El documento, de 191 páginas, se acaba de colgar en el portal del departamento. La investigación de background se realizó en 1991, cuando el difunto Jobs ya no trabajaba en Apple y trataba de dar vida al negocio de los ordenadores NeXT mientras hacía fortuna en los estudios de animación Pixar. Cinco años después volvería a la tecnológica de Cupertino, para resucitarla y convertirla en la que hoy es la mayor compañía de Wall Street en términos de capitalización bursátil.
El informe se basa en entrevistas con empleados, amigos y conocidos. Trata de dibujar un perfil del joven Steve Jobs, que reflejara cómo era su carácter y, sobretodo, si era una persona fiable. Y la imagen que se puede sacar de algunas de las respuesta, en las que no se identifica sus autores, no son muy positivas en ese sentido. "Muchos individuos cuestionan su honestidad", señala el estudio, hasta el punto de decir que es capaz de "dar un giro" a la realidad para lograr sus objetivos.
El genio que está detrás de creaciones como iPhone, del iPad y de los ordenadores Mac era una "trabajador duro" y "determinado", lo que según el FBI explicaba su éxito en el negocio. Tampoco llevaba una vida extravagante o con excesos, todo lo contrario, se califica de espartana y casi monástica. No utilizó drogas durante su etapa profesional, pero como estudiante si "experimentó" con sustancias prohibidas como la marihuana y el LSD en la California de la era post hippy.
Pero otros entrevistados por el FBI cuestionaron su honestidad y la ética que seguía en su trabajo. Como define un antiguo amigo del difunto Steve Jobs, el cofundador de Apple era un individuo "complejo" y con una ambición que asustó a los que trabajaron con él en la compañía, que acabaron despidiéndolo. El informe revela que el gurú tecnológico fue víctima de una amenaza de bomba en 1985 y hace mención a tres demandas presentadas contra Apple durante la época.
El detalle de que Bush estaba interesado en integrar a Jobs en su equipo era algo desconocido hasta ahora. Por cierto, los agentes del FBI encargados de la investigación se aseguraron también de que además de problemas con las drogas o de haber cometido cualquier delito que manchara su registro, no tenía familiares en países controlados por el régimen comunista. La guerra la tuvo Steve Jobs dentro de la compañía de la manzana. Es este uso de la fantasía lo que hizo que Disney se acabara interesando por Pixar y lo que alimentó después al ingenio creativo en Apple.
Tomado de http://blogs.elpais.com/wall-street-report/
El informe se basa en entrevistas con empleados, amigos y conocidos. Trata de dibujar un perfil del joven Steve Jobs, que reflejara cómo era su carácter y, sobretodo, si era una persona fiable. Y la imagen que se puede sacar de algunas de las respuesta, en las que no se identifica sus autores, no son muy positivas en ese sentido. "Muchos individuos cuestionan su honestidad", señala el estudio, hasta el punto de decir que es capaz de "dar un giro" a la realidad para lograr sus objetivos.
El genio que está detrás de creaciones como iPhone, del iPad y de los ordenadores Mac era una "trabajador duro" y "determinado", lo que según el FBI explicaba su éxito en el negocio. Tampoco llevaba una vida extravagante o con excesos, todo lo contrario, se califica de espartana y casi monástica. No utilizó drogas durante su etapa profesional, pero como estudiante si "experimentó" con sustancias prohibidas como la marihuana y el LSD en la California de la era post hippy.
Pero otros entrevistados por el FBI cuestionaron su honestidad y la ética que seguía en su trabajo. Como define un antiguo amigo del difunto Steve Jobs, el cofundador de Apple era un individuo "complejo" y con una ambición que asustó a los que trabajaron con él en la compañía, que acabaron despidiéndolo. El informe revela que el gurú tecnológico fue víctima de una amenaza de bomba en 1985 y hace mención a tres demandas presentadas contra Apple durante la época.
El detalle de que Bush estaba interesado en integrar a Jobs en su equipo era algo desconocido hasta ahora. Por cierto, los agentes del FBI encargados de la investigación se aseguraron también de que además de problemas con las drogas o de haber cometido cualquier delito que manchara su registro, no tenía familiares en países controlados por el régimen comunista. La guerra la tuvo Steve Jobs dentro de la compañía de la manzana. Es este uso de la fantasía lo que hizo que Disney se acabara interesando por Pixar y lo que alimentó después al ingenio creativo en Apple.
Tomado de http://blogs.elpais.com/wall-street-report/
