fascinación y la esperanza, es por eso que me encantaría que usted comprendiera el fin de este movimiento. No estoy seguro de que esta pueda ser la solución a un cambio, sin embargo me llena de alegría que las masas opten por formar grupos cuyos propósitos tengan ideas un tanto conspiradoras, propagando la luz por distintos cauces que llegaran a un mismo océano.-
Samsa dejó de hablar, lo miré. Estaba tranquilo y sereno, levantó la cabeza para mirar el mar. Esperaba un comentario de mi parte.
-Todo lo que sucede ahora, está siendo influenciado por el exterior; incluso, nosotros también somos influenciados. Es por eso que es más que preciso poder ser concientes de nosotros mismos, le sugiero esto, cuando recuerde el amanecer que se avecina, ya sea cuando escriba o toque su guitarra, trate de recordarse a usted mismo. Trate de recordarse y además trate de prolongar esos recuerdos.-
Samsa interrumpió su actividad y me miró fijamente. –Discrepo, la influencia viene de adentro, yo proceso luego actúo.-
Noté que Samsa comenzaba a soñar despierto, los comentarios anteriores denotaban un gran apego hacia una idea fantástica, dejando completamente de lado la parte racional y lógica. Él continuó hablando.
-Ej. Yo veo el comercial de coca-cola, pero al final soy yo quien da los pesos para comprar la coca-cola y aun así estoy siendo conciente por que sé de donde provino ese estímulo. Si escuchamos la misma canción, probablemente a usted le desagradaría y a mi no, uno mismo es el receptor y uno mismo procesa la información. Lo que me maravilla es que ahora en estos tiempos millones de personas comienzan a interpretar abiertamente un mismo velo.-
-Pero es una conducta provocada por un estímulo, una impresión externa. La coca-cola es una impresión externa y el que la compre o no la compre es una conducta consecuente al estímulo. Siempre hay estímulo y motivación y siempre hay respuesta, esto es inevitable. Es preciso que seamos concientes de nuestra mecanicidad. Recuerde que la evolución es rara, requiere de mucho trabajo, de caminar todos al mismo paso: eso es una escuela. Creo que nosotros necesitamos de una escuela, no de un movimiento.
-Efectivamente. Necesitamos de una escuela.- Respondió algo resignado.
-Necesitamos de un modelo, para poder construir uno nuevo.-
-Pero si nosotros mismos somos ese modelo, Moiré, nosotros somos lo suficientemente capaces, la humanidad es más de lo que cree ser, pues como usted me lo ha dicho somos parte del cosmos, somos polvo de estrellas como dijo Carl Sagan, dentro de nosotros está la llave, dentro de cada hombre, mujer y niño. El problema es que vivimos en la “matriz”, distraídos, confundidos y dejando que el estímulo externo nos domine, la forma en la que vivimos ahora no es mas que una forma cognitiva de las millones que podríamos vivir.
-Hay razón en tus palabras, pero está por demás decir que todo esto debe ocurrir tal cual ocurre. Si todos los habitantes de la tierra tuviésemos altos niveles de conciencia no tenga duda en que existirían problemas, quizás más grandes de los que existen ahora. El universo crea un equilibrio Samsa, y su voluntad siempre es sabia.
El universo se abastece de nosotros, de nuestra energía, de nuestra tristeza, felicidad, cuestionamientos, ignorancia. Al final todo es energía para el universo. Y se preguntarán ¿para qué esa energía? ¿Con que fin la necesita el universo? Para renovarse, para tener la suficiente fuerza para poder destruirse y la fuerza para poder volver a crearse.
Nosotros no elegimos quien acepta sus momentos de gracia. Esos momentos donde se nos da la oportunidad de ser concientes, uno debe elegirlos voluntariamente. Y si las condiciones físicas, espirituales, ambientales, sociales, etc. No se dan para que la persona elija hacer caso a ese momento de gracia… Nada podemos hacer nosotros.
Únicamente el retorno y el tiempo lograrán esos cometidos.
-¿Y no cree que el retorno sea exactamente igual? Es decir, que todo vuelva a ocurrir tal y como es.
-Los sucesos se repetirán tal cual son si no se es conciente de uno mismo, además el tiempo no se puede repetir, por que entonces el universo no tendría que renovarse, no habría cambio, no habría infinito, no posibilidades ilimitadas.
-Pero si lo único que necesita es energía, entonces la individualidad de nuestros hechos, de nuestras vidas, es de nula importancia ante sus ojos, como diría Don Juan Matus, nada tiene importancia y por eso aprecio todo. Es decir para el universo da igual que uno muera de manera brutal a una muerte natural, o que yo sea inconciente ahora, etc.
-Así es, todo vive, todo muere, todo se renueva. Sin embargo, la forma creadora que es la conciencia universal además de ser una manifestación de una inteligencia superior, es la manifestación de un amor superior. Posiblemente el amor que logramos sentir los seres humanos sea una fuente de inagotable energía para el universo, y utiliza ese mismo amor para seguir renovándose. No lo sé de cierto, únicamente es una suposición.
Las personas son muy egoístas, siempre se tienen demasiada importancia. Es decir, la muerte debe ser igual para todos, es la etapa que todo ser vivo experimentará, es un hecho verdadero de que al nacer nos damos la muerte y por que no al morir nos damos el nacimiento. Todos tenemos la capacidad de la decisión; y esta nos lleva al presente, de nosotros depende la muerte que experimentemos, ya lo dice don Juan: seamos responsables y hagamos todo como si fuera la última batalla sobre la tierra.
Yo siento que el amor esta para llenar de luz nuestra existencia, además que para poder ser concientes hay que amar de verdad.
-Analiza antes de tomar una decisión, pero una vez tomada deja todo atrás pues otra decisión siempre te esperará en el horizonte.- Dijo Samsa sonriendo.
-Si no somos capaces de amar sanamente, no podemos aspirar a un alto nivel de conciencia en nuestra conducta.
-¿Pero cuál sería ese amar sanamente? Sincero, sin prejuicios, un amor puro.
-Un amor honesto y general, bello, un amor artístico y altruista.
-Le entiendo Moiré, pero cuando usted dice un amor bello o sano, es una cuestión muy abstracta. Para usted y para mi lo bello significa algo distinto, a lo honesto que era para los romanos. Nada importa, solo la fluidez del universo, yo río por que deseo ver al mundo reír pero el mundo no es gracioso, yo lo vuelvo gracioso al mirar por esa perspectiva.
-Le entiendo Samsa, cuando habla de la subjetividad que existe en los pensamientos de un solo hombre.
-Se lo cuestiono y al mismo tiempo lo hago conmigo mismo, por que deseo lograr ver al mundo tal cual es. En mi existe ese espíritu de búsqueda y creo que ya es una ventaja, cada vez es un pensamiento mas justo.
Samsa se levantó comenzando a caminar hacia el mar, yo lo seguí con la mirada y le dije:
-El ver se refiere a la percepción que nos aporta nuestro centro de gravedad. Significa ver el mundo a los ojos de nadie… Ver el mundo a los ojos del mundo.