Hace años tuve la suerte, o más bien la osadía, ya que me venían muy grandes, de tomar algunas lecciones de piano con Horacio. Te podía gustar más o menos su exuberancia, era un gran virtuoso del instrumento que no dudaba en hacer uso de sus amplísimos recursos técnicos (fue niño prodigio y concertista internacional de piano en su juventud). Pero es indudable que era un musicazo como la copa de un pino, uno de esos tipos que irradian y te transmiten musicalidad por ósmosis.
Posiblemente no sería el trabajo que él habría elegido, pero el disco "Una noche en el Central" de Pedro Iturralde incluye a Horacio al piano. Es fácil de encontrar en tiendas y bibliotecas y Horacio se marca un solo de piano antológico en "Tribute To Trane".
De las pocas interpretaciones que hay suyas en youtube su acompañamiento lleno de buen gusto y sabiduría de este famosísimo tema me parece apropiado:
Chau, maestro, y gracias por todo.
