A los 91 años de edad, Ennio Morricone nos deja, a causa de una caída que le causó la rotura del fémur. Atendido en una clínica en Roma, el fallecimiento tuvo lugar al amanecer tras despedirse de sus seres queridos, y se ha hecho público hace unos minutos.
A lo largo de su carrera, no sólo trabajó para unas 400 películas, sino que tuvo un enorme papel en la consolidación del género del spaghetti western junto al director Sergio Leone, dejándonos piezas memorables con las que ambientan clásicos de los 60 como El bueno, el feo y el malo, o La muerte tenía un precio. Sin embargo, su obra se extiende por todos los géneros, con películas tan distintas como Cinema Paradiso, La Cosa, La misión o Los Intocables de Elliott Ness; y por casi todas las décadas, como en el caso de los filmes de Tarantino Kill Bill I y II, o The Hateful Eight, por la que Ennio recibió un Óscar (ya había recibido uno honorífico en 2006).
Imponente es también la lista de nombres de directores para los que ha trabajado, entre los que se encuentran Hitchcock, Brian De Palma o Bernardo Bertolucci. También trabajó en alguna película de nuestro cine: “Átame”, de Pedro Almodóvar, contó con la música de Ennio en 1989. Y otra vinculación con nuestro país, y esta vez reciente: justo este mes de junio de 2020 él y John Williams recibieron además el premio Príncipe de Asturias de las Artes. Tras recibirlo, Ennio mostraba su carácter humilde declarando al periódico El Mundo: “mi trabajo, como el de Williams, es válido siempre que ayude a la propia película. Le diré una cosa: una película mala lo será independientemente de la banda sonora. Pero una música inspirada nunca podrá hacer buena a una película”. Le damos la razón, aunque con piezas tan sobrecogedoras como las suyas, nos hace dudar.
