Sin impuestos (mejor dicho, sin un "mocho" colectivo) no puede haber bienestar, puesto que tenemos una cantidad de dinero determinada, y, por ejemplo, cada visita al médico nos costaría dinero, con lo cual estaríamos limitados, sin embargo la Seguridad Social nos permite un número ilimitado de consultas, y, por una cantidad muy inferior de dinero, podemos permitirnos tratamientos que para muchas personas serían prohibitivos. También permiten que todos podamos ir al colegio y tener acceso a la universidad a un precio muy inferior, de lo contrario solo unos pocos podrían permitírselo. Nos quitan dinero, pero a cambio nos dan tranquilidad y seguridad, y no tenemos que vivir al día y agobiados.
Lo de que el Estado es un enemigo es un cuento de los liberales y anarquistas para justificar sus utopías. En democracia, el Estado somos todos. El Estado no te roba el dinero, robar sería que se lo queda para él, sin embargo lo que te quita es luego para cosas que te benefician. Las ventajas respecto al liberalismo económico son dos: algo costeado entre muchos acaba siendo más barato que pagándolo individualmente, así que, al final, a nivel individual, resulta más económico, y eso sin sumarle que un servicio público no busca beneficio, por lo que lo abarata aun más. Lo segundo sería pura solidaridad, un hoy por tí y mañana por mí. A veces pagamos cosas que no vamos a usar y otras personas sí, y nos parece injusto, pero al final acaba ocurriendo al contrario. Un alto directivo podría decir "por qué tengo que dar mi dinero para pagarle el colegio público a los hijos de las empleadas del hogar, si yo llevo a mis hijos a uno privado" y una empleada del hogar podría decir "por qué tengo que pagar las carreteras para que los altos directivos conduzcan su Jaguar, si yo voy a todos los sitios en Metro".
El liberalismo y el comunismo fracasan no solo por ser teorías económicas, sino porque son formas alienantes de ver al ser humano. El ser humano no es un ser individualista ni un ser completamente social, conjuga ambas facetas. Por eso un sistema mixto funciona, porque es más humano. El ser humano tiene que tener su libertad y propiedad individual, pero compartir cosas con los demás no tiene por qué coartar su libertad, de hecho, le enriquece aun más, debido a su naturaleza.
Que el Estado se beneficia de los excedentes de producción es falaz, puesto que el Estado no es algo ajeno a la sociedad, ni se beneficia a él mismo, sino que emplea ese dinero recíprocamente en los ciudadanos. Sin enmbargo, en el liberalismo puro también hay un extractor de plusvalías, la clase capitalista, que en este caso se lo queda para su beneficio propio. Otro error es no considerar a la clase capitalista como opresora, a diferencia del Estado. La diferencia radica en que el Estado es "opresor" de iure, de forma oficial, mientras que un burgués es, en teoría, igual socialmente a un obrero. La práctica nos muestra que la posición del patrón en la cadena de producción, y, mayor acumulación de dinero (que no es otra cosa el dinero que poder) acaba generando dominación. De este modo, yo prefiero que el dinero que gano con el sudor de mi frente sea "requisado" para mi beneficio y el de los que lo necesitan, que dárselo un grupo de personas que aumentará su fortuna a costa de mi trabajo.
Y lo más importante, en un mundo liberal la clase trabajadora acabaría asociándose y creando su propio "Estado", ya que esta sería la forma de poder tener una tranquilidad y cierta calidad de vida en ausencia de servicios públicos. Esto no es nuevo, ya se dio en los tiempos de la Revolución Industrial con las Trade Unions británicas, que acabaron derivando por pura lógica en el actual Estado social. Así que me río yo de las utopías marcianas de ambos bandos.