Sintetizadores

Oberheim OB-12 a prueba

Veredicto
De acabado impecable, su funcionamiento es muy lógico y sencillo. La presentación continua en pantalla de todos los cambios de forma gráfica lo hacen ideal como primer sintetizador o como instrumento de aprendizaje. El sonido, rico y potente, no decepcionará a los más exigentes.

Pros

  • Sonido rico y potente, muy analógico
  • Pantalla de control de buen tamaño; representación gráfica y sencilla de los parámetros más importantes
  • Acabado impecable
  • Arquitectura muy completa y efectiva
  • Múltiples entradas y salidas de audio (incluidas las digitales) y de control
  • Instrumento sólido, teclado de buena calidad con aftertouch

Contras

  • Presets bastante aburridos
  • Manual no disponible en castellano
  • Efectos no configurables por capa

Oberheim OB-12

El Oberheim OB-12 es un sintetizador de modelado físico perteneciente a la nueva oleada de sintetizadores que imitan máquinas analógicas. En este caso tenemos en nuestras manos todo un Oberheim, una de las pocas marcas clásicas que se encuentran aún en activo, propiedad de la compañía italiana Viscount.

Tom Oberheim, creador de esta marca, ha dejado entre nosotros muchos de los sintetizadores analógicos más preciados de todos los tiempos, por lo que esta prueba tenía una expectación especial al ser un instrumento con tan buena casta, aunque en realidad no guarde una relación directa con aquellos clásicos. Es un sintetizador muy poco habitual en nuestro país, prácticamente desconocido. Surgió a posteriormente a la guerra desatada entre Yamaha, Roland, Korg y Clavia por llevarse el gato al agua en sintetizadores digitales con sonido tipo analógico (con victoria indiscutible de Clavia) y ha pasado muy inadvertido.

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Primer contacto

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El OB-12 viene embalado en una sólida caja de cartón blanca con muy pocas pistas de lo que hay dentro. Está protegido en las esquinas por unas molduras de un material similar al polietileno pero más resistente y flexible. Una vez sacado puede admirarse en todo su esplendor: un precioso instrumento estilo clásico ("vintage") color azul metalizado, repleto de deslizadores y potenciómetros de recorrido fijo. A primera vista se puede apreciar el teclado de 4 octavas, un controlador de cinta, una rueda de deslizamiento de tono ("pitch bend") y otra de modulación. La caja del instrumento es metálica y está adornado con dos embellecedores de plástico a los lados simulando madera.

Todos los controles transmiten solidez y, desde luego, es un instrumento bastante pesado como para ser portátil. El teclado, aunque quizás pequeño para ser usado como controlador, es de buena calidad y tiene aftertouch. Preside el instrumento una pantalla LCD retroiluminada, ideal para trabajar con poca luz. A la derecha de la pantalla hay un teclado numérico tipo teléfono para introducir los datos con mayor precisión y una rueda de buen tamaño que gira sin fin, ideal para ajustar ciertos parámetros.

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Por detrás, tenemos las clásicas conexiones más algunos buenos detalles: dos pares de salidas, una salida de auriculares, cuatro entradas para pedales, conexiones MIDI (In, Out, Thru) y una salida digital. Destaca también la inclusión de la fuente de alimentación dentro de la caja principal.

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Una vez encendido y conectado, vemos la pantalla iluminarse y decenas de leds rojos parpadear. Es una display LCD con buena resolución y, a priori, nos muestra el nombre del instrumento elegido en ese momento y varias pestañas. Siempre que se gira un potenciómetro, se pulsa un botón o se mueve un deslizador, la pantalla es actualizada y muestra el cambio de parámetro de forma gráfica.

Motor de síntesis

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Evidentemente, tenemos en nuestras manos un instrumento basado en la síntesis substractiva, con dos osciladores y un generador de ruido blanco como fuentes sonoras, dos filtros configurables que llegan a un amplificador. Para completar el conjunto, la sección de generación sonora, la sección de filtrado y el amplificador disponen de sus propios generadores de envolvente. La sección de generación de sonido, a su vez, dispone también de un modulador en anillo. Dos LFO (osciladores de baja frecuencia) asignables redondean las opciones de modulación básicas. Es un instrumento multitímbrico de 4 partes y 12 voces de polifonía total. Tiene tres modos de funcionamiento: split (teclado dividido), layer (cada parte corresponde a un canal MIDI) y single (una única parte). Trae 256 configuraciones para el modo layer y 256 sonidos editables en el modo single.

Osciladores

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Los osciladores son diferentes y trabajan de forma curiosa. Ambos osciladores tienen tres formas de ondas generadas de forma simultánea: diente de sierra, triangular y cuadrada. Su nivel es controlado de forma independiente, de forma que podemos mantener el equilibrio deseado entre las tres. Cada forma de onda tiene un pulsador para activarla o desactivarla. El esto del os parámetros, a excepción de la modulación por ancho de pulso (PWM), con tres procedencias seleccionables (LFO1, LFO2 o EG) y la modulación procedente del LFO 1, son diferentes en cada oscilador.

En el oscilador 1 hay un control WAVE CTRL cuya función varía dependiendo de la onda que se haya modificado en último lugar. Si es un diente de sierra, modifica el grado de deformación; si es una onda cuadrada, modifica la anchura de los pulsos para cambiar el espectro armónico. También encontramos una opción de modulación FM sobre el oscilador 2.

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El oscilador 2 tiene por su lado un control RANGE y FINE para desafinarlo con respecto al oscilador uno desde unas centésimas hasta dos octavas, una función de sincronismo con el oscilador 1 (SYNC) y una opción para desactivar la afinación desde el teclado, de forma que ese oscilador tenga una afinación única en todo el teclado. No dispone de control sobre las tres formas de onda a excepción de la cuadrada, que dispone de su propio control para el ancho del pulso.

Ambos osciladores tiene una parte común para controlar el balance entre ambos osciladores, el modulador de anillo y el generador de ruido. También tiene un generador de envolvente simple con sólo dos parámetros, ataque y decaimiento, asignable a uno de lo osciladores de forma directa o inversa mediante un potenciómetro ENV DEPTH.

Es realmente destacable que cada modificación que se hace sobre los parámetros de los osciladores es mostrada gráficamente en la pantalla, pudiendo ver cómo varían las formas de onda, envolventes, etc.

Filtros

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La señal proveniente de los generadores entra directamente en dos filtros configurables en paralelo, en serio o divididos uno por oscilador. Existen tres tipos de filtros seleccionables entre paso bajo, paso alto y paso banda, con resonancia (factor Q) regulable, una envolvente ADSR propia y la posibilidad de ser modulado mediante el LFO 1 o trazado del teclado. Aunque no lo indica, los filtros parecen ser de 2 polos (12 dB); son bastante cálidos y llegan a la auto-oscilación si se apura la resonancia. Mediante sus tres algoritmos de posicionamiento, se puede conseguir filtrados más severos o creativos.

Etapa de amplificación y LFOs

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A continuación, nos encontramos con la sección de amplificación. Tiene todo lo que se podría esperar de ella y algún detalle más: un generador de envolventes completo, un control de modulación por parte del LFO 1 y una función de autopanorama, controlada por el LFO 1.

Los dos LFOs que posee el instrumento están configurados de forma diferente: el LFO 1 sólo dispone de un control de velocidad, ataque y 4 formas de onda (diente de sierra, triangular, cuadrada y aleatoria); el LFO 2 corresponde a la rueda de modulación y cambia el control de ataque por otro de profundidad de la modulación, siendo este parámetro sólo aplicable a una de la secciones, a elegir entre los osciladores, los filtros o la sección de amplificación.

Otras funciones

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Por supuesto, el funcionamiento del teclado tiene a su vez otros parámetros muy útiles para la total emulación del clásico sonido analógico: portamento con tiempo ajustable, modo monofónico, legato, unísono para hacer sonar toda las notas posibles de forma simultánea y además puedes seleccionar la octava de cada oscilador.

El sonido es completado mediante una completa sección de 4 efectos simultáneos consistentes en saturación, coro, eco y reverberación con suficientes parámetros para ser modificadas con cierta profundidad. Para rematar la faena, un ecualizador configurable de forma paramétrica de tres bandas con la central seleccionable, o gráfica con 5 bandas fijas en 60, 200, 600, 2K y 6k.

Manos a la obra

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Sin duda, es un instrumento pensado tanto para la interpretación en directo como par ser usado en un estudio. Tiene complejas opciones de modulación procedentes del controlador de cinta, pedales, ruedas, etc., un completo arpegiador que harán las delicias de los fans de Jarre, un grabador de frases con capacidad de 196 secuencias o 16000 notas y una función de morphing entre presets. Sin duda, la descripción quita el hipo, ¿pero cómo suena? El punto fuerte del instrumento es el modo Layer en el que accedemos directamente a las 4 partes a la vez. El OB-12 arranca directamente en este modo y ofrece un preset de cuerda sintética como primera opción de prueba. Sin duda, uno se pera sonidos ricos y potentes, haciendo honor a la marca, y no decepciona. Dignas del mejor disco de Vangelis, hicieron vibrar la pila de CDs que estaban cerca de la salida bass reflex de los Tannoy Reveal usados en la prueba. Es un gustazo poder trastear directamente todos los parámetros de forma directa y ver los cambios en pantalla. Si seguimos avanzando por los presets nos encontramos algún bajo rico, cuerdas y vientos sintéticos clásicos (incluido una emulación del típico sonido de Jump de Van Hallen), leads muy potentes (un fallo clásico de los Oberheims era el suave ataque de sus envolventes, que tenía repercusión directa en sus leads, error corregido en esta versión digital), efectos, percusión. Desgraciadamente, al contrario de lo que sucede en otros equipos, aunque hay sonidos tremendamente buenos, hay otros muchos realmente malos, dando, de entrada, una pobre idea de las posibilidades reales del instrumento.

Para verificar esto, pasamos a crear un sonido desde cero, escuchando detenidamente sus formas de onda, muy ricas y llenas. En 5 minutos pudimos crear un clásico y potente sonido de bajo de diente de sierra que no existía entre los presets. Durante un par de horas más programamos cuerdas, leads, unos charles tipo Roland CR-8000 y algunos efectos basados en ruido blanco y mucho eco. No estando muy conformes, nos acercamos a la web de Viscount, bajamos nuevos sonidos y descubrimos un editor para PC y algunas demos en MP3. Para usar dicho editor había que actualizar la ROM del sintetizador, así que descargamos dos actualizaciones, una para la CPU y otra para el DSP. Después de actualizar la CPU comprobamos con asombro que el teclado funcionaba peor que antes: había botones que ya no funcionaban y opciones que faltaban. Volví a cargar la ROM y el efecto fue aún peor: el teclado dejó de funcionar. Un rápido vistazo al manual demostró que estaba todo previsto y pudimos volver a cargarle la actualización sin problemas (en esta ocasión volcando los SYSEX desde Logic) y los nuevos sonidos.

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Entre las nuevas librerías descargadas, hay algunos sonidos estupendos y otros bastante malos. Viendo el panorama, nos decidimos a crear una librería de presets seleccionados e instalamos el editor. El editor es bastante completo y permite controlar todos los parámetros referentes a síntesis y los efectos y agrupar los sonidos en el modo Layer, siendo bastante útil y cómodo. La única pega es que no se sincroniza al 100% con el instrumento y que la edición de la sección de control (referente a los pedales y moduladores manuales) está aún "en construcción". Según la documentación del programa, estará lista en una próxima revisión, aunque, viendo la fecha de la última compilación, tenemos dudas al respecto.

Una vez seleccionados, era el momento de probarlo junto a un secuenciador y montamos varias secuencias con Logic Audio. Se comportó de forma correcta en todo momento y es destacable la sincronización de algunos de sus parámetros al reloj MIDI. En este momento aparecieron sus principales carencias: los efectos no son ajustables de forma individual por parte. Cada potenciómetro y deslizador transmite MIDI y todos los parámetros del teclado son modificables de esta forma.

Conclusión

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Sin duda es uno de los sintetizadores de última generación que más nos han gustado. Su acabado es impecable, su funcionamiento es muy lógico y sencillo. Todo está claramente distribuido y es bastante visual. El manual está muy bien escrito, muy claro. Su mayor pega es que sólo está en inglés y en italiano, lo que puede suponer un lastre para la comunidad hispanohablante.

Todo esto y la presentación continua en pantalla de todos los cambios de forma gráfica lo hacen ideal como primer sintetizador o como instrumento de aprendizaje. El sonido, rico y potente, no decepcionará a los más exigentes y lo sitúa, en un ranking de instrumentos de modelado físico, a camino entre el Roland JP-8000 y los Nords de Clavia, tiene más carácter que el Roland pero carece la pegada de los Nords (Lead o Modular).

La pena es que Viscount, a pesar de las innovaciones, no ha sabido rematarlo rompiendo la barrera que nadie antes ha roto: la automatización de los controles. En cualquier caso, nos ha ofrecido un sintetizador que mantiene con orgullo el buen nombre de Oberheim.

Oberheim OB-12 - 1500 €

Demos en mp3

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