El hecho de que exista vida en la tierra es fruto de una gran casualidad química. Se dieron las condiciones adecuadas en el entorno adecuado. Y el hecho de que exista vida inteligente es una enorme, enorme casualidad provocada por un alocado proceso de evolución, donde, además, las condiciones necesarias para mantener la vida se dieron durante todo ese periodo de tiempo.
Nuestro planeta pertenece a un sistema solar en una triste esquina de nuestra galaxia. Sabemos que hay
miles de millones de sistemas solares, de todas las formas y tamaños. Más grandes, similares y más pequeños, y sólo en nuestra galaxia.
De aquí concluímos que hay millones de planetas similares, más grandes y más pequeños que el nuestro orbitando alrededor de estrellas similares, más grandes y más pequeñas a la nuestra.
Si la chispa de la vida saltó en la tierra, es ilógico pensar que no ha podido saltar también en muchos otros sitios. Por ir un poco más lejos, cabe pensar que en los millones de planetas similares al nuestro, en cuanto a tamaño y cercanía a su estrella, la vida que haya surgido sea también similar, y por un proceso de evolución se haya llegado a la vida inteligente parecida a la nuestra.
En resumen, me niego a creer que sólo en nuestra galaxía no hayan múltiples planetas rebosantes de vida, aminal, vegetal, bacteriana o del tipo que sea.
Además, pienso que a uno u otro nivel, sólo nuestra galaxia contiene múltiples formas de vida inteligente, a muchos niveles distintos. Otra cosa es que lleguemos a enterarnos. La galaxia es demasiado grande. Sería como si en nuestro planeta vivieran sólo 5 personas, una en cada continente. Mucha coincidencia sería que dos de ellos se encontraran, ¿no? Pues eso sería mucho más fácil que el hecho de que dos civilizaciones inteligentes llegaran a contactarse.
Recientemente se han aislado planetas en sistemas solares cercanos. Se sabía que existían, pero hace poco que los hemos podido vislumbrar. Tan atrasados estamos en cuanto al conocimiento del vecindario. No hemos llegado ni a la puerta de casa. Así que aún nos queda mucho para ir a la calle de enfrente o atravesar la ciudad, así que más vale que sean ellos los que vengan a saludar.
Espero que si algún día contactan con nosotros no sea viniendo a vigilarnos en un platillo volante y jugando al pilla pilla y al escondite como muchos creen que vienen haciendo durante décadas
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Saludos.
