Hace muchísimo que no participo en el foro, pero me encontré con este hilo y sentí que podía aportar una pequeña perspectiva desde mi experiencia, sobre todo porque viví Hispasonic desde los tiempos en que todos nos las ingeniábamos como podíamos para sonar “más reales” sin las herramientas de hoy.
Como músico que compone desde hace muchos años, me ha tocado trabajar tanto con instrumentos reales como con librerías, VST, loops, samples y todo lo que fue saliendo con el tiempo. Por eso entiendo perfectamente la preocupación por distinguir qué está hecho con IA y qué no. La transparencia siempre es bienvenida, y es lógico que la gente quiera saber con qué está hecho lo que escucha.
Pero también me parece importante no caer en una especie de “blanco o negro”. La tecnología siempre ha sido parte del proceso creativo, solo que ahora ha dado un salto enorme. Y esto lo digo desde la calma del que ha visto pasar muchas etapas. Vengo de una época donde un pad Yamaha o un loop de congas ya era “medio trampa”, pero nadie se rasgaba las vestiduras. Eran recursos, herramientas, igual que hoy lo puede ser una voz generada o una idea melódica sugerida por un modelo.
Creo que la clave está en usar la IA como lo que es: un apoyo, una ayuda, una extensión de la creatividad de cada uno. No sustituye la intención del músico ni su criterio, y no convierte automáticamente a nadie en compositor. Y por supuesto, quien suba música hecha parcial o totalmente con IA debería decirlo; no por obligación moral, sino por respeto a la comunidad y para evitar malentendidos.
Solo quería dejar esta reflexión desde alguien que lleva muchos años componiendo con y sin IA, que ha vivido la evolución de las herramientas y que sigue creyendo que lo más importante es la música final y la honestidad de quien la comparte.
Un saludo a todos.