https://open.spotify.com/album/3adlOfDdtNDTtMXGZ3Pz1S?si=428xBRv4RlWs89aKNWQtTg&utm_source=copy-link
Esta mañana he encontrado esta obra que es una joya. Sólo quería dejaros el enlace y recomendaros la escucha. Un fagot, cuatro cellos y tres contrabajos. Ningún instrumento más.
A grandes rasgos es una forma de sonata donde el primer movimiento es la exposición, el tercero la elaboración y el quinto la reexposición; el segundo y cuarto son intermezzos no por ello menos interesantes.
Me ha llamado la atención que el discurso del fagot es un discurso con tintes de antihéroe, de "hombre pequeño" al estilo de Charlot, como dice Valentina Cholopova. El fagot intenta durante todo el concierto sobreponerse a las cuerdas con bastante poco éxito llegando a momentos de cierto paroxismo en que el fagot ve interrumpido su discurso por unas cuerdas atacadas de tal manera que realmente parece ser alguien haciendo callar sin muchos miramientos a un don nadie. Es en el tercer movimiento sobre 0:45 cuando la reprise del tema del final del primer movimiento que estaba haciendo el fagot, se corta súbito. El segundo movimiento "a modo de concerto grosso con seis ritornellos y cinco solos (V.Cholopova)" contrasta muy bien con el tema que acaba y empieza el primero y tercero respectivamente.
Luego viene el cuarto en que sigue el fagot intentando sobreponerse al entorno, defender la individualidad. Empieza con un cierto aire pastoril, o, como dice Chopolova, jazzístico que acaba vencido por las cuerdas otra vez. Es en este movimento cuando el fagot se siente tan impotente por un momento, quizá viendo que su identidad será fagocitada por las cuerdas hasta el punto que sólo le queda hacer una cosa: gritar. Es un grito desgarrador que te obliga (o a mi me ha pasado), a replantear todo lo escuchado hasta el momento.
Y llegamos al final, el quinto movimiento donde el fagot pierde su voz entre pizzicattos, jettés... de las cuerdas, el individuo se diluye en la sociedad, se pierde su identidad; las cuerdas avanzan en melodias cruzadas impodiendo que el fagot pueda expresarse y oimos cómo sus intentos de discurso son cada vez más tímidos, más derrotados. La lucha es desgarradora hasta que al fin el individuo, el hombrecito, es derrotado por las cuerdas.
Las referencias a Valentina Cholopova, son de su parte en el libro "Gubaidulina -Autori Vari a cura di Enzo Restagno", ed EDT, Torino, 1991. Muy interesante, por cierto.
PS: se me ha escapado un pequeño rollo, espero que os despierte las ganas de más Gubaidulina
Esta mañana he encontrado esta obra que es una joya. Sólo quería dejaros el enlace y recomendaros la escucha. Un fagot, cuatro cellos y tres contrabajos. Ningún instrumento más.
A grandes rasgos es una forma de sonata donde el primer movimiento es la exposición, el tercero la elaboración y el quinto la reexposición; el segundo y cuarto son intermezzos no por ello menos interesantes.
Me ha llamado la atención que el discurso del fagot es un discurso con tintes de antihéroe, de "hombre pequeño" al estilo de Charlot, como dice Valentina Cholopova. El fagot intenta durante todo el concierto sobreponerse a las cuerdas con bastante poco éxito llegando a momentos de cierto paroxismo en que el fagot ve interrumpido su discurso por unas cuerdas atacadas de tal manera que realmente parece ser alguien haciendo callar sin muchos miramientos a un don nadie. Es en el tercer movimiento sobre 0:45 cuando la reprise del tema del final del primer movimiento que estaba haciendo el fagot, se corta súbito. El segundo movimiento "a modo de concerto grosso con seis ritornellos y cinco solos (V.Cholopova)" contrasta muy bien con el tema que acaba y empieza el primero y tercero respectivamente.
Luego viene el cuarto en que sigue el fagot intentando sobreponerse al entorno, defender la individualidad. Empieza con un cierto aire pastoril, o, como dice Chopolova, jazzístico que acaba vencido por las cuerdas otra vez. Es en este movimento cuando el fagot se siente tan impotente por un momento, quizá viendo que su identidad será fagocitada por las cuerdas hasta el punto que sólo le queda hacer una cosa: gritar. Es un grito desgarrador que te obliga (o a mi me ha pasado), a replantear todo lo escuchado hasta el momento.
Y llegamos al final, el quinto movimiento donde el fagot pierde su voz entre pizzicattos, jettés... de las cuerdas, el individuo se diluye en la sociedad, se pierde su identidad; las cuerdas avanzan en melodias cruzadas impodiendo que el fagot pueda expresarse y oimos cómo sus intentos de discurso son cada vez más tímidos, más derrotados. La lucha es desgarradora hasta que al fin el individuo, el hombrecito, es derrotado por las cuerdas.
Las referencias a Valentina Cholopova, son de su parte en el libro "Gubaidulina -Autori Vari a cura di Enzo Restagno", ed EDT, Torino, 1991. Muy interesante, por cierto.
PS: se me ha escapado un pequeño rollo, espero que os despierte las ganas de más Gubaidulina
