Personal (blogs de usuarios)

  • Insomnio
    Lauricca

    Hace tiempo que me he empezado a familiarizar con este ¿concepto?. Supongo que se debe a que es un reflejo de mi propia vida, que avanza como las horas de la noche agobiándose por ser incapaz de conciliar "el sueño" y ver cómo se acerca la mañana, la rutina.

    Escucho la radio, cada hora las mismas noticias que sesenta minutos antes. Oigo también pasar algunos coches que no entiendo adónde irán con tanta prisa.

    Y acudo aquí, ésta es la tercera vez en lo que va de noche, buscando no sé muy bien qué. Quizá una solución mágica, una respuesta o, simplemente, un comentario que me haga reír después de haber sido incapaz de hacerlo en todo el día.

    Es curiosa la forma en que se percibe todo cuando falta el sueño... el sueño y "el sueño". Es como si se fragmentase, de manera que al final los mensajes que almacena tu cerebro son muy distintos a los que realmente ocurrieron y pasa a formar parte de tu pasado algo que realmente no existió.

    Recuerdo ahora mismo a Mar Flores hablando de dientes blancos y a una señora que comentaba algo sobre velas y ventosidades en el Hablar por hablar. No sé por qué me he quedado con esos datos en concreto. Puede haber mil respuestas y no creo que nunca sepa la verdadera.

    En fin, quizá mañana me despierte siendo otra persona... lamentable y probablemente no. Me conformaré con despertarme porque significará que he dormido.

    el 17/06/20045
  • Mis foreros preferidos
    carvalladolid

    Aqui os muestro mi informe secreto sobre algunos de los foreros más famosos de Hispasonic, sin ninguna acritud por supuesto.

    BLS

    Gran nacionalista español, enemigo de los díscolos a nuestra corona, futbolero. Dice lo que piensa, PS Girl le saca de qucio, no se casa con nadie, un gran madrileño, si señor.

    PSGIrl

    Lobo con piel de ovejita, modera de forma tosca, mete en pie en el charco con demasiada facilidad, imprescindible en los foros, buena gente.

    Soyuz

    Un gran trabajador, saca adelente su trabajo con la constancia de un centrista, merece un monumento en la plaza del obradoiro.

    Sassi

    Sensacional músico, empezó con gran fuerza dentro del foro, se dispersó mucho en el hilillo, se le echa de menos.

    Lunatic

    Va por libre, sin aliados claros, mente dispersa, otro de los grandes.

    Briar

    Librepensador, enemigo del topico, hombre de mundo, gran opinador, a veces demasiado caústico.

    toniterrassa

    Misterioso, pulcro, algo soso, muy educado.

    xxazzz y sus mutaciones

    Muy caótico, bizarro, gran espiritu de colaboración, noble, algo paternalista.

    chema001

    Muy moderado, respetuoso, otro gran centrista.

    Neomad

    Argentino, con todo lo bueno y lo malo que ello implica.

    BiterMC

    Confuso, entre fenicio y holandes, muy de su tierra, gran músico.

    TemblorX

    Incomprendido, racial, vanguardista, gran talento literario, como los grandes genios, adelantado a su tiempo.

    Comunidad del hilillo

    Lo que empezo como una broma acabo siendo un chiste, deberian darse un margen de autocrítica.

    Sahul

    Sabe mucho de lo suyo, lo que ya es mucho, ultimamente demasiado institucional.

    CVChavo

    Gran tipo, da mucha estabilidad.

    Trocol

    Otro gran madrileño, sabe vivir, me gusta este tipo.

    Yideth

    Como dijo Kraftwerk, "incluso las grandes estrellas se disgustan al mirarse al espejo", se hace demasiadas fotos, necesita mejorar.

    Lauricca

    Entre ama de casa y rodriguez, muy crítica con la derecha española, posible militante del BNG, futbolera, no deberia tener problemas al elegir la película que ver con su pareja.

    INTRUDER

    Se gusta mucho, lo cual no es malo, sabe provocar, no es nada convencional, posible agente Metrosexual dentro de Hispasonic.

    Yoshi

    Faltan datos.

    Jordimatik

    El malo de Karate Kid, no quiere novia, lo cual puede ser un eufemismo de que no la encuentra.

    Endre

    Lagartija, si me invitara a una fiesta en su casa, mearia en el ponche.

    el 14/06/200413
  • dopamina....te invita.....
    Dopamina

    escucha nuestas canciones y dinos tus comentarios....tu opinion es muy importante para nosotros...

    alexpoc@hotmail.com

    gracias....

    el 06/06/2004
  • ¿alguien de murcia conoce horthy?
    radixfc

    hola hispasónicos!!!

    toco en un grupo llamado horthy... nuestro manager nos está camelando las pelas diciendo que somos famosísimos en murcia (casualidad... no había nada más lejos de navarra, donde vivimos). el caso es que queremos saber si alguien ha oído hablas de nosotros por otras tierras...

    un saludo y a ver si os gusta esta fotillo del concierto en el festival espresa2004!

    radixfc

    www.soundclick.com/hortzy

    el 04/06/20045
  • Cartel especial para el concierto 5 junio de El Síndrom
    Ninozor

    Bueno gente, a parte del cartel que montan los de Carretera 13 para anunciar el concierto, el bajista de El Síndrome del Martes ha elaborado éste, visto la movida que ha habido últimamente después del Concierto de la fiesta de Badalona.

    Una chorradilla, pero digna de guardar en mi weblog.

    el 04/06/20042
  • Axolotl: historia para los que tengais 10 minutos
    Burbuja

    Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl.

    El azar me llevó hasta ellos una mañana de primavera en que París abría su cola de pavo real después de la lenta invernada. Bajé por el bulevar de Port Royal, tomé St. Marcel y L?Hôpital, vi los verdes entre tanto gris y me acordé de los leones. Era amigo de los leones y las panteras, pero nunca había entrado en el húmedo y oscuro edificio de los acuarios. Dejé mi bicicleta contra las rejas y fui a ver los tulipanes. Los leones estaban feos y tristes y mi pantera dormía. Opté por los acuarios, soslayé peces vulgares hasta dar inesperadamente con los axolotl. Me quedé una hora mirándolos, y salí incapaz de otra cosa.

    En la biblioteca Saint-Geneviève consulté un diccionario y supe que los axolotl son formas larvales, provistas de branquias, de una especie de batracios del género amblistoma. Que eran mexicanos lo sabía ya por ellos mismos, por sus pequeños rostros rosados aztecas y el cartel en lo alto del acuario. Leí que se han encontrado ejemplares en África capaces de vivir en tierra durante los períodos de sequía, y que continúan su vida en el agua al llegar la estación de las lluvias. Encontré su nombre español, ajolote, la mención de que son comestibles y que su aceite se usaba (se diría que no se usa mas) como el de hígado de bacalao.

    No quise consultar obras especializadas, pero volví al día siguiente al Jardin des Plantes. Empecé a ir todas las mañanas, a veces de mañana y de tarde. El guardián de los acuarios sonreía perplejo al recibir el billete. Me apoyaba en la barra de hierro que bordea los acuarios y me ponía a mirarlos. No hay nada de extraño en esto porque desde un primer momento comprendí que estábamos vinculados, que algo infinitamente perdido y distante seguía sin embargo uniéndonos. Me había bastado detenerme aquella primera mañana ante el cristal donde unas burbujas corrían en el agua. Los axolotl se amontonaban en el mezquino y angosto (solo yo puedo saber cuan angosto y mezquino) piso de piedra y musgo del acuario. Había nueve ejemplares y la mayoría apoyaba la cabeza contra el cristal, mirando con sus ojos de oro a los que se acercaban. Turbado, casi avergonzado, sentí como una impudicia asomarme a esas figuras silenciosas e inmóviles aglomeradas en el fondo del acuario. Aislé mentalmente una situada a la derecha y algo separada de las otras para estudiarla mejor. Vi un cuerpecito rosado y como translúcido (pensé en las estatuillas chinas de cristal lechoso), semejante a un pequeño lagarto de quince centímetros, terminado en una cola de pez de una delicadeza extraordinaria, la parte mas sensible de nuestro cuerpo. Por el lomo le corría una aleta transparente que se fusionaba con la cola, pero lo que me obsesionó fueron las patas, de una finura sutilísima, acabadas en menudos dedos, en uñas minuciosamente humanas. Y entonces descubrí sus ojos, su cara, dos orificios como cabezas de alfiler, enteramente de un oro transparente carentes de toda vida pero mirando, dejándose penetrar por mi mirada que parecía pasar a través del punto áureo y perderse en un diáfano misterio interior. Un delgadísimo halo negro rodeaba el ojo y los inscribía en la carne rosa, en la piedra rosa de la cabeza vagamente triangular pero con lados curvos e irregulares, que le daban una total semejanza con una estatuilla corroída por el tiempo. La boca estaba disimulada por el plano triangular de la cara, solo de perfil se adivinaba su tamaño considerable; de frente una fina hendedura rasgaba apenas la piedra sin vida. A ambos lados de la cabeza, donde hubieran debido estar las orejas, le crecían tres ramitas rojas como de coral, una excrescencia vegetal, las branquias supongo. Y era lo único vivo en él, cada diez o quince segundos las ramitas se enderezaban rígidamente y volvían a bajarse. A veces una pata se movía apenas, yo veía los diminutos dedos posándose con suavidad en el musgo. Es que no nos gusta movernos mucho, y el acuario es tan mezquino, apenas avanzamos un poco nos damos con la cola o la cabeza de otro de nosotros; surgen dificultades peleas fatiga. El tiempo se siente menos si nos estamos quietos.

    Fue su quietud la que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi a los axolotl. Oscuramente me pareció comprender su voluntad secreta, abolir el espacio y el tiempo con una inmovilidad indiferente. Después supe mejor, la contracción de las branquias, el tanteo de las finas patas en las piedras, la repentina natación (algunos de ellos nadan con la simple ondulación del cuerpo) me probó que eran capaz de evadirse de ese sopor mineral en el que pasaban horas enteras. Sus ojos sobre todo me obsesionaban. Al lado de ellos en los restantes acuarios, diversos peces me mostraban la simple estupidez de sus hermosos ojos semejantes a los nuestros. Los ojos de los axolotl me decían de la presencia de una vida diferente, de otra manera de mirar. Pegando mi cara al vidrio (a veces el guardián tosía inquieto) buscaba ver mejor los diminutos puntos áureos, esa entrada al mundo infinitamente lento y remoto de las criaturas rosadas. Era inútil golpear con el dedo en el cristal, delante de sus caras no se advertía la menor reacción. Los ojos de oro seguían ardiendo con su dulce, terrible luz, seguían mirándome desde una profundidad insondable que me daba vértigo.

    Y sin embargo estaban cerca. Lo supe antes de esto, antes de ser un axolotl. Lo supe el día en que me acerqué a ellos por primera vez. Los rasgos antropomórficos de un mono revelan, al revés de lo que cree la mayoría, la distancia que va de ellos a nosotros. La absoluta falta de semejanza de los axolotl con el ser humano me probó que mi reconocimiento era válido que no me apoyaba en analogías fáciles. Solo las manecitas... Pero una lagartija tiene también manos así, y en nada se nos parece. Yo creo que era la cabeza de los axolotl, esa forma triangular rosada con los ojitos de oro. Eso miraba y sabía. Eso reclamaba. No eran animales.

    Parecía fácil casi obvio, caer en la mitología. Empecé viendo en los axolotl una metamorfosis que no conseguía anular una misteriosa humanidad. Los imaginé conscientes, esclavos de su cuerpo, infinitamente condenados a un silencio abisal, a una reflexión desesperada. Su mirada ciega, el diminuto disco de oro inexpresivo y sin embargo terriblemente lúcido, me penetraba como un mensaje: «Sálvanos, sálvanos». Me sorprendía musitando palabras de consuelo, transmitiendo pueriles esperanzas. Ellos seguían mirándome inmóviles, de pronto las ramillas rosadas de las branquias de enderezaban. En ese instante yo sentía como un dolor sordo; tal vez me veían, captaban mi esfuerzo por penetrar en lo impenetrable de sus vidas. No eran seres humanos, pero en ningún animal había encontrado una relación tan profunda conmigo. Los axolotl eran como testigos de algo, y a veces como horribles jueces. Me sentía innoble frente a ellos, había una pureza tan espantosa en esos ojos transparentes. Eran larvas, pero larva quiere decir máscara y también fantasma. Detrás de esas caras aztecas inexpresivas y sin embargo de una crueldad implacable, ¿qué imagen esperaba su hora?

    Les temía. Creo que de no haber sentido la proximidad de otros visitantes y del guardián, no me hubiese atrevido a quedarme solo con ellos. «Usted se los come con los ojos», me decía riendo el guardián, que debía suponerme un poco desequilibrado. No se daba cuenta de que eran ellos los que me devoraban lentamente por los ojos en un canibalismo de oro. Lejos del acuario no hacía mas que pensar en ellos, era como si me influyeran a distancia. Llegué a ir todos los días, y de noche los imaginaba inmóviles en la oscuridad, adelantando lentamente una mano que de pronto encontraba la de otro. Acaso sus ojos veían en plena noche, y el día continuaba para ellos indefinidamente. Los ojos de los axolotl no tienen párpados.

    Ahora sé que no hubo nada de extraño, que eso tenía que ocurrir. Cada mañana al inclinarme sobre el acuario el reconocimiento era mayor. Sufrían, cada fibra de mi cuerpo alcanzaba ese sufrimiento amordazado, esa tortura rígida en el fondo del agua. Espiaban algo, un remoto señorío aniquilado, un tiempo de libertad en que el mundo había sido de los axolotl.

    No era posible que una expresión tan terrible que alcanzaba a vencer la inexpresividad forzada de sus rostros de piedra, no portara un mensaje de dolor, la prueba de esa condena eterna, de ese infierno líquido que padecían. Inútilmente quería probarme que mi propia sensibilidad proyectaba en los axolotl una conciencia inexistente. Ellos y yo sabíamos. Por eso no hubo nada de extraño en lo que ocurrió. Mi cara estaba pegada al vidrio del acuario, mis ojos trataban una vez mas de penetrar el misterio de esos ojos de oro sin iris y sin pupila. Veía de muy cerca la cara de una axolotl inmóvil junto al vidrio. Sin transición, sin sorpresa, vi mi cara contra el vidrio, en vez del axolotl vi me cara contra el vidrio, la vi fuera del acuario, la vi del otro lado del vidrio. Entonces mi cara se apartó y yo comprendí.

    Sólo una cosa era extraña: seguir pensando como antes, saber. Darme cuenta de eso fue en el primer momento como el horror del enterrado vivo que despierta a su destino. Afuera mi cara volvía a acercarse al vidrio, veía mi boca de labios apretados por el esfuerzo de comprender a los axolotl. Yo era un axolotl y sabía ahora instantáneamente que ninguna comprensión era posible. El estaba fuera del acuario su pensamiento era un pensamiento fuera del acuario. Conociéndolo siendo él mismo, yo era un axolotl y estaba en mi mundo. El horror venía -lo supe en el mismo momento- de creerme prisionero en un cuerpo de axolotl, transmigrado a él con mi pensamiento de hombre, enterrado vivo en un axolotl, condenado a moverme lúcidamente entre criaturas insensibles. Pero aquello cesó cuando una pata vino a rozarme la cara, cuando moviéndome apenas a un lado vi a un axolotl junto a mi que me miraba, y supe que también él sabía, sin comunicación posible pero tan claramente. O yo estaba también en él, o todos nosotros pensábamos como un hombre, incapaces de expresión, limitados al resplandor dorado de nuestros ojos que miraban la cara del hombre pegada al acuario.

    El volvió muchas veces pero viene menos ahora. Pasa semanas sin asomarse. Ayer lo ví, me miró largo rato y se fue bruscamente. Me pareció que no se interesaba tanto por nosotros, que obedecía a una costumbre. Como lo único que hago es pensar, pude pensar mucho en él. Se me ocurre que al principio continuamos comunicados, que él se sentía mas que nunca unido al misterio que lo obsesionaba. Pero los puentes están cortados entre el y yo porque lo que era su obsesión es ahora un axolotl, ajeno a su vida de hombre. Creo que al principio yo era capaz de volver en cierto modo a él -ah, solo en cierto modo-, y mantener alerta su deseo de conocernos mejor. Ahora soy definitivamente un axolotl, y si pienso como un hombre es solo porque todo axolotl piensa como un hombre dentro de su imagen de piedra rosa. Me parece que de todo esto alcancé a comunicarle algo, en los primeros días cuando yo era todavía él. Y en esta soledad final, a la que él ya no vuelve, me consuela pensar que acaso va a escribir sobre nosotros, creyendo imaginar un cuento va a escribir todo esto sobre los axolotl.

    el 01/06/200412
  • ¿Qué crees que es esto?
    PSGirl

    A ver....sinceramente, tengo el nombre de la escultura pero esto del arte moderno me confunde. No le veo mucha relación a la forma con el nombre que puso el autor, así que voy a hacer una pequeña encuesta....sin decir el nombre real de la escultura.....¿qué creen ustedes que representa eso que se ve ahí?

    La escultura está en la plaza de la catedral de La Laguna, y tengo entendido que es algo provisional (forma parte de una exposición de varias esculturas del mismo escultor por toda la zona centro de la ciudad).

    Sinceramente...¿qué crees que es eso?

    Después de tener varias opiniones daré el nombre con el que la bautizó José Abad, el creador de la criatura.

    Sorpréndanme.

    el 31/05/200414
  • Este Nissan me salió rana defectuoso
    PSGirl

    Llevo practicamente toda la vida viendo un coche con un cartel enorme que pone "Este Nissan me salió rana defectuosos" y un montón de cosas más escritas. Le habrá salido defectuoso, pero no veas lo que ha caminado y los años que tiene ya.

    Pero lo curioso es que ya no solo hay un coche así, sino dos. He conseguido foto del segundo.

    Estoy confundida. No sé si este será del mismo dueño o no. Si no lo es, se ha copiado. Si lo es (porque los mensajes son iguales) ¿cómo es que tiene dos Nissans?

    ¿Por qué este ha dejado espacios en blanco en el cartel? ¿es para que alguien llegue y los rellene en plan protesta?

    Bueno, pues para los que no sean de Tenerife (porque por aquí todo el mundo conocerá el Nissan rana defectuoso original), por aquí les dejo foto de la curiosidad en cuestión.

    el 27/05/20047
  • Noche rara
    Lauricca

    Holas. Pues esta foto la saqué el pasado 20 de mayo, justo cuando iba al concierto de Fangoria, jejejeje (qué bieeeen me lo pasé) y bueno, por el camino apareció este arcoiris nocturno.

    el 24/05/20045
  • Esto es lo que pasa cuando tienes el sindrome del marte
    ElSindrome

    Nos encarcelaron y nos condenaron a compartir nuestra musica con la gente de por vida, "hasta que aguanten los huesos"

    el 20/05/20043