En mi opinión todos tenemos conciencia de la temporalidad, de nuestra finitud. Casi puede decirse que antes que seres sociales, o seres racionales o cualquier otra cosa, somos "seres con conciencia de temporalidad", es decir que nos consideramos "ser para la nada" (Sartre) o "ser para la muerte" (Heidegger). De manera que me parece que está claro que todos, a partir de una cierta edad (¿4 ó 5 años?) tenemos conciencia de que no somos eternos, de que somos "seres en el tiempo" y sometidos a él.
Yo creo que una sana indiferencia por la muerte y la temporalidad es necesaria para vivir con cierta tranquilidad. Obsesionarse con la muerte o con el paso del tiempo (la vejez, la enfermedad, esas cosas...) es añadir más leña al fuego. Decía Borges que a la muerte hay que presentarle una "linda sonrisa en los labios"...Hay que afrontar las desgracias, el sufrimiento, con estoicismo, con una cierta indiferencia `por todo aquello que no está en nuestra mano remediar.
Yo creo que una sana indiferencia por la muerte y la temporalidad es necesaria para vivir con cierta tranquilidad. Obsesionarse con la muerte o con el paso del tiempo (la vejez, la enfermedad, esas cosas...) es añadir más leña al fuego. Decía Borges que a la muerte hay que presentarle una "linda sonrisa en los labios"...Hay que afrontar las desgracias, el sufrimiento, con estoicismo, con una cierta indiferencia `por todo aquello que no está en nuestra mano remediar.

pues nada yo tambien me piro..mamones!