Informática musical

Entrevista con Darío Peñaloza, ganador de dos Latin Grammy

Contenido patrocinado

Darío Peñaloza

Con más de 35 años de experiencia, dos Latin Grammys en su haber y una red de contactos envidiable en la industria musical en Latinoamérica, Darío Peñaloza es un productor, ingeniero de grabación, mezcla y doblaje venezolano que desde sus inicios apuesta por productos de Steinberg para llevar a cabo sus proyectos.

Tuvimos el placer de conversar con Darío acerca de su trabajo, su experiencia, los premios que ha ganado y cómo no, acerca de su herramienta de trabajo favorita: Nuendo.

Hola Darío. Muchas gracias por tu tiempo y por compartir con nosotros tus experiencias. ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en la música?

Llevo más de 35 años trabajando en la industria del audio enfocado en la música principalmente, tanto en estudio como en vivo, y al mismo tiempo mantengo mi trabajo con el doblaje.

Sabemos que has trabajado con muchísimos artistas y en producciones cinematográficas de talla internacional. ¿Nos puedes nombrar algunos?

En la música he trabajado con artistas como Guillermo Carrasco, Aquiles Báez, C4 Trío, Rafael Pollo Brito, Hermanos Primera, Alfredo Naranjo, Saxomanía, Rafael Martini, Juan Castro Ortiz, Pedro Castillo, Miguel Siso y Orlando Poleo, para nombrar algunos. En cuanto a las series y películas me he encargado de hacer la versión en español 5.1 de Bates Motel, Mindy Project y Brooklyn Nine Nine, así como las películas de Barbie, La Liga de la Justicia o Batman, por mencionar algunas.

¿Qué es lo que te llevó a decidirte por un trabajo en la industria del audio y la música?

Desde joven quise trabajar en audio. Mi padre era melómano y audiófilo, por lo que siempre en casa se escuchó buena música y en buenos equipos. Empecé a estudiar ingeniería electrónica para especializarme en audio, pero el camino era muy largo y entonces descubrí que existían escuelas especializadas en Norteamérica y decidí acortar la brecha. Antes de emprender el viaje, tuve la oportunidad de trabajar en radio como operador y allí confirmé mi pasión por los faders, perillas y cintas. Transformé mi pasión en mi profesión.

¿Cómo fueron tus primeros años?

Cuando llegué de vuelta a Venezuela, recién graduado, mi primer trabajo fue en el doblaje, grabando, dirigiendo y mezclando series brasileñas dobladas al español. Descubrí un mundo interesante que no conocía. En paralelo, en las noches y fines de semana grababa demos de bandas y empecé a realizar proyectos musicales a destajo en distintos estudios. Luego surgió la oportunidad de abrir un estudio con unos amigos y construimos Le Garage Studios. También trabajé en otros estudios pequeños y grandes como Telearte, uno de los mas importantes en Venezuela, diseñado por Chip Davis.

A comienzos de los 90, el movimiento de jazz y música contemporánea venezolana se convirtieron en mi principal fuente de trabajo. Al mismo tiempo, trabajé para una orquesta sinfónica por varias temporadas. A partir del año 2000 me independicé y tuve dos estudios en diferentes localizaciones hasta que en el 2013 me instalé en casa.

¿En qué consiste tu estudio actual? ¿Y en qué tipo de proyectos trabajas ahora?

Mi estudio de mezcla en casa es mediano (3 x 4.5 m). Uso plataforma Mac con monitores Hafler TRM 8.1 y Genelec 1029. Utilizo interfaces RME UCX en el estudio y para viajes y conferencias me llevo una Steinberg UR22, que es liviana y cristalina.

Darío Peñaloza

Aquí hago principalmente dos tipos de trabajo: Mezcla de música, discos y sencillos para artistas locales e internacionales y mezclas 5.1 de series de televisión y películas dobladas al español para el mercado latinoamericano de la Zona 4.

También eres docente en una academia de música. Cuéntame acerca de eso.

En el año 2014 comencé a dar charlas de audio y descubrí que me gustaba enseñar y además que había una vocación escondida. En enero del 2015 me invitaron a la Academia Audioplace a ser parte del staff de profesores y me encargaron dar la materia de Mezcla 5 al último nivel del programa de 3 años, ayudándolos a formar criterio. La docencia es algo que disfruto y que me llena mucho, hay un retorno que no lo dan todos los discos. Principalmente me concentro en enseñarles y establecer los parámetros de calidad para enaltecer la música lo más posible en géneros latinos, venezolanos y jazz con instrumentaciones acústicas.

¿Cuál fue la razón por la que te decidiste por Nuendo?

Cuando en el 2000 me independicé, decidí hacer pruebas para escoger mi DAW. Encontré una data de batería grabada en disco duro de 8 canales y esos canales los trabajé de la misma manera con Cubase VST32, Digital Performer, Logic y Pro Tools. Hice dos versiones de mezcla, una con la data a los mismos niveles y paneos y la otra procesando con los EQ nativos de la misma manera, quitando y poniendo en las mismas frecuencias y cantidades. Bombo +3dB en 80Hz, overheads -3dB en 1kHz y +3dB en 10kHz, etc. Estas mezclas las llevé a la sala de mastering de un amigo y allí hicimos "pruebas a ciegas" de las distintas mezclas, cuál nos gustaba más y cuál menos. En ambos casos nos gustó más el resultado de Cubase VST32 y allí comenzó mi historia con Steinberg. Apenas pude, me pasé a Nuendo ya que comencé a realizar trabajos en 5.1 y quería lo mejor en el momento.

Y después de tantos años de usar Nuendo, ¿aún sigues pensando lo mismo?

Creo que escoger a Nuendo como mi plataforma de trabajo es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Me permite obtener la sonoridad que quiero de una manera muy fácil, con un rango dinámico amplio y con una versatilidad increíble para hacer las cosas.

Las reverberaciones de impulso nativas son mi principal herramienta para las mezclas de doblaje; puedo pasar de una versión a otra sin ningún problema, sobre todo cuando tocan series que duran varias temporadas. Le garantizo al cliente uniformidad en sus mezclas. Además, cuando viajo puedo seguir trabajando sin ningún problema en mi laptop.

Las pocas veces que he podido grabar con Nuendo, siento que obtengo una definición mayor y más cálida en mis audios. Por otro lado, la comodidad desde siempre de trabajar con carpetas para archivos como la batería o la percusión me alivia el espacio en la sesión, sin contar el uso de colores, que me hacen todo más fácil.

Pero creo que lo que más me gusta de Nuendo es la sección de Control Room; tener la facilidad de un buen medidor con todos los valores a la mano y además poder independizar los monitores, eso no tiene precio.

Tienes dos producciones que han ganado Latin Grammys. Cuéntanos acerca de la primera producción.

La agrupación C4 Trío está formada de tres “cuatros” (un instrumento parecido al ukelele) y un bajo. En su cuarto disco “De repente” invitaron al cantante y cuatrista Rafael “Pollo” Brito para que interpretara los temas cantados, ocho de un total de 10. Principalmente es un repertorio latinoamericano pero tocado con ritmos venezolanos.

Yo me encargué de mezclar el 85% del disco y ha sido uno de los discos mas rápidos que he hecho, ya que apenas comenzaron a grabar apareció la posibilidad de que el disco saliera masivamente con un diario venezolano y eso le puso una fecha de entrega. Entonces mientras ellos graban en distintos estudios, según la disponibilidad que conseguían, yo iba mezclando los temas que estaban quedando listos.

El disco ganó en el 2014 el Latin Grammy como Mejor Ingeniería de Grabación para un Álbum, honor que compartí con ocho colegas de tres generaciones distintas.

Darío Peñaloza

¿Y de qué se trató tu producción más reciente, por la que volviste a obtener este aclamado premio?

El cuatrista venezolano Miguel Siso grabó gran parte de su disco “Identidad” en la academia donde doy clases y me pidió que se lo mezclara y así fue. En el año 2018 ganó el Latin Grammy como Mejor Álbum Instrumental. Uno de los ingenieros que grabó gran parte de este disco fue alumno mío, lo que me llena de una gran satisfacción.

¿Y también te encargaste de la masterización?

Yo no masterizo, le tengo mucho respeto a ese trabajo y además me gusta contar con otra opinión. Mi colega Jesús Jiménez masteriza mis trabajos desde hace mas de 25 años. Es una dupla que tenemos.

El masteriza en Wavelab desde hace mucho tiempo y eso me permite mezclar en 32 bit flotantes para que él sea el que baje la resolución a 24 o 16, según sea el caso. Tengo Wavelab en mi estudio para cuando hacemos el máster final, Jesús lo prepara y lo terminamos acá para definir algún detalle o sobre todo para definir la separación de las piezas en los discos. Eso es muy importante para el oyente: que exista una distancia acorde al tempo del tema que viene y el que acaba de terminar. Si son dos temas rápidos, no es lo mismo a que venga uno lento después de un tema rápido… hay que dejar un poco mas de distancia. Me gusta cuidar hasta ese detalle en las producciones.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Para mí es un privilegio trabajar el arte de un artista, ser parte de ese vehículo que convierte una interpretación en algo consumible. En cuanto a la docencia, es increíble el retorno que uno obtiene de los alumnos a la vez de cómo enseñar la importancia del respeto por la música a nuevas generaciones. Darles a entender que trabajar el arte de otro es un privilegio y que eso conlleva mística, ética, responsabilidad y compromiso. Que hay un factor humano vital para el éxito de un profesional, que los equipos no suenan solos y que hoy en día, con el exceso de opciones, tenemos que ser conscientes antes de intervenir o colocar un plug-in a un instrumento. ¿Es realmente necesario? La música debe ser la protagonista y el dueño es el artista, no uno. Usar la tecnología para agradar y no agredir al arte ni al oyente.

¡Muchas gracias por tus respuestas!

Steinberg Media Technologies GmbH
Headquarters Hamburg / Germany

¿Te gustó este artículo?
9
Comentarios

Regístrate o para poder comentar