La música me parece que, como todas las artes, puede mirar a las raíces vernáculas y, hasta puede estar obligada a ello, si esas ríaces han sido enterradas o tapadas; pero como toda forma de arte, ha de seguir también mirando alrededor, ser esencialmente aditiva más que sustractiva, por no decir internacionalista.
Si en la edad Media, y no tan lejos del fin del imperio, aquellos supestos gañanes no hubieran tenido curiosidad, no se habría producido el tránsito de gentes y de culturas que se produjo y ahora los catalanaes hablaríais, a lo peor, un catalán menos catalán, para que nos entendamos.
Si no hay curiosidad, no hay entendimiento, no hay discernimiento, habría solo dogmas acatados, y eso, en el lenguaje y en la música equivaldría a un continuo Coros y Danzas repetido en bucle, qué coñazo.
Si en la edad Media, y no tan lejos del fin del imperio, aquellos supestos gañanes no hubieran tenido curiosidad, no se habría producido el tránsito de gentes y de culturas que se produjo y ahora los catalanaes hablaríais, a lo peor, un catalán menos catalán, para que nos entendamos.
Si no hay curiosidad, no hay entendimiento, no hay discernimiento, habría solo dogmas acatados, y eso, en el lenguaje y en la música equivaldría a un continuo Coros y Danzas repetido en bucle, qué coñazo.

