vagar escribió:
Eso no prueba gran cosa, muchos profesores llevan a sus hijos al centro en el que trabajan, aunque por higiene profesional y familiar suelen evitar darles clase directamente si es organizativamente posible. Razones hay muchas: conveniencia logística, más vale malo conocido, etc.
Depende del centro, digo yo...
Alguien escribió:
Sin embargo, cuando María Ciprián, la directora, llegó a este centro hace 17 años, la situación era muy distinta. Se encontró un colegio donde la única autoridad que regía las aulas era la cultura del miedo. “Aquí hay una población muy diversa: de muchas etnias y nacionalidades, y algunas se sentían superiores. Era habitual el 'te espero a la salida', o 'si no me das esto, te hago tal cosa'… Estuvimos trabajando en ello hace muchos años y la cultura del miedo despareció”, recuerda desde la sala de profesores del centro. “Ya no hay ni payos ni gitanos, ni inmigrantes ni niños de tercera o de primera generación. Hay alumnos, punto. Y en la medida en que eso lo equilibras, no en resultados académicos, sino en respeto, todo cambia”.
vagar escribió:
en España hay centros tanto públicos como privados que tienen resultados fantásticos y otros más bien pobres, todos ellos con el mismo sistema educativo.
Me da que el problema es como en política, más de ética personal que de modelo social.
Eso es justamente lo que dice el artículo, en otros centros los profesores no hacen horas de refuerzo o incluso tutorías y si nadie hace la cuestión es que para qué vas a hacerlas tú. Y cada cual va a su aire, me he sacado la plaza y cumplo el mínimo o soy interino y mi único interés son puntos e ir acercándome a la plaza que quiero.... mientras tanto tienes centros que cambian la mitad de la plantilla cada año. Y ni proyecto, ni plan, ni nada. Servicios mínimos... y al final es de eso lo que huye la gente hacia la concertada.
Bad Suite escribió:
Hasta que un profesor no pueda mantener un mínimo de orden en una clase de la ESO llena de pequeños cafres con padres todavía más cafres, todo este paripé será un brindis al sol...
En el artículo:
Alguien escribió:
De nuevo, esto también es mérito de la nueva dirección. “Cuando llegué aquí, me propuse dignificar la profesión, y que ningún padre me viniese a poner en entredicho su labor”, comenta María. “Aunque tengan razón, jamás me pongo del lado de un padre delante de un profesor”.
La cuestión es que cuando en un centro se hacen bien las cosas la demanda de plazas se dispara da igual si el centro es público o privado. Hay centros a los que nadie quiere ir y centros en los que hay bofetadas por entrar.