Otro de los establecimientos clásicos de instrumentos musicales en Madrid nos deja después de 75 años de vida. "Garrido-Bailén, desde 1931" reza la placa de bronce que pronto desaparecerá junto al mostrador donde cuelga. Rótulos de "liquidación por cese de negocio" así lo anuncian. Para un madrileño es difícil imaginar la esquina de Mayor y Bailén sin esos 6 escaparates 6, repletos de instrumentos de los cinco continentes; algunos tan raros que conocí su existencia con la nariz pegada a esos cristales. La tienda con mayor variedad de instrumentos étnicos nunca se prodigó en electrónica, aunque allí estuviera el único PolyMoog que han visto mis ojos. En fin, pronto desaparecerá uno de los escaparates que desde niño me han producido más fascinación.
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